Pestañas

domingo, abril 21, 2013

los autos y la cultura motorizada del Distrito Federal

La ciudad de México se ha transformado en un gigantesco estacionamiento de vehículos automotores. En el 2013 es una de las ciudades más inservibles para movilizarse en automóvil. La política federal y local de la pobreza y el abandono evita que se invierta en transporte público, eficaz, accesible y de buena calidad. Siguiendo los modelos impulsados por el liberalismo social del viejo partido se tiene una ciudad que hace de sus vías "rápidas" un trenecito de autos que viajan a la velocidad del primer auto de vapor que se inventó allá por 1769. Quizá la vanidad de los mexicanos explique el fenómeno porque al circular a 5 km por hora, pueden ser vistos por sus vecinos atrapados en el atasco vial:

Una encuesta internacional realizada recientemente calificó a la ciudad de México como la peor en problemas viales en una comparación con las principales urbes del mundo, como Los Ángeles, Londres o París, pues el índice de malestar de sus ciudadanos ocasionado por el tránsito es el más alto.
El número de automóviles por cada mil habitantes que tiene México es de 9.2% al año, comparado con un crecimiento anual de la población de sólo 1.26%, las ciudades mexicanas resultan mal evaluadas a nivel internacional en materia de congestión vehicular, explica el documento Gestión de la movilidad para México, elaborado por el Victoria Transport Policy Institute y difundido por el Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP, por sus siglas en inglés). “Ésta es una tasa de motorización significativamente más alta que la de otros países con niveles de ingreso comparables. Esto sugiere que las políticas mexicanas de transporte y uso de suelo son dependientes del automóvil, lo cual se refiere a que las comunidades están diseñadas para viajes en automóvil y otorgan pocas facilidades a otros modos de transporte. Esto fuerza a las personas a depender de los viajes en automóvil más de lo óptimo”, dice el estudio elaborado por Todd Littman en 2012. El índice elaborado con base en una encuesta auspiciada por IBM contiene diez tópicos: tiempo de traslado; tiempo atrapado en el tránsito; precio de la gasolina; el emperoamiento del tránsito; el problema arranque-detención del tráfico; estrés a causa de conducir; enojo a causa de conducir; las afectaciones en el trabajo; el tránsito como motivo para dejar de conducir, y la decisión de no viajar debido al tránsito. En la evaluación de todos los rubros, la ciudad de México alcanza el puntaje máximo, seguida de Shenzen, Beijing, Nairobi, Johannesburgo, Bangalore, Nueva Delhi, Moscú, Milán, Singapur, Buenos Aires, Los Ángeles, París, Madrid, Nueva York, Toronto, Estocolmo, Chicago, Londres y Montreal, en orden descendente. El documento que el ITDP hizo público también señala que en el Valle de México, los costos negativos por el uso del automóvil alcanzan los 121 mil 939 millones de pesos al año, que en promedio representa el 4% del Producto Interno Bruto de la ciudad, según explica el texto, entre los que se incluyen los costos asociados a la contaminación local, el cambio climático, accidentes de tránsito, congestión y ruido.

Todos esos índices quizá expliquen el mal humor de los oficinistas, empleados, jefes, maestros, políticos, etc. Demasiado estrés matutino por estar atrapados una o dos horas en las "vías rápidas". Por si fuera poco, México es el lugar en donde más autos se roban:

México encabeza la lista de países en América Latina con los mayores índices de robos de autos de acuerdo con la Organización de los Estados Americanos (OEA). Al país, le siguen Argentina, Uruguay, Venezuela y Costa Rica, según indica la OEA. En México todos los días se roban 200 automóviles asegurados, o se ultrajan algunas de sus piezas y algunos de estos son usados para cometer otro delito, de acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS).

Para mejorar la calidad de vida es necesario cambiar la cultura impulsada por el "milagro mexicano" (ocurrido principalemente en el DF) y las películas de Pedro Infante. Es necesario crear un mejor transporte público eficaz y de buena calidad y pensar en cambiar el modo de vida de los ciudadanos del DF:

Decirle adiós al tráfico, contribuir al cuidado del medio ambiente y llevar un estilo de vida más sano son tres objetivos de nuevos negocios en el DF. De acuerdo con Carlos González, socio de Bamboocycles, sus bicicletas no solo cubren la necesidad de movilidad, sino también la búsqueda de las personas por distinguirse, por poseer algo personalizado. “Es tan simple como pensar en cómo serías si fueras bicicleta”, asegura Roberto Domínguez, dueño y fundador de Rock&Ruedas, una empresa de bicicletas personalizadas cuyo popular estilo vintage ha impulsado un crecimiento del 100% desde el día uno. De acuerdo con un estudio de De la Riva Group  37% de los mexicanos tiene una bicicleta y 13% la utiliza como medio de transporte. “Los chilangos también las han adoptado como un símbolo de ligereza en el mismo corazón de la saturación y sobrepoblación que es la ciudad de México”. Para Roberto Domínguez, el gobierno de Marcelo Ebrard hizo grandes esfuerzos por la cultura ciclista, brindando espacios y divulgando las bondades del transporte, algo que él también intenta lograr a través de su negocio. “Cuando empecé a buscar una bici para mí y no encontré  una que me convenciera fue como surgió Rock&Ruedas como proyecto y después combiné otra idea que quería desarrollar, la de una fundación”, comenta el emprendedor. Su empresa se asoció con organizaciones como ‘México vivo’, ‘Rescate Animal’ y ‘Reforestamos México’, entre otras para que los clientes puedan destinar un porcentaje de su compra a alguna que elijan. Los precios van de los 4,000 pesos a los 12,000 y aproximadamente se destina un 10% de la compra a las organizaciones, algo que  brinda un valor agregado a la bicicleta, destaca Domínguez.

Miles de horas perdidas y con una vida de baja calidad son efectos persistentes en la ciudad de México. Baja productividad y mala salud es el costo de seguir con las fantasías de 1950. Las ciudades mexicanas solo están imaginadas para dar privilegios a una máquina que gasta gasolina.... no son ciudades pensadas para el ciudadano que es quién sigue comprando cada que puede más máquinas que gastan gasolina.





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