martes, septiembre 20, 2011

¿Hay políticas para el desarrollo de la ciencia y tecnología en México?

Según la wikipedia las políticas públicas son la disciplina de la ciencia política que tiene por estudio la acción de las autoridades públicas en el seno de la sociedad. La pregunta central de las políticas públicas es: ¿qué producen quienes nos gobiernan, para lograr qué resultados, a través de qué medios? En un Estado de Derecho, las políticas públicas deben ser la traducción de las leyes sobre una determinada materia (regulación, educación, desarrollo social, salud, seguridad pública, infraestructura, comunicaciones, energía, agricultura, etc.) Éstas deben buscar el logro de los objetivos planteados en el documento de política pública.

A partir de estas aseveraciones, qué resultados y logros se tienen para que México la ciencia tenga una fuerte influencia para resolver los problemas nacionales.... no parece que muchos.

Lo que llaman los políticos y autoridades educativas mexicanas políticas públicas son en realidad discursos y buenas intenciones... nada que ver con resultados y logros:

Las políticas públicas para impulsar el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la innovación en Latinoamérica no han logrado ser el mecanismo que termine con las profundas asimetrías sociales, alertó Yoloxóchitl Bustamante Díez, directora general del Instituto Politécnico Nacional (IPN), quien destacó que, frente a un modelo de desarrollo del sector que no ha podido superar los discurso y las buenas intenciones, los países de la región se alejan cada vez más de la frontera tecnológica y científica que encabezan las naciones más desarrolladas.

Quizá uno de los problemas consiste en que los científicos se comportan más como burócratas y siervos que como ciudadanos; los científicos se conforman con pedir y esperar a que los políticos y las autoridades los escuchen, mientras se encuentran sentados en sus cubículos. En lugar, de exigir, escribir, demandar, buscar redes de apoyo, crear organizaciones civiles, fondos de de inversión, promover proyectos fuera de las universidades y agencias gubernamentales:

La estructura de la ciencia y tecnología en el país es relativamente nueva y no obstante los grandes avances en la materia, en los últimos años la estrategia en la conducción de sus políticas ha sido más retórica que congruente con el desarrollo, apuntó José Enrique Villa Rivera, director de Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). “Durante los últimos sexenios, no hemos tenido éxito con los políticos para que integren dentro de sus programas de gobierno estas herramientas de desarrollo como el elemento vertebrador del sistema económico y social de este país”. En este sentido, enfatizó que buscará que la comunidad científica, junto con el sector empresarial, puje el próximo año, de elecciones, para que los políticos integren dentro de sus programas de gobierno a la Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI) y sean los elementos estratégicos en la agenda nacional. “No han entendido que la ciencia, tecnología y la innovación los empodera. El próximo año emprenderemos una estrategia de la academia y empresarios para que entiendan la importancia de llevar la educación, ciencia y tecnología a lo largo de sus administraciones”.  Francisco Sagasti, ex director del IPN señaló que el problema nacional es estructural, no sólo cuestión de dinero, sino por la falta de una política y una estrategia para alcanzar el país que queremos. “Incluso si nos dieran el 1% del Producto Interno Bruto al ramo [como establece la Ley], no sabríamos qué hacer con éste”. De acuerdo con Villa Rivera desde hace décadas el sector académico ha discutido cómo lograr que la gestión del conocimiento, su aplicación y vinculación beneficie al desarrollo nacional, mismas que se traen a la mesa de la comunidad el día a día en la actualidad, “y parece que el tiempo no ha pasado”.

El asunto de la ciencia es muy simple y pragmático. Una buena ciencia produce una buena práctica. La teoría tiene una aplicación bastante concreta. La ciencia del siglo XXI no es una práctica esotérica como lo piensan nuestros políticos que creen más en la pata de conejo, la lectura del tarot y la astrología para ganar unas elecciones que en tener logros concretos, objetivos, simples y a la vista de los ciudadanos:

Un anciano maneja un Pontiac rojo en las calles de Querétaro. Lo hace pausadamente y sin problemas. Al volante, un estadunidense de 75 años que hace poco estaba ciego. Originario de Arizona, Warren Wolford, había perdido el ojo izquierdo y en el derecho tenía 5% de visión a causa de la degeneración macular. Los médicos en Estados Unidos lo habían desahuciado. Warren aceptó que viajó a México en “un acto desesperado”. Aquí encontró a médicos que le ofrecían una esperanza mediante un procedimiento innovador, la “regeneración macular con células madre”. “Los pacientes que nos llegan ya vieron todas las alternativas y no tienen otra opción", explicó Mario Camacho, biomédico mexicano y autor del protocolo que le devolvió la vista a Wolford. La medicina regenerativa, también conocida como “ingeniería de tejidos”, es una de las ramas más promisorias de la biomédica. Las células madre se encuentran no sólo en embriones, sino en adultos. Su propiedad de “convertirse” en otros tipos de células para reemplazar tejidos dañados está en etapa de investigación.

El mejor antídoto contra el veneno de alacrán es un producto creado por científicos y empresas mexicanas:

Por primera vez, la máxima autoridad sanitaria de Estados Unidos, la FDA, aprobó un fármaco latinoamericano para la distribución en su territorio: el antiveneno de alacrán que se utiliza desde hace más de una década en territorio nacional, producto de la investigación e inversión empresarial mexicana. El fármaco desarrollado por el Instituto Bioclón, de la empresa Silanes, con investigación del Instituto de Biotecnología (IBt) de la UNAM, pasó una de las pruebas más estrictas de regulación sanitaria en el mundo, la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA) de EU. Anascorp, en México nombrado Alacramyn, fue probado en análisis clínicos en mil 500 pacientes estadunidenses picados por alacrán o escorpión —en EU se registran alrededor de 15 mil picaduras al año—, cuyos resultados de efectividad “fue apabullante” frente a los métodos de tratamiento utilizados en la unión americana, refirió Alejandro Alagón, investigador universitario, quien desarrolló el antiveneno en el IBt. El faboterápico demostró revertir los efectos neurotóxicos del veneno en un promedio de dos horas. Los hallazgos fueron publicados en mayo de 2009 en la revista The New England Journal of Medicine.

Uno de los problemas más frecuentes para los mexicanos es la pérdida de los dedos de pies y manos por la diabetes. Se estudia a focas y a ballenas para conocer cómo sobreviven sus células en ausencia del oxígeno, esta investigación no solamente espera calmar la curiosidad de los humanos, se pretende tener una aplicación práctica a los problemas de los ciudadanos mexicanos:

Entender el mecanismo con el que las focas y ballenas pueden vivir, por momentos, en condiciones con poco oxígeno, ayudaría a desarrollar métodos o fármacos para poder prevenir enfermedades como el infarto al miocardio, embolias o la pérdida de la vista producto de la diabetes, asegura la doctora en Ciencias Biológicas, Tania Zenteno Savín. El trabajo que realiza la especialista del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (Cibnor) muestra que estos mamíferos tienen una concentración alta de mioglobina – hemoproteína en los músculos cuya función es almacenar y transportar oxígeno-, además de que siguen produciendo energía en forma de ATP –adenosin trifosfato-, molécula que da energía para que vivan las células.

¿Cómo desarrollar la ciencia y la tecnología mexicana? ¿De qué manera se pueden involucrar las familias, las organizaciones civiles y las empresas mexicanas? Han pasado 101 años de vida revolucionaria.... que no revolucionó con suficiente velocidad a la ciencia y tecnología.... que dejamos en manos de los políticos.... resultado de sus políticas en el tema.... la reproducción ad libitum de los mismos discursos y las mismas promesas.





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