martes, octubre 16, 2012

el gobierno de Michoacán decidió aplicar los macanazos a estudiantes de las Escuelas Normales del estado

Después de mucho estira y afloja, el gobierno de Michoacán decidió aplicar los macanazos y los gases lacrimógenos en contra de estudiantes normalistas del estado. Remember Ayotzinapa. El viejo régimen no las trae bien con los jóvenes que estudian en la educación superior desde 1968, no encuentra la forma de comunicarse si no es a través de la cooptación o de los macanazos:

Elementos de la Policía Federal recuperaron el control de las normales de Cherán, Artega así como Tiripetio. El subsecretario de Gobernación estatal, Fernando Cano, informó que en el operativo, iniciado poco después de las 3:00 horas de este lunes y que se prolongó hasta las 5:00 de la mañana, los al menos 500 uniformados rescataron las más de 50 unidades secuestradaspor los estudiantes. De acuerdo con la información, el saldo del operativo policial hasta el momento es de 10 autobuses y camionetas oficiales quemadas y un número no determinado de lesionados.

La aplicación de los gases y macanazos responden a:

El gobernador Fausto Vallejo manifestó que una cosa es la tolerancia y la manifestación de las ideas y otra que se trasgreda la ley luego de que estudiantes tomaran el control de tres escuelas normales del estado y se apoderaran de más de 80 unidades y 13 autos particulares. Vallejo Figueroa dijo que había inconformidad de la población por la retención de vehículos, y que esto no sólo generó una imagen de violencia, sino que además afectó la vida económica del estado, ya de por sí precaria.  Advirtió que de ser necesario se aplicará nuevamente la ley a todos aquellos que están violentado el estado de derecho con manifestaciones ilícitas. El gobierno estatal coadyuvó en el operativo federal y actuó con absoluto apego a derecho y conforme a los cauces legales que para estas situaciones están previstos, "pues en esta administración no podemos permitir la impunidad ni de atropello de los derechos de la sociedad por la cerrazón y sinrazón de unos cuantos".

El saldo: autobuses recuperados, la alegría del gobierno estatal, nuevamente la PFP como golpeadora de estudiantes de educación superior, las escuelas cerradas, sin reanudación de clases y al menos un par de cientos de estudiantes con la cabeza partida, con moretones y arrastrados a escuchar las razones de las autoridades:

El gobierno de Michoacán reportó  la detención de un total de 176 estudiantes, tras los operativos simultáneos realizados en las escuelas normales de Cherán, Arteaga y Tiripetío. Además informó sobre el rescate exitoso de 82 unidades secuestradas por los estudiantes y la destrucción de 14 vehículos, 13 de los cuales fueron incendiados. En rueda de prensa, el vocero del gobierno estatal, Julio César Hernández dio a conocer además que en el operativo nueve policías federales y un elemento del Grupo de Operaciones Especiales (Goe) resultaron lesionados. De ellos al menos tres son reportados como graves, uno con quemaduras mientras que el resto se encuentra golpeado. El gobernador del estado, Fausto Vallejo Figueroa descartó impunidad en los hechos, y descartó liberar a los normalistas detenidos mediante la negociación. Señaló que la situación de cada joven, puesto a disposición de las autoridades, será evaluada de manera particular antes de que se le determine su situación legal, y afirmó que las acciones de secuestro y destrucción de vehículos, realizada por los normalistas rayó en el cinismo. Además y ante la serie de manifestaciones, secuestros de unidades y bloqueos emprendidos por los estudiantes, el mandatario estatal aseguró que los operativos para mantener el orden en la entidad se mantendrán.

En pleno siglo XXI siguen los operativos que recuerdan tristemente a los eventos de 1968. Desde hace un buen tiempo las generaciones veteranas de mexicanos no tienen nada que ofrecer a los jóvenes, salvo trabajo precario, pocas opciones para mejorar su bienestar, y nada, nada, de esperanza para el futuro. Y no parece que las condiciones puedan cambiar en los siguientes tres o cuatro años.



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