domingo, noviembre 18, 2012

la reforma laboral y estudiantes universitarios mexicanos

El asunto es simple: las promesas de políticos y empresarios mexicanos no se pueden cumplir debido a que pertenecen al autoritarismo mágico y no a la realidad concreta. Por simples dichos se quiere obligar a las personas a pasar al primer mundo, a las sociedades desarrolladas y basadas en el conocimiento. Los datos económicos muestran que el país en promedio es un país mediano con una tendencia al desarrollo. Sin embargo, la desigualdad económica y social es enorme. Hay un puñado de multimillonarios, generalmente políticos o empresarios que deben favores a los políticos y artistas de los medios televisivos, y al mismo tiempo, hay millones y millones de pobres. Como todo aquel que conoce de estadística sabe, los datos extremos hacen poco confiable la media aritmética. Y los multimillonarios mexicanos hacen tanto dinero que la media no refleja que hay millones de personas que viven en la pobreza sin los medios para salir de ella. En pleno siglo XXI, 100 años después de la revolución mexicana, las familias tienen que tener al menos 3 integrantes de la familia trabajando para poder mantenerse:

La condición económica de las familias en México se ha deteriorado a tal grado que al finalizar el primer semestre de 2012, 46.88 por ciento de los núcleos familiares generaban en promedio un ingreso mensual de 6 mil 656.67 pesos. Para conseguir esos recursos tienen que incorporarse al mercado laboral tres integrantes por familia. Así lo señala un diagnóstico reciente del Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Facultad de Economía (FE) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). El reporte agrega que para generar esas ganancias, los tres miembros de la familia deben sumar 150.67 horas de trabajo en dicho periodo (un promedio de 50 cada uno).  Las cifras muestran que en promedio cada uno de los tres miembros de estas familias obtiene una remuneración diaria de 1.18 salarios mínimos por su labor. Los universitarios agregan que de continuar la tendencia de los años recientes en el crecimiento de entre 4 y 5 por ciento del salario mínimo, la pérdida de 43.1 por ciento del poder adquisitivo suscitada durante la administración calderonista sólo se recuperará congelando por 47 años los precios de los productos básicos. De esa forma, para el año 2059 el ingreso mínimo sería de 184.42 pesos, y el precio de la CAR, de 183.59, explica. Para adquirir un kilogramo de aguacate, lechuga, bistec, pollo, frijol, arroz, huevo blanco o un litro de aceite y leche con un salario mínimo actual estos productos deberían costar 2.84, 0.76, 7.44, 2.87, 2.58, 1.44, 2.79, 2.07 y 1.06 pesos, respectivamente. Sin embargo, un kilo de aguacate cuesta 37.50, 10.08 el de lechuga, 98.75 el de bistec, 37.96 el de pollo, 34.17 el de frijol, 19 el de arroz, 36.83 el del huevo, 27.33 un litro de aceite y 14 pesos el de leche entera.

La presión por buscar un trabajo, el que sea, obliga a millones de mexicanos a abandonar los estudios escolares y universitarios:

El contexto de crisis económica que enfrenta el país también se ve reflejado en las aulas universitarias, reconocen rectores de instituciones públicas de educación superior, quienes destacan que de 5 a 20 por ciento de su población escolar tiene problemas financieros en sus hogares, por lo que son el sector estudiantil más vulnerable a la deserción. Jesús Anser Rodríguez, rector de la Universidad Autónoma de Nuevo León, afirma que entre 15 a 16 por ciento de sus 153 mil estudiantes sonde muy bajos ingresos. Actualmente, explica, están cubiertos con una beca, de un total de cien mil que se entregan cada semestre. Sin embargo, apunta que ante el impacto generado por el deterioro económico en sus familias buscamos un apoyo adicional de mil 100 pesos para gastos de transporte o alimentación. El problema de estos jóvenes, señala, es que te dicen tengo que trabajar para buscar dinero para mi casa. Ese es el problema que tenemos y estamos tratando de solucionarlo. De acuerdo con cifras de la Secretaría de Educación Pública (SEP), la distribución de estudiantes por decil de ingreso revela que sólo 20 por ciento de quienes provienen de los cuatro primeros acude a las aulas universitarias, en contraste, con casi cien por ciento de cobertura para quienes vienen de hogares con ingresos en los últimos deciles. En cuanto a las principales causas de deserción se incluye vivir en hogares con pocos recursos y no poder asumir los costos de continuar con sus estudios, verse obligado a trabajar, tener un matrimonio temprano o embarazo precoz, bajo desempeño académico y escaso capital cultural. Datos de la subsecretaría de Educación Superior señala que la asistencia escolar en México disminuye con la edad. Se estima que, a los 16 años, 70 por ciento de la población con esa edad continúa en la escuela, pero al llegar a los 19 años sólo es 40 por ciento, mientras a los 23 años, cuando deberían concluir sus estudios universitarios, 20 por ciento continúa con sus formación académica.

¿Cuál es la respuesta de los gobiernos federales? La misma del siglo XVI: poner a trabajar a los estudiantes, ofrecerles trabajos precarios poco importantes que nada ayudan a su desarrollo profesional y que lo más seguro los obligue a permanecer en las mismas condiciones que trataban de evitar. En el siglo XXI la propuesta es eliminar toda prestación social y obligación de los patrones hacia sus trabajadores. Muestra de ello, es que el actual secretario de educación se vangloria de que los estudiantes universitarios tengan trabajos pagados por hora para poder seguir estudiando:

La reforma laboral será un instrumento que permitirá disminuir la deserción escolar en México, pues el 50 o 60% de los 3 millones de estudiantes que anualmente ingresan a las universidades, tendrán la posibilidad de disponer de un ingreso que le permitiría trabajar y estudiar, consideró el Secretario de Educación Pública (SEP), José Ángel Córdova Villalobos. "Estoy convencido de que va a servir para disminuir la deserción escolar", aseveró el funcionario. Córdova Villalobos expuso que si bien la educación pública en nuestro país es gratuita, los gastos de traslados, la compra de libros y la propia manutención del estudiante, así como costo de colegiaturas, inciden en la economía familiar. "Por ello, la reforma laboral es fundamental también para el sector educativo", indicó. Destacó que una de las principales causas de la deserción es la situación económica de los estudiantes, por lo cual la reforma laboral garantizaría el ingreso de los jóvenes al trabajo, yatacaría frontalmente la deserción en los niveles medio superior y superior. "Un joven de bachillerato tiene unos 16, 17 o 18 años y en muchas ocasiones su familia requiere del apoyo económico que le pueda brindar, y la Ley Federal del Trabajo, como está actualmente, no permite contrataciones por hora o más flexibles para este sector de la población. Nosotros consideramos que esta modificación, está propuesta, va a ayudar en mucho para que los muchachos puedan ingresar a trabajar y alternen el estudio con el trabajo sin tanta rigidez". "Ee evitaría que los jóvenes tengan que estar 8 horas en el trabajo y otro tiempo igual en la escuela, situación que se vuelve prácticamente incompatible. La flexibilidad que ofrece la reforma laboral, permite a los estudiantes de nivel medio superior y superior entrar al sector productivo, cuando tienen la necesidad de ello, desde edades más tempranas".

¿Qué ha pasado con la oferta de educación universitaria a distancia que fue presentada como alternativa para los jóvenes? Los jóvenes no la toman, prefieren estar atados a la mediocre economía mexicana tratando de sobrevivir. La universidad a distancia en México es una alternativa para los adultos que han visto limitadas sus opciones de crecimiento laboral por falta de estudios formales. La universidad a distancia en México es una oferta para ruquitos que se han convencido de que la economía mexicana no ofrece alternativas ni esperanza del cambio:

De los 47 mil 500 alumnos inscritos en la Universidad Abierta y a Distancia de México (UnADM), la cual depende de la Secretaría de Educación Pública, sólo 20 por ciento tienen entre 18 y 24 años, pues al menos 70 por ciento de la matricula tiene en promedio 36 años de edad, reconoció Carlos León Hinojosa, asesor académico de la institución. Al participar en la Semana de la Educación Virtual, convocada por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), explicó que no es una opción educativa que atienda a jóvenes rechazados de la educación superior presencial. Hicimos campaña en todas las universidades y de 2 mil solicitudes llegaron 600 jóvenes. No es un modelo que les interese, no quieren acceder, y básicamente atendemos adultos. Por su parte, en una videomensaje trasmitido a los planteles de Xochimilco, Iztapalapa y Azcapotzalco, Enrique Fernández Fassnacht, rector general de la UAM, destacó que la educación virtual es un tema en el que se ha trabajado con ahínco.

100 años después de la revolución mexicana, los gobiernos mexicanos reciclan las mismas ideas que llevaron al levantamiento en armas en 1910. Las premisas son las mismas: ausencia de una democracia madura (véase los problemas en 2006 y 2012) y la gran desigualdad económica. 




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