jueves, febrero 14, 2013

protestan estudiantes en contra de la actualización del CCH en el Distrito Federal

Los jóvenes del CCH en la ciudad de México protestan por la actualización de los planes de estudio de dicha institución. No resulta nada extraordinario que los jóvenes se muestren inconformes con el futuro que se les plantea, lo que resulta extraordinario es que en lugar de buscar el cambio y la creación de nuevas reglas del juego, lo que solicitan es la permanencia del status quo. Quieren que las cosas permanezcan como tales. Parecen ignorar que la economía de México es endeble y solo ofrece trabajos en el sector  informal, pues de cada 10 personas que trabajan, 6 venden tortas y tacos o venden productos de baja calidad en las calles de las ciudades. A lo que aspiran la mayoría de los jóvenes mexicanos es sobrevivir con trabajos precarios, con bajos salarios, sin ningún tipo de prestación. El sistema escolar y el sector laboral confabulan para mantener la administración de la ignorancia y la pobreza. Los jóvenes siguen el mismo juego: permanecer sin cambio ni transformación:

La actualización al Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) planteada por las autoridades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se basa en 12 puntos con los que se pretende que el bachiller adquiera los conocimientos básicos para llegar mejor preparado a la licenciatura. La idea es redefinir el perfil del egresado mediante una serie de modificaciones en los planes y programas de estudio. El documento base de 12 puntos fue aprobado por el pleno del consejo técnico en su sesión extraordinaria del 17 de mayo de 2012. El primer punto plantea la redefinición del perfil del egresado, que debe construirse con base en algunas consideraciones: Las características de los alumnos que ingresan al CCH en lo académico, nivel de conocimientos y habilidades con que terminan la secundaria. Los diversos estudios realizados por la UNAM muestran que los jóvenes llegan al bachillerato con serias deficiencias en sus conocimientos generales, especialmente en matemáticas y español. Los puntos dos y tres asientan la necesidad de actualizar los programas académicos y de los docentes de este subsistema del bachillerato universitario. Han causado controversia los tópicos cuatro, cinco y seis. En el primero se propone establecer como obligatoria durante un semestre la materia de educación física, en tanto que el quinto punto plantea instituir la obligatoriedad del inglés durante los tres años de formación y el sexto incorpora al francés como optativa para el último año. En esta parte han surgido opositores que aducen que no hay espacios adecuados en ninguno de los cinco planteles del CCH para practicar educación física; además, que de nada servirá el cuidado del cuerpo que se pretende abordar con esa materia ante la comida poco nutritiva que se sirve en las barras de los colegios. En rechazo al inglés se argumenta que no es la única lengua extranjera que podría impartirse; por ello la comisión examinadora de la actualización decidió que se tendrá la opción de elegir entre ese idioma y el francés.

Las protestas estudiantiles se tornaron hostiles:

Estudiantes del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) plantel Naucalpan tomaron las instalaciones, luego de que se registró una riña al interior, en la que resultaron cuatro personas lesionadas y 10 más detenidas. Los estudiantes informaron que los hechos se registraron al momento en que realizaban una asamblea para acordar las acciones que realizarían en una marcha en el Distrito Federal, cuando llegó un grupo ajeno a esta comunidad y provocó la violencia. En el interior del plantel se registró una riña en la que se lanzaron varios petardos y quemaron mobiliario, resultando cuatro estudiantes lesionados. Por estos hechos, elementos de la Secretaria de Seguridad Ciudadana, detuvieron a 10 personas, las cuales fueron trasladadas al Ministerio Público federal para deslindar responsabilidades. Profesores de esta escuela permanecieron en el interior del edificio de la dirección, para evitar que sea tomada por los alumnos. Afuera del CCH Naucalpan hubo cerca de 200 estudiantes, quienes gritando protestas contra la violencia y las medidas de seguridad que se aplican en este plantel, al tiempo que un grupo de 30 alumnos cerraron las puertas, colocaron mesas y sillas para evitar su apertura.

Otros planteles también cerraron:

Alumnos del Colegio de Ciencias y Humanidades plantel Sur suspendieron las clases en apoyo a los seis estudiantes expulsados del CCH- Naucalpan.  Los alumnos determinarán si participarían en la marcha para exigir se dé marcha atrás a la expulsión de seis alumnos y la liberación de las 10 personas que fueron detenidas por los hechos violentos que se registraron.

Después de la marcha, grupos de estudiantes tomaron la dirección general del CCH en CU:

En rechazo a la actualización del plan y los programas de estudio, alrededor de 50 jóvenes, muchos de ellos encapuchados, que se dijeron estudiantes de bachillerato mantuvieron tomadas las oficinas de la dirección general del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH), ubicadas junto a la Torre de Rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Al llegar a Ciudad Universitaria, tras participar en una marcha los activistas tomaron con violencia las oficinas del CCH. Ahí realizaron destrozos, arrancaron cámaras de videovigilancia y rompieron vidrios e inmobiliario. Las autoridades no intervinieron. Dentro de las oficinas no había empleados. No se reportaron heridos ni detenidos. Los inconformes demandaban la liberación de diez jóvenes detenidos la víspera, por los hechos ocurridos en el CCH Naucalpan. La Fiscalía Especializada para Adolescentes de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México dejó en libertad a cinco menores, después de que sus padres acudieron para obtener su liberación. El Ministerio Público de Naucalpan, bajo las reservas de ley, también liberó a los otros cinco detenidos.

Los jóvenes demandan una mesa de diálogo (cosa que una sociedad más democrática y menos autoritaria sería común):

Tras una asamblea que se prolongó cuatro horas, jóvenes identificados como miembros de la asamblea general del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) resolvieron quedarse en las instalaciones ocupadas y llamaron a un diálogo, abierto a los medios de comunicación. Dos jóvenes, quienes se dicen estudiantes, enunciaron los puntos de su pliego petitorio entre los que destacan: la restitución de los estudiantes que han sido expulsados; el desistimiento el proceso penal a los compañeros  y el pago a los abogados argumentando que esto causó daños y perjuicios, así como ninguna represalia en contra de quienes forman parte del movimiento.

Para algún profesor la protesta tiene que ver más con la venta de drogas y gansitos marinela en el CCH... no hay duda que la sociedad mexicana sigue viendo la televisión nacional y mantiene su capacidad de análisis en el nivel de las televisoras nacionales:

En los bloqueos de los Colegios de Ciencias y Humanidades existe un trasfondo ajeno a los cambios en los planes de estudios que tienen que ver con las medidas que ha tomado la dirección del CCH Naucalpan para impedir venta de dulces, bebidas alcohólicas y drogas, aseguró el profesor Fernando Martínez Vázquez. “Hay dos versiones, dos miradas al problema, la primera es esta demanda que hacen los alumnos con relación a modificaciones en planes de estudio que lo han tomado como bandera política, pero realmente hay un trasfondo que tiene que ver con la situación en el plantel Naucalpan, que se relaciona directamente con que el nuevo director, el doctor Benjamín Barajas, empezó a tomar medidas en contra de la venta de dulces, en el consumo de bebidas alcohólicas, incluso la venta de drogas”, expuso el académico.

Se abre una mesa de diálogo y se posponen las acciones de actualización de planes y programas de estudio:

En una mesa de diálogo por momentos ríspida, la dirección general de los Colegios de Ciencias y Humanidades (CCH) y los estudiantes inconformes que mantienen tomadas esas instalaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) acordaron aplazar hasta noviembre la decisión de actualizar los planes y programas de estudio en ese modelo de bachillerato, con el fin de realizar antes foros de consulta en los que participen los estudiantes. Pese a las mutuas recriminaciones de haber generado violencia, se logró un segundo y último acuerdo: permitir la salida de los vehículos retenidos en el estacionamiento de los consejos académicos universitarios (CAD) aunque no se liberará el inmueble de esa dependencia. Entre varios pendientes para ser discutidos en una próxima sesión quedó la oferta de las autoridades de desistirse de las demandas penales en contra de 10 estudiantes con la condición de la entrega de las instalaciones tomadas, así como la posibilidad de reintegrar a siete expulsados.

Al final todo queda igual (como ocurre en monólogos de las sociedades autoritarias, que piensan que quien grita más fuerte tiene la razón):

Luego de casi cinco horas de negociación, autoridades del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) y jóvenes que tomaron la dirección general de esa escuela de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) rompieron el diálogo para encontrar acuerdos que permitieran la liberación de esas instalaciones que desde el pasado miércoles tomaron. Conforme transcurrió el tiempo, los desacuerdos fueron más evidentes que el avance para resolver el conflicto, al grado de que al final las autoridades académicas, encabezadas por Laura Muñoz, directora general del CCH, decidieron levantarse de la mesa de diálogo, debido a que no estuvieron dispuesto a reinstalar a los cinco alumnos expulsados del CCH Naucalpan.

Mientras los jóvenes estudiantes piensan que manteniendo las cosas del pasado aseguran su futuro, mientras que las autoridades siguen actuando con autoritarismo y una visión única y simplista, el mundo sigue transformándose y creando sociedades con retos nunca antes vistos por la humanidad. Pronto los robots estarán al alcance de los gobiernos y empresas. Los trabajos simples y repetitivos ya no serán para los humanos. ¿Estamos preparándonos para el cambio? ¿Acaso los jóvenes mexicanos no se percatan que las viejas generaciones no tienen respuestas para el futuro?




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