jueves, octubre 24, 2013

México: país sin lectores, ni bibliotecas públicas y con menos bibliotecarios

Mucho se habla de las reformas laborales en la educación básica, poco se habla de la lectura, del gusto por leer, de leer por disfrutar leer. La sociedad mexicana no se ha interesado en los últimos 200 años por leer. Ni la escuela ni la biblioteca pública han podido crear una sociedad lectora, es más parece que han funcionado para producir aversión a leer. Y como uso y costumbre, parece que el nombramiento de biblotecario, en nuestro país, es un castigo:

Los mexicanos no somos visitantes asiduos a las bibliotecas públicas porque nuestro país tiene pocos y malos o regulares servicios bibliotecarios; asimismo somos un país de pocos bibliotecarios. En México sólo hay ocho escuelas de biblioteconomía, bibliotecología y archivonomía, de las que egresan al año, en promedio, 120 bibliotecarios, para un país con 112 millones de habitantes. La Red Nacional de Bibliotecas Públicas cuenta con poco más de 7 mil 300 espacios que en su gran mayoría dependen económicamente de los gobiernos estatales y municipales, son ellos los que pagan los sueldos y los que otorgan las plazas a gente que en general no es bibliotecario por profesión. Según Jesús Cortés (investigador y bibliotecólogo de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez), existía un déficit (cálculo de 2002, sin datos actuales), de poco más de 20 mil bibliotecarios para cubrir por lo menos con un profesional bibliotecario las diversas bibliotecas, universitarias, tecnológicas, preparatorias, secundarias, primarias y públicas del país”. No existe un censo que diga en cuántas bibliotecas de la Red hay bibliotecarios de profesión, si son coordinadores o sólo trabajadores, o si hay un profesionista al menos por cada biblioteca, pues muchas plazas son impuestas por los gobiernos municipales y estatales. Alejandro Machorro, presidente de la sección de Bibliotecas en ciencias de la salud de la Asociación Mexicana de Bibliotecarios A.C., señala: “No siempre es personal profesional el que está en nuestras bibliotecas, a veces son compañeros que aprendieron a leer hace tres o cuatro años y ya están ascendiendo a investigadores en bibliotecas en ciencias de la salud; nos gustaría poder capacitarnos y mantenernos nosotros mismos capacitados y actualizados para atender todas estas necesidades de información. Algunas veces se han formado en el trabajo porque los mandan castigados a las bibliotecas y al profesional le toca capacitarlos”. Las bibliotecas públicas de México trabajan con gente que es enviada a las bibliotecas como castigo, es casi como la congeladora, aunque a otros los mandan como un premio, pues les parece que no implica mayor trabajo.

El sistema de bibliotecas es bastante débil, son espacios abandonados, la gente prefiere ver la televisión que leer algún libro:

De las mil 700 bibliotecas públicas registradas en la ciudad de México, 608 son administradas por autoridades del Distrito Federal; sin embargo, son espacios abandonados, de acuerdo con un diagnóstico realizado por la Secretaría de Educación capitalina. Se creó el consejo consultivo de la Red de Bibliotecas Públicas capitalina, con el propósito de establecer mecanismos para el rescate de estos lugares y fomentar el hábito de la lectura en los mismos. Según los resultados de una encuesta realizada a finales del año pasado, sólo 2 por ciento de los entrevistados va a la biblioteca en su tiempo libre, mientras que 33 por ciento dijo que prefiere ver la televisión. Asimismo, el documento señala que 53 por ciento de los encuestados prefiere leer cuando va en el Metro y otras modalidades de transporte público, y sólo 19 por ciento dice que prefiere hacerlo en una biblioteca.

La falta de transparencia del sistema bibliotecario es un gran problema, se compran libros pero no se sabe a dónde llegan (¿Una bodega? ¿Casa particular de algún funcionario?):

La presidencia del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes gastó durante la administración de Consuelo Sáizar, casi dos millones de pesos en la compra de mil 924 libros, cuya ubicación desconoce. El comisionado presidente del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI) , Gerardo Laveaga Rendón, expresó que en ese período se adquirieron libros que costaron más tres mil pesos cada uno, en total se invirtieron un millón 953 mil 137 pesos. El pleno resolvió un recurso de revisión presentado por un particular que solicitó a Conaculta informes sobre el presupuesto asignado a la compra de libros en el tiempo mencionado, año de la compra, título, número de ejemplares, editorial, precio por libro, motivo por el que se adquirió y el lugar en el que se encuentra cada uno. Laveaga Rendón señaló que el Conaculta respondió todas las preguntas, excepto la del lugar en dónde se encuentran los libros. "Me parece muy razonable preguntarse dónde están esos libros, porque de repente veo que se compró un libro que se llama 'Historia de la cruz', que costó un mil 111 pesos; un libro que se llama 'Renacimiento del paganismo', que costó un mil 206 pesos", dijo Laveaga Rendón. El comisionado agregó otros títulos adquiridos por la presidencia del Conaculta: "un libro que se llama 'Paul Strand en México', que costó un mil 350 pesos; 'Robert Bold', que costó un mil 134 pesos; 'Diccionario Océano Desino', que costó un mil 980 pesos, y así podría seguir leyendo los libros".

Han pasado los días y los meses y la Biblioteca de México no se termina:

A pesar de haber sido inaugurada hace casi un año y que fue nombrada como “una de las más bellas del mundo”, la Biblioteca de México José Vasconcelos aún no se termina ni tiene una fecha clara para hacerlo. “Aún no está completa; falta una segunda etapa de trabajos en la biblioteca que comprende la apertura de la hemeroteca, la sala de cómputo, el Fondo México y el Fondo Reservado, pero todo depende de la llegada de los recursos y de la Dirección de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural”, explicó Fernando Álvarez del Castillo, director General de Bibliotecas del Consejo Nacional Para la Cultura y las Artes (Conaculta). “Las obras no están detenidas, es que no hay, no han empezado. Pero lo que se tenía que terminar se hizo. Ahora, lo que se tiene que hacer es abrirse a la gestión presupuestal del 2013 y darle tiempo a las obras, porque hemos aprendido que el concreto no seca por decreto”.

Mientras el sistema bibliotecario tiene prohibida la risa y la alegría, hay otros espacios que crean la posibilidad de disfrutar de la lectura y ayudar a construir futuros alternativos:

Gracias a una maestra de literatura, Jesús Savage Carmona descubrió su vocación por la ingeniería. Mientras cursaba el bachillerato en el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Naucalpan –entre 1976 y 1979–, el hoy académico de la Facultad de Ingeniería (FI) de la UNAM, impulsor de la construcción de robots entre sus estudiantes, leyó uno de los cuentos de Ray Bradbury, reconocido por susCrónicas marcianas. Esa lectura, que en principio fue una tarea de literatura, lo sorprendió. El profesor recuerda que en el libro aparecían una casa automatizada que hacía prácticamente todo y unos ratones mecánicos que realizaban las labores del hogar. Fue entonces cuando me propuse que algún día desarrollaría un robot para limpiar la casa. Desde hace varios años, Savage –jefe del laboratorio de biorrobótica de la FI– viene trabajando con decenas de alumnos en proyectos para la construcción de autómatas y su participación en la competencia mundial RoboCup. El objetivo –dice– no es la creación misma de éstos o participar en los certámenes, sino que los jóvenes aprendan a programar. El robot al final es el resultado del aprendizaje.

No obstante la ola de violencia que impera en Gómez Palacio, este municipio de Durango fue acreedor al premio nacional Ciudad Lectora, reconocimiento que otorga la Conferencia Nacional de Instituciones Municipales de Cultura (Conaimuc) y la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI). Las actividades comenzaron el pasado enero, con la finalidad de ofrecer a los habitantes de esta urbe de la comarca lagunera, un lugar distinto al habitual plagado de violencia y desconcierto entre sus habitantes. Entre las actividades realizadas destaca la CafeteLEEría. Se trata de una instalación montada en la plaza de la ciudad, diseñada para que los asistentes al Bicla tour hicieran escala. Esta carpa ofreció, además de café y té, los periódicos del día, así como revistas de distintos temas. Su acervo incluyó además unos mil libros procedentes de las seis bibliotecas municipales y algunos diarios regionales que podían consultarse.

Quizá la calle sea más importante que la escuela para la lectura:

En lo que va del primer semestre del año, los 10 Paralibros del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes del estado de Hidalgo instalados en ocho municipios han atendido a más de 18 mil usuarios que gradualmente se han acercado a ellos. Los módulos ubicados en Alfajayucan, Huejutla, Molango, Zimapán, Tecozautla, Tepeapulco, Pachuca de Soto y Tula de Allende han ofrecido a la comunidad en general más de 500 títulos para lectura en el sitio o para préstamo a domicilio.  Tan sólo los tres Paralibros que se encuentran en la capital hidalguense, han rebasado la cifra de 8 mil quinientos usuarios, siendo el instalado en la explanada del Hospital General de Pachuca el que mayor número de usuarios atiende; de 50 a 60 personas consultan uno o más libros, mientras esperan la hora de visitar a sus familiares. En el caso de los Paralibros de Plaza Independencia y la Ciclopista Bicentenario, el servicio de préstamo a domicilio es el que ha preferido la mayor parte de la comunidad, pues ambos espacios están de paso para la gente que acude a sus actividades diarias. De acuerdo con los registros, el promedio es de 20 libros solicitados mensualmente. A través de espectáculos de narración oral, lectura en voz alta, talleres de lectura y escritura y otras actividades de Fomento a la Lectura que el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Hidalgo programa mensualmente, niños, jóvenes, adultos y adultos mayores han ido conociendo el acervo bibliográfico que se integra por textos de todos los géneros literarios, revistas de arte y de difusión de la ciencia, sociología, filosofía, gastronomía e incluso manuales de varios oficios.

Mientras la escuela y la bibliotecas públicas siguen en el siglo XVI, el futuro digital de la lectura llegó para quedarse:

“Soy un ferviente partidario de estas nuevas prótesis que son los libros electrónicos, pero apenas estamos contemplando los primeros balbuceos de un artilugio que sin duda se desarrollará extraordinariamente y adquirirá formas más sofisticadas, prácticas y amables”, dijo el antropólogo y sociólogo Roger Bartra. Si el libro “es una prótesis que forma parte de nuestras redes exocerebrales”, expuso, no debe extrañarnos que el libro pueda evolucionar hasta convertirse en un artefacto electrónicamente sofisticado que mantenga la sencillez original del invento, pero la combine con los extraordinarios recursos de la digitalización. Lamentó que en sus intervenciones públicas, los gobernantes, los hombres de negocios o políticos rara vez citen un libro o inviten a la lectura, con lo cual los libros sólo habrán sido útiles como parte de la escalera hacia el poder, pero una vez pisoteados se han vuelto para ellos inútiles y superfluos.

Una revista precursora de la revolución digital se pasa a los bits y abandona el papel:

Después de 30 años, la edición impresa de la famosa revista ‘PCWorld', en su edición estadounidense, dejará de realizarse; pasará a un formato exclusivamente digital, así lo informó la compañía IDG. En un comunicado, agregó que ningún miembro de los que hacían la versión en papel se verá afectado por esta determinación. El equipo se concentrará ahora en la web y en elaborar contenidos multimedia en alta resolución que se podrán leer en múltiples dispositivos móviles, como tabletas iPad, Kindle Fire y con el sistema operativo Android.

Llega Amazon a México y trata de aprovechar la situación de que el 90% de las poblaciones mexicanas no tienen una librería:

Con un catálogo de más de 2 millones de títulos de libros electrónicos disponibles, de los cuales más de 70 mil están escritos en español, Amazon, a través de su tienda de ebooks Kindle, inicia hoy operaciones en México. "Hace muchos años que vendemos productos a los consumidores mexicanos desde amazon.com, pero hoy nos mexicanizamos y llegamos de manera más directa. En la tienda Kindle encuentras todos los precios en pesos mexicanos", dijo Pedro Huerta, director de Contenido para Kindle en Latinoamérica. Amazon, fundada en 1995 en los Estados Unidos, es una de las tiendas de ventas por Internet más grandes del mundo. Por el momento, en el sitio web amazon.com.mx estarán a la venta solamente libros digitales. La aplicación oficial de Kindle para dispositivos móviles está disponible para equipos con sistema operativoAndroid, iOS, Windows Phone y BlackBerry.  Amazon recomienda un lector electrónico llamado Kindle que está a la venta en las Librerías Gandhi. El modelo básico cuesta mil 399 pesos y el Paperwhite, 2 mil 399 pesos. "Cuando analizamos a México notamos que más del 90 por ciento de las poblaciones en este país no tiene una librería, eso es una oportunidad única para darle más acceso a contenidos a los mexicanos. Una de las ventajas de la tecnología de Kindle es que estés donde estés, mientras tengas una conexión a Internet, puedes acceder a tus libros. Esa es la fuerza que tiene Amazon al llegar a México".

¿Y qué esperas para disfrutar de una buena historia? Toma un libro, sea digital sea en papel. No esperes a mañana.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No me parece que la falta de interés en la lectura se solucione aumentando los recursos a las bibliotecas públicas, ya que si bien, éstas lo necesitan, el hecho de aumentar sus recursos no logrará que las personas entren y comiencen a leer.
Ahora bien, la tecnología nos permite como bien lo dice la nota, descargar libros de internet o tener aplicaciones para leer libros en prácticamente cualquier lugar.
Por el contrario, considero que la falta de interés en la lectura es un asunto cultural, nuestra sociedad en su mayoría no lee, es lo que decimos y quizá quienes leen no consuman libros que enriquezcan su acervo cultural. Esto tiene que ver con que no nos han enseñando a disfrutar la lectura, en las escuelas por ejemplo, nos obligan a leer textos que en muchas ocasiones no nos interesan o que no se adecuan a la edad de los estudiantes y por tanto no los pueden comprender. Habría que considerar estos aspectos y pensar cómo pueden modificarse para poder enseñar a las personas a leer y a disfrutar de esta actividad tan enriquecedora a nivel educativo, cultural y personal.

Paco Martínez dijo...

Estimado anónimo, estoy de acuerdo con tus comentarios. El principal problema es que no hemos logrado que las personas disfruten de la lectura. La lectura se ha reducido a una actividad escolar que solo tiene el objetivo de realizar las tareas o de pasar un examen. La lectura es una de las actividades que nos permiten crear cultura, transformar nuestra realidad y crear sentido y significados compartidos.

Anónimo dijo...

. COMO DESARROLLAR INTELIGENCIA ESPIRITUAL
EN LA CONDUCCION DIARIA

Cada señalización luminosa es un acto de conciencia

Ejemplo:

Ceder el paso a un peatón.

Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.

Poner un intermitente

Cada vez que cedes el paso a un peatón

o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.


Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.


Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.


Atentamente:
Joaquin Gorreta 55 años