martes, noviembre 05, 2013

los perennes problemas de la infraestructura escolar en México: escuelas que poco responden a las necesidades de los estudiantes

Si bien toda la atención de los medios se ha centrado en la propuesta de reforma laboral-escolar; persisten problemas estructurales dentro del sistema educativo mexicano. Por ejemplo, la perenne falta de infraestructura. En 200 años, las escuelas mexicanas sobreviven a la falta de mantenimiento o a que nunca se completaron las obras. En la segunda década del siglo XXI, todavía hay que invertir grandes sumas en la infraestructura escolar:

El sistema educativo nacional cuenta con una matrícula de 25.8 millones de alumnos de educación básica y 1.2 millones de trabajadores, pero, no todas las escuelas públicas tienen las condiciones para brindar enseñanza de calidad. El Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) revela que al menos 35 por ciento de los alumnos de prescolar general son atendidos en planteles ubicados en zonas de muy alta y alta marginación, donde no se tiene acceso a todos los servicios básicos, y lo mismo ocurre con 39 por ciento de los alumnos de primaria generales. Por lo que respecta a los estudiantes de secundaria, advierte que 75.2 por ciento de las telesecundarias del país se concentra en comunidades de muy alta y media marginación, y pese a los avances aún no se logra ofrecer centros escolares adecuados para todos, en especial a los que acuden los niños indígenas y las comunidades rurales.

Y parece que el gasto del gobierno está ayudando a los docentes, pero no se refleja en ayuda a los niños y niñas de México:

De los 220 mil planteles escolares de educación básica que hay en México, 113 mil de ellas (59 por ciento) son “no escuelas”, debido a que no ofrecen las mínimas condiciones para cumplir con el proceso de enseñanza-aprendizaje, alertó Mexicanos Primero. David Calderón, director general de esa asociación civil, detalló que las “no escuelas son aquellas que tienen altos índices de deserción, donde hay cambios de profesores titulares de grupo sin que llegue inmediatamente un sustituto; aquellas en donde no llegan los servicios de apoyo, como los supervisores y el uso del tiempo no se orienta mayoritariamente al aprendizaje. Son aquellas que tampoco cuentan con condiciones de infraestructura suficientes.  “Muchos son establos, bodegas, contenedores o carros de ferrocarril, y aun cuando hay otras de ladrillo, no logran las condiciones de operación”, agregó Calderón, quien subrayó que para ser real, el derecho a la educación debe ser de calidad, no simplemente hay que estar matriculado. El experto consideró “ineficaz, inequitativo, ineficiente, opaco y corrupto el uso del dinero que se destina a la educación”, y destacó que cada año para todo el sector educativo se desembolsan al menos 635 mil millones de pesos, de los cuales más de 363 mil millones de pesos se destinan a educación básica, sin embargo dijo que de cada 100 pesos, apenas se gasta uno en libros, materiales y tecnología, tres en infraestructura, y cuatro y medio en becas, mientras 84.30 pesos se van al pago de sueldos y salarios.     Al respecto, expresó que este pago de salarios tampoco se refleja en una mejora educativa ni en el derecho de los niños a aprender, pero sí en actos de corrupción, “pues basta recordar los tres mil 150 millones de pesos anuales que se desvían a comisionados sindicales y otros casos de capturas de rentas y otras formas ilegales de obtención de recursos, cuyos beneficios son para unos pocos”.  Carlos Elizondo, investigador del CIDE, señaló que la educación ya está privatizada en favor de los maestros, pues destacó un punto del estudio presentado ayer donde se muestra cómo se han elevado los salarios de los docentes. En 1992, el salario de un maestro era 4.3 veces el salario mínimo, mientras que en 2012 esta cifra se elevó a más del doble (9.8 veces). “Se invierte en maestros, pero no en los niños, porque ellos protestan poco o no protestan”, sostuvo el especialista.

Por otra parte, la gran idea del siglo XX no funcionó para mejorar la educación mexicana. Las telesecundarias vistas en la década de 1970 como la solución mágica, son abandonadas a su suerte:

Las escuelas telesecundarias rurales del estado de Zacatecas están cerrando. Son parte de un subsistema formado por 516 escuelas, la mayoría unitarias o bidocentes (atendidas por uno o dos maestros). Funcionan con escasos recursos y cada vez menos alumnos. Las telesecundarias rurales de Zacatecas comenzaron a cerrar por la alta migración y algunos maestros concentran a los estudiantes hasta de cuatro escuelas locales en una sola para evitar la cancelación del servicio. Antonio Jacobo de Luna, subsecretario de planeación de la Secretaría de Educación y Cultura (SEC) estatal, informó que en el ciclo escolar que se inició en agosto pasado cerraron por falta de alumnos alrededor de 40 escuelas telesecundarias y 50 primarias rurales de la entidad. En la telesecundaria unitaria rural 23 de Junio, ubicada en la comunidad Ojo de Agua, municipio de Genaro Codina, 31 niños y niñas de los tres grados de secundaria, vecinos de cuatro localidades distintas, toman clases hacinados en un aula de cuatro por cuatro metros. Hace cinco años que el televisor (herramienta didáctica básica de este subsistema) no funciona, tampoco la antena parabólica. Los baños están en condiciones deplorables y sólo funcionan dos computadoras, sin Internet. El profesor Agustín Delgado Martínez recorre diariamente más de 40 kilómetros en su camioneta pick-up las comunidades La Laguna, Ojo Seco y Santa Teresa para transportar a buena parte de sus alumnos a Ojo de Agua, con tal de que continúen sus estudios.

Otro problema grave  del sistema escolar es que existen muchos problemas relacionados con la luz eléctrica y el agua. Muchas veces son los docentes o los padres de familia los que tienen que pagar estos servicios:

El alcalde David Sánchez Guevara solicitó a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) una tregua para que no corte el servicio a 15 escuelas de educación básica que adeudan más de tres millones de pesos, que debe pagar la Secretaría de Educación estatal. Informó que negociará con las autoridades estatales, corresponsable de estos gastos. Precisó que los adeudos de los 15 planteles van de 80 mil a 300 mil pesos y lamentó que la CFE dejara a oscuras al menos a 10. Sánchez Guevara recordó que el 10 de septiembre un grupo de padres de familia bloqueo una vialidad para demandar a la paraestatal restablecer el suministro a la primaria Maximiliano Ruiz Catañeda, que adeuda 300 mil pesos. El munícipe sostuvo que el ayuntamiento no cuenta con recursos públicos suficientes para pagar las cuentas de las escuelas, e insistió en que es responsabilidad de las autoridades estatales. Mejor entregamos las llaves. Es un gasto muy alto que no puede soportar el municipio, dijo Sánchez Guevara. La intervención del gobierno municipal permitió que la CFE regresara el servicio a 10 planteles mientras se negocia el pago.

Directivos de preparatorias de Reynosa, Tamaulipas, suspendieron clases, en perjuicio de miles de alumnos, por falta de agua en sus planteles. El director del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep) local, Narciso Ortega, explicó: Tenemos 800 alumnos por turno y no hay agua ni para el baño. Por eso les pedimos que mientras dure la falta de agua en la ciudad mejor se abstengan de venir.

Mientras tanto en el Distrito Federal se trata de poner en marcha un proyecto amplio de Cosecha de agua de lluvia en las escuelas:

La Comisión de Participación Ciudadana de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) impulsará el proyecto Cosecha de agua de lluvia, propuesto por investigadores de la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). La diputada Lucila Estela Hernández, presidenta de esa comisión, dio la bienvenida al proyecto, toda vez que contribuirá a buscar una solución a corto plazo de los agudos problemas que se han acumulado en el área metropolitana relacionados con el abasto y demanda de agua.  Explicaron que el proyecto prevé la instalación de 50 sistemas de cosecha de agua de lluvia en las 16 delegaciones políticas de la capital, y en una primera etapa se pondría en marcha en 10 escuelas de la sierra de Santa Catarina, en Iztapalapa. La propuesta consiste en un sistema de captación de lluvia por medio de tecnologías sustentables. Pedro Moctezuma, de la Unidad Iztapalapa, dijo que con este proyecto se confirma que es posible cambiar el modelo de gestión del agua en la Cuenca del Valle de México. El actual modelo "es perverso", consideró, porque se basa en un esquema "extracción-desecho", que consiste en bombear el agua "a mil kilómetros bajo nuestra cuenca y hasta 127 de distancia", para después expulsarla al Golfo de México sin un tratamiento dentro de la cuenca.

Será difícil cambiar la situación general del aprovechamiento escolar mientras el diseño de las escuelas y su organización sigan las pautas del siglo XIX. En 100 años el diseño de los centros escolares no ha cambiado en absoluto. Las escuelas se siguen construyendo como pequeñas fábricas en donde se invierte lo menos posible y no se piensa en los estudiantes. Y menos se piensa en el desarrollo ecológico y autosustentable.





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