viernes, agosto 24, 2012

México: fábrica de ninis y el movimiento de apirantes excluídos de la educación superior en México

En la década de 1970 llegó la debacle del sistema universitario en México, después de lo sucedido en 1968 el viejo régimen tiró la toalla en educación superior, y a partir de 1980 decidió abandonar la revolución mexicana por abrazar la revolución monetaria. Desde entonces, los gobiernos federales y estatales han tratado de obligar a la sociedad mexicana a impulsar la educación superior privada. Dejando a los ciudadanos la tarea de construir universidades y a pagar las cuotas de tales universidades.... el problema es que no se resolvió el problema crónico de pobreza e ignorancia, y especialmente la falta de democracia plena. Por ello, en arranque del siglo XXI tenemos cifras en educación superior que responden a 1950. Hoy solamente el 27% de los jóvenes mexicanos en edad para ingresar a las universidades tienen alguna oportunidad, el resto forma parte de los aspirantes rechazados y poco a poco se convierten en ninis:

Por tercer año consecutivo, Viridiana López participó en el concurso de ingreso a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Nunca como en el reciente proceso había estado tan cerca de alcanzar su sueño: entrar a la carrera de artes visuales. En compañía de un grupo de jóvenes que se reunió  para esperar los resultados, la chica entró a Internet y revisó su folio: 103 aciertos en un examen de 120 reactivos. Aunque se trata de una calificación alta, por sólo un acierto quedó una vez más excluida de la licenciatura. Casos como el de Viridiana López, de 22 años, enfrentaron miles de egresados del bachillerato que realizaron el examen de selección para la máxima casa de estudios. Más de 100 estudiantes agrupados en el Movimiento de Aspirantes Excluidos de la Educación Superior (MAES) realizaron un semáforo informativo para dar a conocer la realidad de la falta de espacios en la educación superior y demandar a las autoridades educativas una solución de fondo a este problema.

Los jóvenes rechazados del siglo XXI se oponen a permanecer callados, divididos y olvidados. Se han organizado para exigir espacios en las universidades:

Una centena de jóvenes que no fueron aceptados en la Universidad Nacional Autónoma de México demandarán una mesa de negociación con la Secretaría de Educación Pública (SEP) para exigir espacios en las universidades públicas. Tras cuatro horas en una asamblea realizada frente a las instalaciones de la rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), los jóvenes determinaron incrementar sus movilizaciones para exigir al gobierno federal la transformación del modelo educativo “responsable de la exclusión de la educación”. Atribuyeron que con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio se iniciaron políticas restrictivas para la educación superior pública. Otro grupo de jóvenes se manifestaron frente a la SEP para demandar espacios en el Instituto Politécnico Nacional.

Y poco a poco han subido el tono de sus protestas:

Los aspirantes a educación superior rechazados en las universidades de la zona metropolitana de la ciudad de México mantuvieron ayer sus medidas de protesta, para exigir la ampliación de espacios en esos centros de enseñanza.  Los integrantes del Movimiento de Aspirantes Excluidos de la Educación Superior (Maes) marcharon ayer de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM)-campus Xochimilco, a la sede de la rectoría general de esa casa de estudios. Una treintena de ellos llevó a cabo un encadenamiento simbólico para exigir un incremento en la matrícula universitaria. Al mismo tiempo, unos 200 activistas del Movimiento de Estudiantes No Aceptados (Mena) caminaron desde la estación del Metro Copilco a la Torre de Rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), para exigir que las autoridades ampliar la matrícula. Por los marchistas del Maes, Atzelbi Hernández, informó que durante la reunión del consejo académico de la Autónoma Metropolitana una comisión de aspirantes expuso sus demandas y argumentos para que dicha institución encuentre una forma más eficaz para solucionar la creciente demanda de espacios educativos.

Hace 30 años los estudiantes excluídos se concentraban en la zona metropolitana de ciudad de México, hoy el problema se ha reproducido en la mayoría de los estados de la república mexicana... los gobiernos estatales como uso y costumbre siguen "la línea" del gobierno federal, por ello, también copian el grave error de no crear suficientes universidades en sus estados:

Estudiantes rechazados de instituciones públicas de Zacatecas, Durango y Nayarit se manifestaron en demanda de lugares para estudiar. En Zacatecas, estudiantes rechazados convocaron a una reunión en la ciudad de México, frente a las embajadas de Cuba y Venezuela, a fin de solicitar a esos países crear y financiar en México una escuela latinoamericana de medicina, ante la falta de sensibilidad e inversión del gobierno mexicano. A pesar de sus buenas calificaciones, los zacatecanos Raymundo Díaz y Liliana Escobar no pudieron ingresar hace seis años a la Facultad de Medicina Humana de la Universidad Autónoma de Zacatecas. Con apoyo del Partido del Trabajo, ellos y otros 40 jóvenes fueron a Cuba a estudiar medicina, sin costo, y ahora, como egresados de la Escuela Latinoamericana de La Habana, regresaron para participar en brigadas sanitarias. En tanto, aspirantes rechazados de la Universidad Juárez del estado de Durango y del Instituto Tecnológico se manifestaron en la plaza IV Centenario para pedir a las autoridades ampliar la matrícula y la infraestructura de las instituciones públicas, pues más de 4 mil aspirantes quedaron fuera.

Alumnos rechazados de la facultad de medicina de los estados de Guerrero y Oaxaca se manifestaron afuera de la Universidad Guerrerense (UAG) y la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), respectivamente, para exigir una solución a sus demandas de ingreso. En Guerrero, los alumnos no admitidos a la Unidad Académica de Medicina de la UAG tomaron las instalaciones de esta institución, además de bloquear por un periodo de más de dos horas la avenida Ruiz Cortines del puerto de Acapulco. Más de 60 jóvenes que pertenecen a la Federación Estudiantil Universitaria Guerrerense (FEUG), encabezados por Sebastián de la Rosa Cruz, alumno de la Unidad Académica de Administración y Contaduría, se plantaron con pancartas para demandar un lugar en la UAG. Debido al bloqueo los automovilistas que circulaban por esa carretera tuvieron que ser desviados por rutas alternas para evitar caos vial. Los estudiantes rechazados de la unidad académica exigieron que Maximina Gil Nava, directora de la facultad de enfermería, o el rector, Ascencio Villegas Arrizón, sostengan una audiencia con los más de 60 jóvenes que no fueron aceptados. Los estudiantes egresados de preparatorias de la UAG acusaron que hubo irregularidades en el proceso de selección, ya que algunos aspirantes que obtuvieron puntuaciones superiores a otros no fueron aceptados.

Las protestas crecen en número y se reproducen en muchos estados de la federación. La SEP ya no puede hacerse de la vista gorda, otro uso y costumbre del viejo régimen. Y se plantea crear una mesa de negociación con los aspirantes rechazados:

El titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), José Ángel Córdova Villalobos, responsabilizó a los movimientos de aspirantes no aceptados a la educación media superior y superior de romper las negociaciones con las autoridades educativas. Los jóvenes negaron lo anterior y anunciaron que se quedarán en un plantón indefinido frente a la SEP.  La SEP informó en un comunicado que los jóvenes entregaron listas preliminares con 2 mil 245, de los cuales mil 331 fueron presentados por el Movimiento de Aspirantes Excluidos de la Educación Superior (Maes) y 914 por el Movimiento de Estudiantes No Aceptados (Mena). Los inconformes señalaron que fue la dependencia la que propuso declararse en una mesa permanente en receso, luego que no alcanzaron un acuerdo respecto de su solicitud de permitir el ingreso a aspirantes rechazados de la Escuela Normal Superior de México (ENSM), institución que ofreció 680 lugares, pero sólo asignó 350.

¿Se encontrará una solución al abandono de 40 años del sistema de educación superior en México? ¿La sociedad mexicana y las empresas se pueden dar el lujo de seguir administrando la pobreza y la ignorancia? El problema es sistémico y no depende de únicamente del sistema escolar, ya que se requiere además de universidades, se necesita utilizar los jóvenes cerebros universitarios en trabajos complejos e interesantes, que además tengan salarios dignos. De otra forma, estaremos formando a los vendedores de seguros o vendedores ambulantes más ilustrados de América del norte.



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