martes, mayo 14, 2013

de mujeres, ciencia y descendencia

México se ha perdido de las grandes revoluciones del siglo XIX y XX. La revolución mexicana fue un modesto movimiento que mezclaba los nuevos ideales y creencias arcaicas. Las creencias que persisten son las del siglo XVI y la sociedad mexicana sigue siendo machista con añoranza por la madre abnegada y sufrida. Por ello, las mujeres mexicanas tienen grandes dificultades para estudiar y emanciparse, mientras que en China siguen apareciendo mujeres astronautas:

China enviará al espacio a su segunda mujer astronauta, Wang Yaping, en la nave "Shenzhou X", junto a otros dos cosmonautas. La misión durará 15 días y será la quinta tripulada de la carrera espacial china. Wang, teniente de la Fuerza Aérea de 35 años, natural de la ciudad de Yantai, en la provincia oriental de Shandong, casada y con un hijo, volará junto a otros dos colegas varones en la "Shenzhou X" que tiene planeado acoplarse, como su predecesora, con el laboratorio espacial chino "Tiangong I" ("Palacio del Paraíso"). "Los tres astronautas permanecerán en órbita quince días, de los que 12 los pasarán en el interior del Tiangong I", indicó el jefe de diseño del Programa Espacial Tripulado, Zhou Jianping.

Las mujeres mexicanas tienen muchas dificultades para estudiar y trabajar en el ámbito científico:

El trabajo científico es otro de los tantos sectores en los que las mujeres enfrentan dificultades para desarrollarse. En el mundo, 71 por ciento de los científicos son hombres y 29, mujeres. En México, los datos del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) arrojan que de sus casi 20 mil miembros, 34 por ciento son féminas y el resto varones; además, el porcentaje disminuye conforme se avanza en los niveles de este sistema. Se dio la entrega del Premio Mujeres en la Ciencia 2012, auspiciado por la empresa L’Oréal, la Unesco y la Academia Mexicana de Ciencias, a cinco mexicanas menores de 40 años que han destacado en diferentes áreas del conocimiento. En el área ciencias naturales las galardonadas fueron: Ana Elena Escalante Hernández, del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), por sus estudios sobre la diversidad y funcionalidad microbiana en suelos áridos de México, de los genes a la función ecosistémica; Carolina Guzmán Arriaga, de la Unidad de Medicina Experimental UNAM-Hospital General de México, por sus investigaciones sobre la relación entre la progresión del proceso fibrogénico hepático y las concentraciones séricas de las proteínas de unión al factor de crecimiento insulinoide, y Citlali Trueta Segovia, del Departamento de Investigaciones en Neurociencias, Neurofisiología del Instituto Nacional de Siquiatría Ramón de la Fuente Muñiz, por su trabajo sobre la regulación de la liberación de serotonina a partir de distintas pozas vesiculares en una misma neurona. En tanto que en el área de ciencias exactas se reconoció la labor de Isabel Alicia Hubard Escalera, del Instituto de Matemáticas de la UNAM, por su propuesta de álgebra, combinatoria y geometría de los politopos abstractos de dos órbitas. Y en ingeniería y tecnología la beca fue para Erika Bustos Bustos, del Departamento Investigación y Formación de Talento Humano del Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico en Electroquímica SC, por sus estudios de la viabilidad técnica para el tratamiento electroquímico de desechos radiactivos.

Una de las dificultades de las mujeres científicas mexicanas es la maternidad (¿?¿?¿?):

La astrónoma Julieta Fierro, destacada investigadora y divulgadora de la ciencia, piensa que hay nuevas disciplinas en la ciencia que resultan atractivas también a las mujeres, sin embargo, uno de los problemas es que ellas, al obtener sus doctorados, lo primero que quieren hacer es tener hijos, lo cual las coloca en desventaja. Fierro apunta que no es un deseo condenable, pero retrasa la vida académica de estas mujeres, que al comenzar más tarde, quedan marginadas de premios y reconocimientos que en general se dan a los jóvenes. Lentamente, "este problema de la productividad se va acumulando y el sexo masculino tiene más estímulos, más distinciones y lo están haciendo bien", aseguró Fierro. También hay un problema con el actual Sistema Educativo Nacional, porque habría que cambiarlo y dejar de copiar a la Edad Media. "Es decir los programas los vamos adaptando y adaptando, pero son los mismos de antaño, ahora las habilidades son otras, por ejemplo está la información al alcance de todos, pero hay que saber lo que uno necesita, hay que saber pensar y aprender a ser creativo, esas son las nuevas disciplinas", aseguró.

La ciencia mexicana sigue siendo cosa de hombres (muy pocos, ya que la sociedad mexicana tiene más esperanzas en las veladoras, la lectura del tarot y la bola de cristal que en la ciencia):

Aunque se ha avanzado en la incorporación de las mujeres a la producción científica en México, aún no es suficiente, debido a que las políticas gubernamentales de investigación y desarrollo no han considerado las necesidades específicas del sector femenino en este ámbito, consideró la doctora Rosaura Ruiz Gutiérrez, directora de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Añadió que un estudio realizado por la AMC en 2012 reveló que con el fin de mejorar el desarrollo científico y tecnológico del país se deben tomar medidas para mejorar la representación femenina y generar un equilibrio entre los sexos en el ámbito de la investigación. Un reflejo de la inequidad que se vive en México es que en la propia AMC, que cuenta con poco más de dos mil integrantes, sólo 22.4 por ciento son mujeres, dijo la investigadora. En la actualidad, ese sector representa 13.86 por ciento de los mil 46 miembros de la AMC consagrados a la investigación en ciencias exactas; 25.82 por ciento de los 697 dedicados a las ciencias naturales, y 40.24 por ciento de los que se enfocan a las ciencias sociales y a las humanidades.

Y es que la ciencia importa. Y para hacer ciencia necesitas cerebros (masculinos y femeninos). El desarrollo de las sociedades del siglo XXI dependen de la generación del conocimiento:

Un equipo de científicos del Reino Unido lograron hacer crecer un diente a partir de células humanas y de ratón, lo que se considera un paso adelante para mejorar tratamientos odontológicos en las personas. En su experimento, publicado en la revista Journal of Dental Research, los expertos del King’s College London consiguieron cultivar un diente híbrido humano-ratonil con esmalte e incipientes raíces a partir de células obtenidas de tejido de encías humanas y de células madre dentales de embriones de ratón.

Es el conocimiento y no la administración de la ignorancia lo que puede permitir salir del tercermundismo a los Estados Unidos Mexicanos.






No hay comentarios: