miércoles, junio 19, 2013

la propuesta de evaluación de docentes de educación básica tiene dos posturas, el INEE no quiere correr maestros, el líder del SNTE ya piensa que si se puede correr maestros....

Durante  le siglo XX México intentó llegar a ser un país industrializado. El sistema político emanado de la revolución mexicana se anquilosó y se volvió un lastre en la década de 1970. Desde entonces, la cleptocracia en el poder se robó todas las oportunidades de crear un país industrial y quedamos como el perro de las dos tortas. El siglo XXI marca el inicio de una nueva sociedad postindustrial. ¿La sociedad mexicana podrá crear las condiciones para el cambio o de nuevo la vieja cleptocracia nos dejará en el tercemundismo?

Si México quiere ser parte de una sociedad del conocimiento debe impulsar una profunda reforma educativa, basada en el diálogo social y la participación de todos los sectores involucrados, advirtió Jorge Sequeira, director de la oficina regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), quien advirtió que ésta debe ir más allá de agendas políticas y de una administración. Capacitar a un maestro y transformar su práctica docente, dijo, no es tarea de un año, sino de muchos, y se debe tener visión y continuidad en las políticas educativas. En las naciones asiáticas hubo cambios de gobierno, apuntó, y se fueron muchos funcionarios, cambiaron programas, pero la orientación de hacia dónde dirigir la educación fue la misma.

El atisbo de cambio en la vieja relación entre el sindicato de maestros y la federación se presenta con los nuevos mecanismos de evaluación de los docentes:

La propuesta de Ley General de Servicio Profesional Docente que la Secretaría de Educación Pública (SEP) planteó a senadores y diputados federales, junto con integrantes delConsejo Rector del Pacto, la urgencia de que la evaluación rija la vida del sistema educativo nacional.Establece que las escuelas se sujetarán a una dinámica permanente de evaluación interna, así como a los procesos de evaluación para los docentes. También considera que la evaluación y el cumplimiento de cursos de capacitación serán los parámetros para que los maestros ingresen y permanezcan en el sistema, pero también para que puedan ascender en sus funciones, y someterse a ellas para mantenerse en posiciones de dirección. Define al docete como un promotor, coordinador, facilitador y agente directo del proceso educativo; fija niveles de desempeño mínimo para el ejercicio de la docencia; le crea al INEE 22 atribuciones en materia de desarrollo docente y 16 atribuciones a las autoridades locales, entre ellas proponer los elementos complementarios para el proceso de desarrollo docente.

Sin embargo, una de las deficiencias del sistema político y administrativo de la federación y sus 32 entidades federativas es la puesta en marcha de las legislaciones y programas. Como un uso y costumbre de la sociedad mexicana, la mayoría de las cosas se hacen "a fuerza" (autoritarismo magico), de "mala gana" ( por las formas sociales de nuestra sociedad de casta virryenal) y al "ahí se va" (por bajos salarios y poca capacidad técnica). Y quizá los mecanismos de evaluación sean poco eficientes por realizarse a la fuerza, de mala gana y al ahí se va:

Con un modelo de evaluación centralista, que privilegia la aplicación de exámenes estandarizados para determinar quiénes pueden o no ejercer la docencia, el nuevo Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) se convertirá en otro organismo público condenado al fracaso, advirtió Hugo Aboites.  Aseguró que con la ampliación de atribuciones para coordinar el Sistema Nacional de Evaluación Educativa, el instituto será un nuevo Centro Nacional para la Evaluación de la Educación Superior (Ceneval), pero sin haber aprendido de los errores, lo que generará más controversias y críticas. El gobierno federal, apuntó, tiene la intención de convertir al INEE en el capataz de los maestros. En un gran evaluador, una especie de inspector de 15 millones de niños que cursan su educación básica, a los que someterá a pruebas estandarizadas, pero también a maestros y cuerpo directivo, pese a que especialistas e investigadores han advertido de su fracaso como herramienta para mejorar la calidad educativa.

Con nuevas facultades el INEE inicia sus trabajos:

La presidenta del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), Sylvia Schmelkes del Valle reconoció que este proceso se da antes de que se apruebe la ley del INEE, por lo que el organismo, responsable de coordinar el Sistema Nacional de Evaluación Educativa, está en el limbo hasta la  aprobación de su nueva normatividad en el Congreso de la Unión, la cual, dijo, en el peor de los casos, nos llevará a esperar hasta el proximo 26 de agosto. Sin embargo, puntualizó que es necesario establecer los mecanismos para que las recomendaciones que emita el instituto, luego de los procesos de evaluación, tengan algún impacto en la política (educativa), pero también en lo que sucede en la escuela y en el aula. No se trata, dijo, que las aportaciones del instituto sean vinculantes, pero sí que se estabezcan espacios donde se discutan las implicaciones de la política pública no sólo por autoridades educativas, también por el magisterio y la sociedad civil, pues advirtió que la iniciativa de ley del INEE se centra mucho en la evaluación docente, y no prevé que debemos coordinar un Sistema Nacional de Evaluación Educativa. También reconoce que México lleva décadas con procesos de evaluación en los que se ha identificado que hay sólo una leve mejoría en la calidad educativa.

La SEP diseña un mecanismo de autoevaluación para docentes:

Debido a que los maestros analizan muy poco su manera de enseñar, sus fallas en el salón de clase o si resulta aburrida para sus alumnos, la Secretaría de Educación Pública (SEP) diseñó una autoevaluación para que cada profesor verifique por sí mismo cuáles son los errores que está cometiendo en lo que enseña, cómo lo enseña y qué estrategias usa para evaluar y mejorar el aprendizaje de sus alumnos. La herramientas para la evaluación en educación básica se repartirá entre los maestros de preescolar, primaria y secundaria. La autoevaluación propone al docente analizar su desempeño en el aula, así como valorar qué tanto busca mejorar las deficiencias de sus alumnos y si comunica a los papás los aciertos o fallas de sus hijos. El ejercicio está dividido en cuatro bloques temáticos, a los cuales el profesor debe responder con un sí o un no, así como la frecuencia con la que lo hace, a fin de obtener su calificación en una escala del 5 al 10, donde el número reprobatorio se marca como inaceptable y el más alto como excelente, además de que también puede obtener un resultado de 9, igual a muy bien; 8, equivalente a bien; 7, igual a regular, y 6 representa suficiente. El nivel excelente indica que el maestro “cuenta con el perfil deseable de un docente”; muy bien señala que “cuenta con una cantidad satisfactoria de atributos".

El sindicato insiste en evitar los despidos por resultados de las evaluaciones:

El presidente del SNTE, Juan Díaz de la Torre, aseguró que la voz del gremio será escuchada en el Congreso de la Unión, donde buscará que la nueva Ley del Servicio Docente no despida a ningún maestro, sino que se establezca que la evaluación tiene que vinculares a una previa. Aseveró que la dirigencia del gremio está "echando mano" de todos los recursos legales para preservar y mejorar los derechos de los trabajadores de la educación, a través del diálogo con autoridades, gobierno, legisladores y organismos internacionales.

Por otra parte el INEE asegura que su evaluación no se utilizará para despedir maestros:

Ante las movilizaciones contra la reforma educativa por parte de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) aclaró que examinar el desempeño de los maestros no representa una prueba para despedirlos, ni se trata de un tribunal que va a juzgar a los profesores para sacarlos del sistema. El problema, coincidieron los cinco integrantes de la Junta de Gobierno del instituto, es que hay falta de información sobre la evaluación a maestros, porque algunos dicen que se busca privatizar la educación sin tener argumentos. Al respecto, Gilberto Guevara, integrante de la Junta de Gobierno del instituto que será autónomo con la reforma al artículo tercero constitucional, aseveró que la evaluación no será “una guillotina que va a cortar cabezas” sino un ejercicio que busca ayudarlos a ser mejor en su manera de enseñar. “El mensaje para los maestros descontentos es que no hay por qué preocuparse por la evaluación. La evaluación no es un tribunal que va a juzgar a los profesores o una guillotina que va a cortar cabezas, al contrario, es un instrumento que se va a utilizar para apoyar a los profesores”, puntualizó.

Después de varios meses de reflexión el nuevo lider vitalicio del SNTE asegura que dejaron de ser dinosaurios y que van volando a ser un sindicato del siglo XXI. Es decir, ya acepta que la evaluación puede determinar la permanencia en servicio de los docentes:

El dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Juan Díaz de la Torre, calificó de posición del paleolítico el rechazo que en diciembre pasado Elba Esther Gordillo presentó en contra de que una evaluación determine la permanencia en el servicio docente. Si hay algo que no se detiene es el cambio. La reforma está promulgada e incorpora ese término, expresó. Reiteró que México debe entender, y también todos nosotros, incluidos los medios de comunicación, que la reforma es necesaria y que cada quien debe asumir el papel que le corresponde. Insistió en que el gremio magisterial apoya los objetivos y el espíritu de las reformas a los artículos tercero y 73 constitucionales, que entre otros temas modifican las condiciones de ingresos, selección, permanencia y promoción del servicio docente. En conferencia de prensa conjunta con el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Juan Pablo Castañón, Díaz de la Torre aseguró que en la elaboración de las leyes secundarias el gremio demandará que permanezcan dos ejes centrales. El primero es la posibilidad de que los compañeros tengan derecho a seguir ascendiendo tanto horizontal (acceder a estímulos salariales ejerciendo el mismo cargo) como verticalmente, es decir, ser promovidos a puestos directivos a través de la evaluación. El segundo es que cuando en alguno de estos ascensos se lesione un derecho laboral adquirido el sindicato pueda seguir tutelando los derechos.

Como ocurre con demasiada frecuencia en México, los líderes políticos se alinean (autoritarismo mágico) a ideas poco reflexionadas y discutidas. Como resultado vemos a la junta del INEE afirmando que no se evaluará para correr maestros y al mismo tiempo al líder vitalicio afirmando que es del paleolítico esa postura y que para avanzar hay que correr maestros por medio de evaluaciones.


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