jueves, mayo 26, 2011

la discriminación de los mexicanos no ha podido ser contrarrestada desde el sistema escolar


Una de las grandes promesas de la educación pública en los países democráticos fue erradicar la discriminación entre los seres humanos. Un país democrático no existe si hay personas o grupos sociales privilegiados, tampoco se hay personas y grupos sociales que sufren injusticias sociales. Desgraciadamente, en los 200 años de existencia de México como país independiente no ha erradicado la discriminación y el racismo. La sociedad mexicana mantiene vigente una sociedad aristocrática basada en el privilegio y el poco respeto a los Derechos Humanos y los Derechos del Niño:

De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Discriminación en México (Enadis) 2010, realizada por el organismo citado, 27 por ciento de menores dice que sus padres los han hecho llorar, 26 por ciento reconoce que le han pegado, 17.9 recibieron de ellos amenazas de golpes y 18 por ciento dice los han insultado de palabra. Culturalmente, persiste la idea de que los niños y las niñas son objetos propiedad de las y los adultos, y que están sujetos al arbitrio y voluntad de las reglas paternas y maternas indicó el Conapred.

La sexualidad sigue siendo un gran tabú mexicano:

Casi la mitad de los mexicanos (43.7%) manifestaron que no estarían dispuestos a permitir que en su casa vivieran personas homosexuales, y uno de cada ocho (12.4%) respondió estar de acuerdo con la frase “muchas mujeres son violadas porque provocan a los hombres”, revela la Encuesta Nacional de Discriminación 2010 que incluyó la visita a 13 mil 751 hogares con información en torno de 52 mil 95 personas de todas las entidades federativas. Los resultados permitieron la comparación entre 11 regiones geográficas, las 10 zonas metropolitanas de mayor población y cuatro zonas fronterizas. Del total de personas encuestadas, 43.7 manifestó que no estaría dispuesto a permitir que en su casa vivieran personas homosexuales, 35.9% dijo que no dejaría que enfermos de sida habiten su hogar y 26.6% no alojaría extranjeros.

El aspecto físico es motivo de muestras de intolerancia y discriminación; México un país con un sol candente durante todo el año, percibe que ser "morenito" es desventajoso, a pesar que la melanina impide que los mexicanos mueran como moscas por el cáncer de piel:

Aunque en México hay más personas en condición de pobreza que en una situación económica holgada, así como un elevado número de habitantes con problemas de obesidad y la mayor cifra de indígenas en América Latina, al mexicano, hay que decirlo y según muestra un estudio, no le gusta el que se ve pobre, el que es “gordito” o el que es “morenito”. “En un país donde parece que la discriminación racial no es un tema tan fuerte como en Estados Unidos, el color de piel tiene un peso muy importante en la posibilidad de acceder a bienes y servicios o ejercer derechos. La percepción del mexicano es que ser menos moreno es un beneficio”, afirmó Ricardo Bucio Mújica, titular del Consejo Nacional Para Prevenir la Discriminación (Conapred). Lo que más alarma es que cada vez más mexicanos tocan la puerta de ese organismo para quejarse de que otro mexicano los insultó sólo por su apariencia. En un año, el número de expedientes que el Conapred abrió por presuntos actos de discriminación por apariencia física se disparó 757 por ciento. No tener dinero y la apariencia física, precisamente, son las principales causas que han hecho sentir a los mexicanos que sus derechos no son respetados, reveló la Encuesta Nacional sobre Discriminación en México, Enadis 2010, que será presentada hoy en el Museo Memoria y Tolerancia.

La discriminación contra grupos de la población como niños, mujeres, personas de la tercera edad, discapacitadas y con preferencias sexuales distintas aún persiste en la ciudad de México, pese a las acciones emprendidas por las autoridades, como la ley para prevenir y erradicar esta práctica, señaló la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF). En su informe de labores 2010, el organismo indica que el número de quejas en ese sentido se incrementó en más de 26 por ciento respecto de 2009, al pasar de 519 a 710 expedientes abiertos. Ante esto, la CDHDF manifestó su preocupación por la ausencia de un enfoque estructural y de derechos humanos en la atención a esta problemática, que se pretende resolver con una perspectiva asistencialista que no tiene como objetivo la construcción de ciudadanía, lo cual calificó de retroceso.

Para fomentar nuestro optimismo en la democracia mexicana, persiste la discriminación hacia las mujeres:

La determinación del bienestar de una persona a partir del ingreso que percibe es insuficiente, revela un estudio del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres). La privación del bienestar, un estudio con perspectiva de género determina que bajo distintas concepciones existen diferencias sustanciales por género en la privación de bienestar, en detrimento de las mujeres. Esta circunstancia se observa mediante del tiempo dedicado a actividades que demeritan el bienestar. En promedio, los hombres realizan más trabajo remunerado que las mujeres (400 por ciento), mientras ellas hacen más trabajo no remunerado (78 por ciento). La privación de empoderamiento se traduce en poca o nula capacidad de tomar decisiones en el hogar y de tipo personal; mientras la privación de relaciones humanas tiene que ver con la posibilidad de tejer redes sociales. Sobre tomar decisiones personales, en diversas ocasiones las mujeres deben pedir permiso, mientras los hombres no lo hacen.

Mientras no se acepte que la sociedad mexicana es sumamente racista y que utiliza el disimulo y la broma pesada, no se erradicará la discriminación. El sistema escolar no ha sido la herramienta adecuada para eliminar el gustillo por mantener una sociedad aritocrática y fortalecer la democracia.


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