domingo, noviembre 21, 2010

la danza del centenario: en el olvido y sin financiamiento


Hace 100 años llegó la revolución y trajo consigo un marcado nacionalismo... que se reflejó en el arte, especialmente, en la pintura, la música y la danza. Hoy día, la revolución perdió fuerza, el mexicanismo fue sustituido por el norteamericanismo, el arte dejó de ser un símbolo de la revolución mexicana. Desde la década de 1980 los gobiernos federales y estatales han apostado por la maquila y los trabajos de bajo nivel educativo. Así, el arte ha dejado de ser considerado bien público:

El Colegio Nacional de Danza Contemporánea, fundado en 1991 por Guillermina Bravo, vive una precaria situación económica que, ante todo, requiere de voluntad política de los gobiernos federal y estatal para garantizar su continuidad. A punto de cumplir 90 años de vida y siete décadas dedicada a la danza, Guillermina Bravo es enfática: De nada sirve todo el tiempo que he luchado por conseguir apoyos económicos para mi trabajo; ahora ando mendigando para lograr sacar adelante la escuela (Colegio Nacional de Danza Contemporánea), fundada hace cuatro lustros en esta ciudad. La vieja loba de la danza mexicana, la madre (para algunos la madrastra) de esta expresión artística, lanza su palabra sin rencor ni amargura. En todo caso hay desencanto, cuando expresa: Ni Teresa Vicencio (directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes, INBA) ni Consuelo Sáizar (presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y la Artes, CNCA) me quisieron apoyar. Para ellas no cuenta todo lo que he trabajado.

En poco tiempo, los gobiernos federales y estatales importarán bailarines chinos, ya que tendrán mejor calidad y serán más baratos.



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