martes, septiembre 04, 2012

el deterioro de la calidad de vida en las ciudades mexicanas

El acelerado desarrollo urbano de México tiene funestos efectos en la calidad de vida de los ciudadanos. En su delirio por alcanzar el desarrollo económico a través de el impulso urbano y no por medio de la educación y una democracia madura, el país atraviesa por una crisis ambiental y ausencia de desarrollo autosustentable. Las ciudades mexicanas crecen pero no ayudan al desarrollo social ni económico. Son zonas urbanas poco útiles para crear una sociedad saludable, segura y con desarrollo económico. En las ciudades mexicanas los personas con menos recursos económicos tienen que gastar 40% de su ingreso solo para transportarse en la ciudades y se gastan millones de pesos en el subsidio a las gasolinas:

Especialistas y organizaciones no gubernamentales internacionales alertaron que las ciudades mexicanas están inmersas en una crisis de competitividad. Un ejemplo es que en la ciudad de México se pierden 3.3 millones de horas-hombre al día por el caos vial. Adriana Lobo afirma que los sectores con menos recursos gastan entre 25% y 40% de sus ingresos diarios sólo en transporte, debido a la mala integración de éste. Lobo explicó que de continuar con el nivel de crecimiento de las ciudades y del uso del automóvil, para el año 2030 habrá 45 millones de autos más que en 2012 y se llegará a 70 millones de vehículos. También señaló que debido a la priorización del automóvil por encima de otras formas de movilidad, en 2011 se tuvo que subsidiar la gasolina con 166 mil millones de pesos, una cifra muy superior a los 55 mil 785 millones de pesos destinados para transporte en 2012. Estos problemas urbanos no se han solucionado por la pérdida de una visión nacional de los temas urbanos y por no existir una ley que obligue a los gobiernos locales a reconocer los conflictos de las ciudades como “metropolitanos”.

Los problemas no solo son de tiempo perdido en los atascos viales, la contaminación, el ruido, los accidentes contribuyen a la mala calidad de vida en las ciudades mexicanas:

El daño experimentado por la población a causa de accidentes, congestión, contaminación local, ruido y gases de efecto invernadero, derivado del uso del automóvil, tiene un costo de 121 mil 930 millones de pesos anuales en el valle de México, equivalente a 4.6 por ciento de su producto interno bruto (PIB). En las pasadas dos décadas se observó una tendencia alarmante de incremento del uso del automóvil en el país, pues los kilómetros recorridos prácticamente se triplicaron al pasar de 106 millones de kilómetros-vehículo recorridos a 339 millones, lo cual provoca que la movilidad urbana sea ineficiente, en detrimento de la calidad de vida de sus habitantes.

Para los gobiernos federales y estatales, y para las empresas, el automóvil ha sido considerado el medio más simple para alcanzar la modernidad.... La simplona fórmula, desarrollo económico = a ciudad = a número de automóviles, es la supercarretera a la destrucción de la calidad de vida de los ciudadanos. Las ciudades mexicanas tienen más atenciones a los autos que a sus ciudadanos:

Las grandes ciudades de Méxicosólo destinan 3 por ciento de sus recursos a la construcción de infraestructura peatonal, y en materia de movilidad ciclista se invierte sólo 0.4 por ciento, reveló un estudio. El Diagnóstico de fondos federales para transporte y accesibilidad urbana subraya que la inversión en la movilidad urbana es inequitativa y establece que las grandes ciudades mexicanas sólo invierten 11 por ciento en transporte público.  El análisis señala que a escala nacional 76 por ciento del gasto público en movilidad se destina a infraestructura para promover el uso del automóvil particular, como la ampliación y mantenimiento de vialidades.

Hay surge un intento para modificar el uso indiscriminado del automóvil en el DF:

Diariamente las calles de la Ciudad de México se congestionan con el tránsito de cuatro y medio millones de autos, los cuales en muchos casos son ocupados sólo por el conductorLa idea de "Dame un Aventón" es ayudar a reducir el tránsito, contaminar menos y que la gente se conozca compartiendo un vehículo, explicó Armando Vélez, cofundador de esta empresa nueva. Vélez y su socio Fabien Georjon introducen a México el concepto conocido como “carpooling”. “Al publicar el aventón se informa el punto de origen y  destino, la fecha del aventón, hora, costo por asiento y si es viaje unidireccional o viaje redondo; una vez publicado los usuarios determinan si aceptan” , dijo Vélez. Para darse de alta como usuarios de Dame un Aventón basta ingresar a la página con una cuenta de Facebook, a través de la cual los usuarios se van conectando en comunidades por afinidad de rutas y horarios. Por ahora los pagos son hechos al momento, aunque la idea es hacerlo por PayPal, y respecto a la seguridad explicaron que hay varios mecanismos de autenticación con la cuenta de Facebook, verificación del número celular de la persona, así como licencia de conducir.

Lo que parece más difícil será eliminar la cultura autoritaria de la sociedad mexicana. Los conductores de autos en México se imaginan a sí mismos, en el momento de conducir, como los dueños de la ciudad. Dentro de sus autos parece que pueden hacer casi cualquier cosa. Los peatones son considerados un estorbo; esta cultura vial produce muchos accidentes: 

Los minutos se le van a Brenda Castillo, parada en el camellón de avenida Revolución en el cruce con Barranca del Muerto. No puede terminar de atravesar la calle. Baja de la banqueta y regresa. Se asoma. Lo intenta y vuelve a fracasar. A pesar del alto para unos, los automóviles que dan vuelta no ceden ni un instante. La ciudad de México no tiene tiempo para los peatones. En el DF, los cruces viales no les regalan una oportunidad.  En ocho cruceros de la capital, señalados por el Secretariado Técnico del Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes (Cenapra) de la Secretaría de Salud, los peatones son el último eslabón de la cadena de esta jungla de asfalto. En esos ocho cruces, de nueve que el Cenapra revisó en 2008 y para los que emitió recomendaciones para evitar accidentes, impera el poder de la lámina. Ahí, a los autos no los detiene nadie. O casi nadie. Y los policías de tránsito, si es que los hay y si es que trabajan, sólo piensan en agilizar la movilidad de los coches, más que privilegiar el paso del peatón.   Con sus niños tomados de la mano, Janette Calderón sale airosa del cruce de Fray Servando Teresa de Mier y Circunvalación. Corrió para poder librarla.. En medio del desorden, el uniformado no respeta el semáforo y a pesar del rojo para los coches, aprovechado por la gente para cruzar, el policía prefiere “agilizar” el tránsito y da el paso a los autos. De manera paradójica al Reglamento de Tránsito vigente en la ciudad, dan primero el paso a los motores. Las intersecciones de Fray Servando y Eje Central, Fray Servando y Circunvalación, San Joaquín y Legaria, Paseo de la Reforma e Hidalgo, Revolución y Barranca del Muerto, Revolución y Eje 5 Sur, Ejército Nacional y Ferrocarril de Cuernavaca y Miguel Ángel de Quevedo y Universidad, fueron reprobadas por el Cenapra, por la falta de respeto, de información y de oportunidad para el peatón, pero de las recomendaciones emitidas en todos esos cruces, ninguna, a cuatro años del estudio, se ha cumplido.

Se crea una maestría sobre educación ambiental:

La Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) informó que se abre la maestría en educación ambiental. Dicha maestría permitirá formar educadores capaces de favorecer y promover estilos de vida que tengan como sustento la noción de ambiente como sistema humano. En las materias de investigación del programa están la de educación ambiental y agua, educación ambiental e interculturalidad. También se prevén las de fundamentos teóricos y pedagógicos de la educación ambiental. Los requisitos para ingresar al posgrado son: tener título de licenciatura en cualquier área del conocimiento y cursar el diplomado en educación ambiental, con carácter propedéutico.

El crecimiento acelerado de las ciudades y el limitado concepto de vida urbana es un reflejo de los baja calidad educativa del país. Ideas simplonas y sin sustento científico siguen privilegiando el automóvil para el diseño urbano. Por otra parte, la cultura vial actual es tambien un fiel reflejo de la cultura autoritaria que todavía existe en la sociedad mexicana. ¿Cómo cambiar esta situación? ¿Hay posibles soluciones creativas y sustentables o hay que esperar al colapso del automóvil?





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