domingo, abril 24, 2011

México requiere de un gran banco de cerebros

Para salir del atolladero en que se encuentra la sociedad mexicana se requiere de utilizar los cerebros. Pero de cerebros vivos, aquellos que pueden producir ideas. A 200 años de independencia la falta de atención a nuestra democracia ha permitido que las ideas virreinales sigan presentes, que las ideas de la aristocracia precolombina no hayan cambiado. Tenemos una sociedad fragmentada, demasiado desigual. Ya nos parecemos a las frases de una famosa canción, la vida no vale nada...

El investigador del Instituto de Neurobiología de la UNAM, Ricardo Miledi y Dau, propuso crear un banco de cerebros humanos donados tras la muerte, a fin de indagar la comunicación entre neuronas y enfermedades de ese órgano. El científico mexicano observa los mecanismos básicos que causan el autismo y el Alzheimer. "Quiero que el trabajo que hacemos allá (Estados Unidos) se realice aquí, en la UNAM, pero sería necesario un banco de cerebros". Para constituir ese banco se requiere fomentar en México una cultura de donación, que debe incluir a médicos y pacientes, y extenderse del cerebro a todos los órganos humanos para múltiples investigaciones."Sirven para otra persona viva que los necesita, y siempre son útiles para generar nuevo conocimiento".

Para construir conocimiento se necesita cerebros vivos. Pero seguimos siendo un país exportador de materia prima. En Brasil las cosas se han pensado de manera diferente:

Parte de la violencia que ocurre ahora en México tiene su origen en la cantidad de años en que los más pobres fueron tratados sin atención, aseguró Luiz Inacio Lula da Silva, ex presidente de Brasil. El problema que vemos hoy en día en el mundo es la falta de decisión política, no es un problema económico, es decisión política. Lula afirmó que "Ustedes que son hombres de negocios, que trabajan en bancos, en la industria y en el comercio saben que parte de la violencia que vive México no ha surgido ahora, tiene su origen en la cantidad de años en que los más pobres fueron tratados sin atención aquí, en Brasil, en Honduras y en un montón de países". Me parece que eso debemos revertirlo y este es el momento. Tengo experiencia en Brasil, porque cuando veo que sólo en ocho años sacamos a 28 millones de personas de la pobreza extrema y elevamos 36 millones de personas a la clase media del país, puedo decirles que sí es totalmente posible cambiar la cara de nuestros países. Sobre los salarios, Lula relató que en su país era un tabú hablar de recuperación del poder de compra. Decían que era imposible aumentar los salarios sin que creciera la inflación al mismo tiempo. Nosotros rompimos ese tabú. Durante mi gobierno todos los trabajadores tuvieron un aumento real de sus salarios, subieron arriba de la inflación, aumentó prácticamente 60 por ciento, la inflación sigue controlada y el mercado interno sigue creciendo.

¿En qué están pensando los cerebros mexicanos vivos?:

Mediante dibujos, más de cinco mil niños de 600 escuelas manifestaron su preocupación por la inseguridad que se vive en la ciudad de México. Escenas de asaltos en calles y el uso de armas de fuego fueron algunas de las inquietudes que los menores plasmaron en papel al participar en el tercer concurso de dibujo infantil con el tema prevención del delito, organizado por la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF). En sus trabajos los infantes hicieron énfasis en la necesidad de denunciar la comisión de estos ilícitos, así como de exhortar a la prevención con mensajes como no traer armas a la escuela o recibir regalos de extraños.

Las condiciones de trabajo son demasiado pareciadas a las que provocaron la revolución mexicana hace apenas 100 años. El trabajo no produce satisfaciones, solo es un medio de subsistencia:

Los jóvenes mexicanos no ven el trabajo como un medio de satisfacción, sino como algo que da para vivir. La gran mayoría perciben bajos ingresos y carecen de prestaciones. En relación con el salario mínimo, de los más de 14 millones de jóvenes del país (de entre 12 y 29 años de edad) con alguna ocupación laboral, cerca de 50 por ciento percibe de uno a tres de estos sueldos, 14.5 gana menos de uno, 20.8 recibe de tres a cinco, a 11.7 le pagan uno superior a cinco y 7.3 por ciento no es retribuido por su trabajo. Los anteriores son resultados de un estudio reciente (2010) elaborado por la Subsecretaría de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública (SEP). El estudio muestra que la gran mayoría de los jóvenes de 12 a 29 años que trabajan tienen condiciones laborales bastante precarias. Asimismo, del total de jóvenes que tienen algún empleo, 56.7 por ciento carece de prestaciones de ley; 35.2 tiene acceso a instituciones de salud y goza de otras prestaciones; seis por ciento no tiene servicios en esas instituciones, pero sí posee alguna prestación, en tanto que 2.1 por ciento sólo cuenta con servicios de sanidad en centros públicos.

México es un país con millones de pobres que trabajan mucho. Es un mito nacional que los mexicanos son pobres porque no trabajan. La sociedad mexicana sigue con la añeja tradición virreinal de la hacienda, obligando a trabajar a los mexicanos por "voluntariado":

México es el país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) donde más se trabaja, con diez horas al día de media entre el trabajo remunerado y el no remunerado, pero también el que tiene mayor proporción de pobres en su población. El informe anual de estadísticas sociales indica que uno de cada cinco mexicanos es pobre, mientras que la media en la OCDE es de uno de cada diez. Además, casi a la mitad de los mexicanos les resulta "muy difícil" vivir de sus ingresos ". Los mexicanos trabajan casi diez horas al día, la cifra mayor de los países de la organización, pero de todo ese tiempo, cuatro horas y media son para actividades no remuneradas, igualmente el valor más elevado en comparación con los otros países de la OCDE. Un trabajo no remunerado que recae muy particularmente en las mujeres, que dedican 261 minutos más que los hombres a esas tareas, la mayor diferencia entre los 29 países para los que hay datos.

Tampoco hay incentivos para terminar los estudios formales:

El desempleo afecta desfavorablemente el interés de los jóvenes por concluir su carrera, la falta de recursos económicos y que algunos de los programas de estudio tienen tal rigidez que terminan siendo aburridos, cuatro de cada 10 alumnos en el bachillerato y una cantidad igual en el nivel superior no concluyen sus estudios en el Instituto Politécnico Nacional (IPN), afirmó la directora general de esa casa de estudios, Yoloxóchitl Bustamante Díez. Informó que durante 2010 la matrícula del IPN creció 2.4 por ciento respecto de 2009, lo que representa 3 mil 673 alumnos, equivalente a la creación de un nuevo plantel. En total, el número de estudiantes ascendió a 157 mil 918. En bachillerato, 55 por ciento de los alumnos aprobaron el total de las materias, egresaron 12 mil 813 y la eficiencia terminal fue de 62.3 por ciento, lo cual, admitió, no es satisfactorio.

¿Y la juventud mexicana? Podemos olvidarla se volverá vieja y enferma:

El “bono demográfico” de 112 millones de habitantes, de acuerdo con los recientes datos del censo, puede convertirse en una o dos décadas en la peor “pesadilla para México”, ya que los más de 10 millones de jóvenes que ni estudian ni trabajan, y los 40 o hasta 60 millones que viven en situación de pobreza, significarán un estancamiento para el país, reveló una investigación del Colegio de México (Colmex). Manuel Ordorica, secretario general de esa institución explicó que el hecho de que haya más población de entre 15 a 65 años sin trabajo representa que no habrá quien mantenga a los dos extremos de la vida, niños y adultos mayores. “El bono se convertirá en una pesadilla demográfica en el corto tiempo, somos el decimotercer país más poblado del mundo”. Ordorica aclaró que el problema de los llamados ninis no se gestó durante los gobiernos panistas, sino que se ha venido arrastrando desde sexenios anteriores como resultado de que jamás se ha tratado de reducir la brecha de desigualdad. De acuerdo con el investigador, resulta realmente alarmante que menos de 10 por ciento de la población cuente con un salario digno para cubrir sus necesidades básicas de alimentación, casa, educación, posibilidad de tener automóvil y esparcimiento, y el resto siga engrosando las filas de la inequidad, marginalidad y nulas oportunidades. “Se han creado empleos, pero son esfuerzos insuficientes”.

Tanto drama que se vivió en la revolución mexicana para que 100 años después, las cosas sigan casi igual. Al igual que hace 100 años el gobierno federal actual sigue pensando en la grandeza de México y estableciendo estrategias antirevolucionarias. Igual que hace 100 años. En lugar de invertir en infraestructura en las ciudades, servicios, aumento de salarios y educación. Es el mismo caldo de cultivo de hace 500 años, 200 años y 100 años.



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