lunes, enero 03, 2011

Buenos deseos para el MMXI: eliminar el analfabetismo y rezago educativo


Qué esperamos para el 2011: que se cumpla el mandato constitucional de educación para todos y para todas:

En México, cuatro de cada 10 personas mayores de 15 años están en situación de “rezago educativo”, esto es que no concluyeron estudios de educación básica: son analfabetas, no terminaron la primaria o la secundaria y esa situación los hace enfrentarse en condiciones de desventaja en el mercado laboral, con ingresos promedios de entre seis y ocho pesos por hora laborada, mientras que una persona que alcanza estudios universitarios logra ingresos de 56 pesos la hora, según estimaciones de la Secretaría de Educación Pública. El número de mexicanos con capacidades mínimas de educación se incrementó más de 3.6 millones de personas en las últimas dos décadas, al pasar de 29.7 millones a 33.4 millones, informó el Instituto Nacional de Educación para los Adultos. El que no sepan leer y escribir o que no hayan terminado la primaria o la secundaria significa que enfrentan mayores posibilidades de estar desempleados, recibir bajos salarios o trabajar sin prestaciones y también carecen de conocimientos mínimos para procurarse formas de vida saludables como elegir alimentos al comprarlos, lavarse las manos, los dientes o hervir el agua.Lo que más preocupa a la SEP es que 44% de los 33 millones 403 mil personas en rezago tienen entre 15 y 39 años de edad.

En los pasados ocho años el número de mexicanos en indigencia educativa (que nunca han asistido a una escuela, a pesar de estar en edad de hacerlo) pasó de 55 mil a 109 mil, es decir, casi el doble, situación que coloca a México en el quinto lugar entre 19 países de América Latina con rezago educativo, advirtió el vicecoordinador de la bancada del PRD en el Senado, Silvano Aureoles. En total, alrededor de 2 millones de niños y jóvenes mexicanos en edad escolar están en indigencia educativa.

Hoy día sólo 20 por ciento de los jóvenes más pobres en el plano nacional acceden a la enseñanza superior, mientras aquellos con los ingresos más altos tienen una probabilidad cuatro veces mayor de cursar una carrera universitaria, desigualdad que evidencia la incapacidad del país para impedir que el origen de clase condicione el destino educativo, social y laboral de dicho sector, advierte el subsecretario de Educación Superior Rodolfo Tuirán. Afirma que la disparidad económica y social, además de condicionar el ingreso a dicho nivel educativo, también contribuye a reproducir las divisiones sociales mediante el acceso selectivo a las instituciones, según el origen socioeconómico de los alumnos. Así, el funcionario federal apunta que una nación con poca movilidad social tiene el peligro de generar frustración y resentimiento social, con los costos que todos conocemos.

No vamos a dejar de ser un país petrolero mientras no aumente el nivel educativo y los salarios sean acordes con el nivel educativo.


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