domingo, enero 02, 2011

Buenos deseos para el MMXI: que disminuya la violencia en el sistema educativo


Otro buen deseo para el 2011: Que los daños colaterales de la guerra que nunca se ganará (requiere de limitar el mercado de nuestro socio comercial del norte y disminuir la pobreza e inequidad entre los mexicanos, entre otras cosas) disminuyan. En el último lustro las escuelas, los estudiantes y los docentes son el blanco de los delincuentes:

La secretaria de Educación de Michoacán, Graciela Andrade García, reconoció que maestros del nivel básico están siendo víctimas de amenazas por parte del crimen organizado, quienes les exigen la entrega de su aguinaldo. Mencionó que esta situación no sólo se está presentado entre profesores de escuelas públicas, sino también privadas. La funcionaria señaló que los intentos de extorsión se hacen vía telefónica o mediante volantes, y consideró que tienen como objetivo generar pánico entre los profesores.

La deserción escolar causada por la balas sigue aumentando, especialmente en Chihuahua:

Dos estudiantes que viajaban en una camioneta fueron ejecutados por hombres armados, que luego arrojaron una bomba molotov para quemar sus cuerpos y vehículo en Ciudad Juárez. Las dos víctimas, un estudiante de 18 años del Colegio de Bachilleres y otro que cursaba la carrera de educación física en la Universidad Autónoma de Chihuahua, fueron identificadas por familiares.

En lo que va del año, más de 60 estudiantes de Ciudad Juárez han caído abatidos por las balas del crimen organizado en esta frontera, la mayoría de ellos víctimas inocentes que se encontraban en el lugar equivocado a la hora menos indicada. La violencia perpetradas por los cárteles de la droga no respeta edades, niveles sociales, ni centros escolares, ya que entre los estudiantes muertos los hay del Tecnológico de Monterrey, de las Universidades Autónomas de Chihuahua y Ciudad Juárez, de los Institutos Tecnológicos, del Colegio de Bachilleres, preparatorias, Conalep, Cecitech, Cebetis y hasta de escuelas primarias. Archivos periodísticos basados en los reportes de la Policía Ministerial de Chihuahua, indican que en todo el estado los estudiantes muertos suman cerca de 60 casos, sin contar aquellos adolescentes que estudiaban en El Paso, Texas. El último de los hechos se dio en la Colonia Infonavit Jarudo, en el cruce de las calles Jarudo Poniente y Sierra Candelaria, donde dos estudiantes fueron masacrados con más de 30 disparos y después calcinados en el interior de la camioneta tipo pick-up que tripulaban. La Universidad Autónoma de Ciudad Juárez ha sido la institución más afectada por esta violencia, ya que tan solo esta institución suma cerca de 15 estudiantes asesinados por el crimen organizado, además de media docena de catedráticos.

La situación no se limita al norte del país:

La Secretaría de Educación Pública determinó que son 351 los municipios en todo el país donde los alumnos de enseñanza básica están expuestos a altos grados de violencia, criminalidad, consumo de drogas y alcohol. En dichas demarcaciones, que representan 14 por ciento del total a escala nacional, los padres de familia, maestros y autoridades estarán obligados a coordinarse para evitar que los menores sean víctimas de la inseguridad pública. La dependencia federal difundió ayer las reglas de operación del Programa Escuela Segura 2011, donde se observa que las 16 delegaciones del Distrito Federal son consideradas de alto riesgo para los niños de preescolar, primaria y secundaria. La entidad con más municipios inseguros es el Estado de México, con 50; le siguen Michoacán (26), Jalisco (22), Chihuahua (15), Guerrero (15), Tamaulipas (13), Morelos (9), Durango (9) y Sinaloa (7). El Programa Escuela Segura está dirigido a los planteles públicos de educación básica ubicados en los territorios de mayor riesgo. Otorga apoyo técnico a las aulas para diseñar estrategias de capacitación a profesores, personal directivo y supervisores en temas de seguridad.

Como ocurre en los países subdesarrollados, los programas crecen en extensión pero con la crónica falta de financiamiento.... digamos que se repite el esquema de extender la pobreza y no a disminuir el fenómeno:

Pese al aumento de la criminalidad en el país, el cual ha impactado también a los planteles educativos, el presupuesto asignado a los centros del Programa Escuela Segura (PES) cayó 75 por ciento, ya que la inversión por escuela pasó de 29 mil 787 pesos en 2007 a 7 mil 533 pesos en el año que está por finalizar. De acuerdo con un informe del PES, los recursos no han crecido al ritmo en que lo ha hecho el número de escuelas incorporadas. Mientras hace tres años fueron atendidos mil 175 planteles con un presupuesto autorizado de 30 millones de pesos, en 2010 se asignaron 226.6 millones de pesos para llegar a 30 mil 339 centros escolares. Al mismo tiempo y con menos dinero en proporción a la población beneficiada, el número de estudiantes que integran el programa creció exponencialmente. Mientras en 2007 los alumnos participantes sumaron 352 mil 500, la cifra fue de 8 millones 800 mil en 2010.

Las universidades mexicanas pierden precioso tiempo, atención y financiamiento debido a los problemas de la violencia:

La Secretaría de Educación Pública (SEP) aseguró que las universidades del país no sólo son vulnerables a los hechos delictivos del crimen organizado, sino que un efecto directo de la violencia es el debilitamiento de su quehacer esencial: la docencia. El subsecretario de Educación Superior, Rodolfo Tuirán Gutiérrez, señaló que frente a la percepción de creciente inseguridad, algunas universidades extranjeras han reaccionado limitando el intercambio con instituciones mexicanas, lo que ha generado que miles de estudiantes de otras naciones abandonen sus estudios universitarios en México.

Universidades públicas de la frontera norte establecieron programas de educación a distancia para evitar la deserción de estudiantes extranjeros a causa de la violencia por el narcotráfico; sin embargo, el gobierno de Estados Unidos mantiene la alerta sobre la zona para sus connacionales, de tal forma que en la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) sólo quedan siete alumnos estadunidenses. El rector de la UAT, José María Leal Gutiérrez, indicó que a finales de 2009 inició el éxodo de extranjeros, de 370 quedan 120, la mayoría latinoamericanos y sólo siete estadunidenses que no emigraron por proyectos de investigación.

Ante la ola de violencia que afecta a gran parte del país, el subsecretario de Educación Superior, Rodolfo Tuirán Gutiérrez, afirmó que hay un movimiento en marcha para fortalecer los mecanismos de seguridad de las universidades e institutos públicos estatales, tecnológicas y politécnicas. La finalidad es garantizar que todas cuenten con protocolos de seguridad que permitan que las comunidades tengan capacidad de respuesta frente a cualquier eventualidad o riesgo inminente. Sin embargo, la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) aseguraron que no se ha aprobado ningún manual o protocolo de seguridad que sea de aplicación obligatoria para las poco más de 150 instituciones afiliadas. Marco Antonio Cortés Guardado, rector de la Universidad de Guadalajara (UdeG), indicó que hasta el momento no se ha aprobado nada, y cada institución está asumiendo con sus recursos las tareas de seguridad en los campus.

Atrás quedó la ranita saltadora que ayudaba a los estudiantes a contar. Hoy los estudiantes llevan la cuenta de las balas y los muertos (perdón, daños colaterales).




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