sábado, noviembre 19, 2011

México necesita más universidades, pero no cualquier tipo de universidad

En el último cuarto de siglo, México apostó por el libre mercado y sostener un sistema político basado en el autoritarismo y poca visión a futuro. Mientras muchos países en estos útimos 25 años han alcanzado a México y rebasado en temas como la economía, la riqueza y el bienestar, seguimos atrapados en ideas poco eficaces. Es claro que necesitamos más universidades y más personas altamente calificadas:

El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, considera urgente que nuestro país duplique en la presente década el acceso a la educación superior, para que miles de jóvenes sigan estudiando y contribuyan en el desarrollo y crecimiento económicos. El mandatario capitalino mencionó que en los últimos 25 años el acceso a la educación superior pasó de 26 a 30 por ciento, que resulta insuficiente para lo que demandan los estudiantes. En cuanto al número de patentes, agregó, la cifra sigue siendo similar a 1994 cuando entró en vigor el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica, de cuando mucho 500 al año. “Es lo que tenemos que cambiar, porque las variables de educación e innovación determinan la prosperidad de los países, no todas las reformas que discutimos todo el tiempo, algunas pueden ser útiles, pero no van a cambiar la realidad, lo que va a cambiar la realidad es que México pueda duplicar el acceso a educación superior y pueda, más que duplicar el acceso a educación media superior, pueda aumentar su tasa de innovación”. Explicó que la innovación tiene que ver con la capacidad de generar desarrollos tecnológicos, liderazgo y nuevas entidades productivas.

El asunto es que no es construir cualquier tipo de universidad. En México se sigue confundiendo calidad con cantidad. Según la mentalidad burocrática del sistema educativo, mientras más universidades más calidad obtendremos... persiste una noción del siglo XIX sobre una especie de darwinismo social, la cantidad poco a poco comenzará a pulir a las universidades. Esta idea no tiene mucho sustento real en nuestro país, pues el sistema educativo no puede "extinguir" a las malas instituciones educativas, esas malas instituciones siguen dentro del sistema. Por otra parte, muchas de las actuales universidades tienen muchos problemas que tienen que resolver para mejorar la calidad actual. No se puede tener muchas esperanzas de cambio si no podemos cambiar la calidad. Y no por tener pocos años, una universidad tiene mejor calidad. Por ejemplo, la UACM es un claro ejemplo de nuestra cultura autoritaria, en el presente, se le reconoce su capacidad de llenar notas en los medios por sus conflictos, no por su buena calidad:

Académicos de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) aseguraron que la rectora, Esther Orozco Orozco, lejos de emprender un proceso de reconciliación entre la comunidad universitaria, tras la crisis que se vivió en esta casa de estudios, inició una política de intimidación, acoso laboral y despidos injustificados, contra quienes han criticado su gestión.

Académicos y organizaciones sociales difundieron una carta en la que deploran el rumbo que ha adoptado la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM). Criticaron que desde la rectoría se optara por la “persecución laboral” como vía para tratar de “suprimir el conflicto” que aqueja a la institución desde hace meses, producto de la inconformidad de buena parte de la comunidad. La firman, entre otros, Margit Frenk, Adolfo Castañón, Margo Glantz, Cristina Barros, Rodolfo Stavenhagen, Horacio Cerruti, Guillermo Almeyra y Octavio Rodríguez Araujo, así como organizaciones sociales. Instan a las autoridades de la institución a “corregir el rumbo en la resolución del conflicto que atraviesa la universidad. Suprimir la discrepancia es suprimir la esencia del espíritu universitario”.

En Chiapas también protestan en contra del rector:

Alrededor de 300 alumnos tomaron la Universidad Tecnológica de la Selva, con sede en Ocosingo, para exigir la destitución del rector Roberto David Vázquez Solís, a quien acusan de hostigar y amenazar a quienes pretenden formar un consejo estudiantil. Representantes de los universitarios informaron que las protestas comenzaron con un plantón, pero como las autoridades educativas no han resuelto sus demandas, se apoderaron del edificio. Otra queja es que Vázquez Solís lleva ocho años en el cargo y fue relecto por cuatro más. La protesta afecta a más de mil alumnos.

Otro problema se relaciona con la seguridad de los estudiantes universitarios:

La Facultad de Estudios Superiores Aragón, una de las escuelas periféricas de la Universidad Nacional Autónoma de México, es considerada un foco rojo ante los constantes asaltos a la comunidad estudiantil y porque está rodeada de 123 antros, donde se expenden bebidas alcohólicas y hay narcomenudeo. A este plantel acuden 17 mi alumnos, los cuales están rodeados por más de 123 lugares donde se expenden bebidas alcohólicas, de acuerdo con un informe del gobierno de Netzahualcóyotl. La delincuencia en los alrededores de la FES va en aumento y tan sólo en los últimos dos meses más de 100 alumnos fueron asaltados en el transporte público, según la base de datos que iniciaron los mismos estudiantes. En la escuela ni siquiera se promueve la denuncia en el Jurídico del campus o en el Ministerio Público, recriminaron estudiantes. Gustavo, estudiante de periodismo, abordó un microbús a las 12:00 horas afuera de la FES. A menos de cinco minutos de trayecto, tres hombres que iban de pie sacaron armas de fuego y amagaron a los 15 pasajeros. Les quitaron carteras y celulares y después se bajaron en la avenida de las Zapatas, colonia Impulsora. Aunque a unos metros había policías, no hicieron nada. El joven tampoco denunció. Los atracos suceden en los microbuses de la ruta 18, parten de la colonia La Perla; la ruta 3, que inicia en la estación Moctezuma; e incluso en los que van del Metro Nezahualcóyotl, de la Línea B, hacia la FES, en un trayecto de menos de 10 minutos.

Uno más se refiere a los constantes conflictos con los sindicatos universitarios en varias entidades federativas. Por ejemplo:

Trabajadores y académicos de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) estallaron un paro de labores en la entidad y dejaron sin clases a 65 mil alumnos de preparatorias y unidades académicas. Nueve preparatorias y ocho unidades académicas de la institución quedaron sin actividad. Integrantes del los sindicatos STAUAG y STAISUAG exigen mejores prestaciones salariales, homologaciones y 90 días de aguinaldo, pero ante la negativa cerraron las escuelas y las unidades académicas de todo el estado y sobre todo en Acapulco.

Hay entonces dos tareas fundamentales: 1) elevar la calidad actual del sistema de educación superior en México; 2) crear más instituciones de educación superior. Sin crear proyectos de mejora continua de la calidad seguiremos con IES que responden al viejo sistema político autoritario, con baja participación democrática y bajos niveles de calidad educativa.



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