lunes, noviembre 21, 2011

de medicina, normas e ignorancia

El bienestar también depende de la salud. Uno de los grandes avances del siglo XX fue el desarrollo de la medicina, los logros son espectaculares. En México en las últimas 4 décadas se ha dejado de impulsar el sistema de salud. La apuesta por el simple mercado ha permitido que quedemos estancados en desarrollo humano, otros países latinoamericanos tienen mejores índices:

 Noruega encabeza una lista de 188 países en cuanto a desarrollo humano, mientras México se ubica en el lugar 57 entre las naciones con un nivel "alto" en la materia, según un informe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). En cuanto a Latinoamérica, los países considerados con nivel de "muy alto desarrollo humano" son Chile (44), Argentina (45) y Barbados (47). En lo que toca a países con "alto desarrollo humano" figuran en la lista Uruguay (48), Cuba (51) a pesar del bloqueo económico impuesto por Estados Unidos hace 50 años, seguida por México (57) y Panamá (58).

La investigación y la tecnología tienen mucha relación con los logros médicos del siglo XXI:

Investigadores del laboratorio de electrónica del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) han desarrollado un algoritmo que podría acelerar la resonancia magnética y reducir en 30 minutos el tiempo que el paciente tiene que pasar en el escáner corporal. Los escáneres de resonancia magnética son fundamentales para detectar síntomas iniciales de cáncer y otras anomalías en el cuerpo, por ello utilizan fuertes campos magnéticos y ondas de radio para producir imágenes del cuerpo. Tomar varias imágenes de la misma región requiere mucho más tiempo que una simple radiografía y los pacientes tienen que pasar dentro del escáner unos 45 minutos, que para algunos pueden hacerse eternos.

Científicos del Centro Médico Nacional Siglo XXI, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), desarrollaron y patentaron un método de diagnóstico rápido para diagnosticar infecciones con la bacteria Salmonella, como la salmonelosis y la fiebre tifoidea.

 El invento mexicano fue posible gracias a que el equipo del Hospital de Especialidades del CMN Siglo XXI, identificó una proteína presente en la bacteria, llamada Porina OmpC, la cual es útil para identificar rápidamente la presencia del patógeno en el cuerpo de los pacientes.

A partir del estudio de esta Porina OmpC y al comprender sus reacciones bioquímicas, elaboraron un paquete o “Kit de inmunocromatografía en papel” para el diagnóstico rápido de salmonelosis o tifoidea, las cuales provocan fiebre, diarrea, fuertes dolores abdominales y de cabeza, y en casos extremos pueden provocar muerte por deshidratación, principalmente entre menores de edad y ancianos. La investigación fue financiada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), junto con el Instituto Mexicano del Seguro Social y ya puede ser transferida a la industria porque cuenta dos patentes del Instituto Mexicano de Propiedad Industrial (IMPI) desde el año 2009, informó este viernes uno de los autores del desarrollo.

Y siguiendo el sueño de ser una mala copia del mundo de los Estados Unidos de América, se comienzan los procesos de certificación a los médicos mexicanos. Esta certificación impediría ejercer la profesión médica saliendo de los estudios universitarios:


Universidades de todos el país buscarán ampararse al entrar en vigor las reformas a los artículos 81, 83 y 271, así como las adiciones al artículo 272 de la Ley General de Salud, según las cuales cualquier estudiante que curse una especialidad médica deberá contar no sólo con un título expedido por una institución de educación superior, sino también con una certificación emitida por un comité normativo, pues de lo contrario no podrán ejercer su profesión, afirmó Rafael López Castañares, secretario general de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (Anuies). Los rectores de universidades públicas federales y estatales han considerado el decreto presidencial, aprobado por el Senado de la República, una flagrante violación a la autonomía universitaria. Explicó que el comité normativo es una organización civil o grupo de médicos constituidos en colegios, por lo que consideramos que es una violación a la autonomía, pues quiere decir que ahora no podemos ejercer nuestro derecho a reconocer lo que estamos formando.

Estas nuevas normas otorgarían más relevancia a organizaciones y colegios que posiblemente iniciarían un lucrativo negocio en los procesos de certificación médica:

La certificación obligatoria de los médicos especialistas, prevista en la reforma a la Ley General de Salud (LGS), es inconstitucional, pues viola la autonomía de las universidades y pretende suplantar las facultades que la Carta Magna asigna a los colegios de profesionistas. Así lo consideraron la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y el Colegio Médico de México, instituciones que presentaron demandas de amparo para exigir la suspensión de esa modificación. Enrique Wolpert, titular del Comité Normativo Nacional de Consejos de Especialidades Médicas (Conacem), resaltó la importancia de la nueva disposición, pues aunque son 95 mil los facultativos que de manera voluntaria solicitaron su certificación, al término de la vigencia –cinco años– “no todos acuden por la recertificación”, con lo que tampoco se asegura que el especialista se mantenga actualizado y con la pericia que exige la profesión. Insistió en que la nueva disposición tiene la única finalidad de garantizar que los médicos cuenten con la habilidad, destreza y conocimiento de la especialidad que ejercen en beneficio de los pacientes.

Uno de los graves problemas de la sociedad mexicana sigue siendo la ignorancia. Esta ignorancia tiene dos grandes problemas, por una parte nos impide tener una vida más saludable. Por otra parte, seguimos creyendo más en las supersticiones con tintes religiosos, esperamos con gran fervor los milagros supraterrenales:

En México 75% de los enfermos terminales mueren en los hospitales debido a la ignorancia y la falta de cultura sobre el “bien morir” que existe en sus familias, las cuales se aferran a mantener internado al paciente, prolongan su agonía y sufrimiento en la espera de “un milagro” y se niegan a trasladarlo a su hogar para despedirse y aceptar lo inevitable, de acuerdo con la Secretaría de Salud. Desde 2006, en una veintena de hospitales generales, clínicas e institutos nacionales comenzaron a operar con un programa de capacitación para concietizar y profesionalizar sobre el tema de la muerte. El coordinador nacional de Capacitación de Tanatología de la Ssa, Fernando Serafín, consideró que con ese programa se ayuda a revertir la tendencia de que la gente tenga que morir en un hospital y preferir pasar sus últimos momentos en su hogar, como sucedía hace 25 años. Además, algunos enfermos terminales están en áreas restringidas, muchas veces en terapia intensiva, entubados y sedados, vencidos por las radioterapias, completamente solos y alejados de sus familias. En otros casos hay especialistas que no contribuyen a una muerte digna, pues “tradicionalmente los médicos hemos tratado de curar todo cueste lo que cueste y nos empecinamos en curar lo incurable usando lo más potente de la medicina. Esto es ensañamiento médico, algo inapropiado para un enfermo terminal”, dijo Serafín.

La salud es un tema tan importante como para dejarla a simple mercado. No es un tema trivial ni debería depender exclusivamente de la riqueza o pobreza de las personas. Un sistema político democrático robusto permitiría ser considerado un derecho humano y no un mecanismo de selección social basado en la economía mercantilista del siglo XVI.



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