lunes, diciembre 17, 2007

Leyes en contra de la alfabetización en México

Los mecanismos de la pobreza, la ignorancia, la desesperanza
y la baja autoestima se mezclan para crear
una especie de máquina del fracaso perpetuo
que va reduciendo los suelos de generación en generación.
Todos soportamos el coste de mantenerla funcionando.
El analfabetismo es su eje esencial.

Carl Sagan

Uno de los problemas que aquejan al sistema educativo mexicano es la falta de capacidad de los jóvenes y adultos para comprender un texto. Este problema se puede vincular a la existencia de una serie de leyes que impiden el acceso a la lectura:


Mejor tirar que donar:

Ante la imposibilidad de las editoriales para donar y obsequiar libros, debido a que pagarían impuestos por ello, y para evitar la terrible trituración de innumerables ejemplares las escasas opciones para su rescate se perfilan hacia los grandes remates para que lleguen a manos de los lectores.

Mejor encarcelar que educar:

El pleno de la Cámara de Diputados aprobó la derogación del delito de “ataques a la vida privada” previsto en la Ley de Imprenta y castigado con una sanción de entre seis meses de arresto y dos años de prisión, así como una multa de entre cien y mil pesos. Según la exposición de motivos del proyecto aprobado con 334 votos a favor, uno en contra y una abstención, los acusados como presuntos responsables de los llamados delitos de imprenta “son juzgados como criminales de alta peligrosidad, e incluso impresores y papeleros calificados de cómplices”.

Además, las librerías no son un negocio rentable:

En México, el país de habla hispana más poblado del mundo, florecen sin pausa los supermercados y centros comerciales, de la mano de la estabilidad económica. Pero las librerías no han tenido tanta suerte. Con 105 millones de habitantes, México es probablemente uno de los casos más críticos de falta de lectores con el cierre de unas 200 librerías desde 1995 a la fecha, pero el panorama se repite a lo largo de América Latina, con la excepción de Argentina, Uruguay y Chile.

Una noticia buena entre tantas malas, un nuevo programa de lectura:

La Secretaría de Cultural de Distrito Federal anunció la víspera que el próximo año pondrá en marcha un nuevo programa de lectura en la capital del país, dirigido a personas invidentes.

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