domingo, febrero 10, 2008

Aumenta el interés en fomentar la lectura infantil

“No creo que el propósito de la vida sea la de leer libros, el propósito de la existencia es tratar de ser felices y tener alegría, pero entre todas las cosas que podemos disfrutar están los libros. Los escritores para escribir tienen que vivir, contar experiencias. Hay autores correctos con libros correctos y no encuentro nada apasionante en ellos porque no me dicen más de lo que han leído, no están las experiencias que han vivido. Los libros más profundos lo que reflejan son conflictos humanos.”

Menospreciados por los representantes de la “alta cultura”, pero vendidos como pan caliente en innumerables librerías, los libros-regalo son ya un referente de éxito comercial en la industria editorial de México y Latinoamérica.

No existe el dato exacto que indique cuántos niños en México cuentan con un librero propio, pero una breve encuesta realizada por La Jornada en algunos jardines de niños de la ciudad de México revela que se trata de una costumbre familiar de fomento a la lectura que hasta hace algunos años no era tan popular.


Para obtener el mayor provecho de una biblioteca familiar, los padres deben instruir a sus niños a ir organizando sus libros por áreas: matemáticas, español, ciencia, literatura: “es importante que desde pequeños aprendan a organizar la información, así sabrán también discernir y buscar los datos que necesiten en Internet”.

Sin embargo, los libros continuan generado controversias:

Un libro ateo para niños ha desatado una polémica en Alemania y el autor, Michael Schmidt-Salomon, ha sido acusado incluso de antisemitismo por el perfil que hace de un rabino que, según algunos comentaristas, recuerda las caricaturas que se hacían de los judíos en los años 30.

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