martes, septiembre 07, 2010

estudiantes del bicentenario: obesos


Ya sabes quién ganó en la batalla por los kilos... adivinaste: las empresas que venden azúcares y grasas a los estudiantes mexicanos. Cuando veas a tu bodoque más parecido a Homero Simpson no le eches la culpa a tus genes, más bien piensa cuando dinero ha gastado en la tiendita de la escuela:

Carballo Pérez explicó que la Secretaría de Educación Pública (SEP) hizo ajustes a los Lineamientos para la venta de alimentos y bebidas en los planteles de educación básica que presentó originalmente porque Cofemer le demandó replantear un espacio de gradualidad para su aplicación, y le recomendó reclasificar jugos, yogures, néctares y bebidas de soya como alimentos líquidos. Los lineamientos representan una política pública que para ser instrumentada necesita un proceso de difusión y de capacitación con el fin de que no sea letra muerta, pero también requieren tiempo para que los actuales proveedores de las 144 mil cooperativas escolares modifiquen las fórmulas y recetas de sus productos. La nueva normatividad no prevé sanciones, pero en caso de incumplimiento las escuelas podrán rescindir las concesiones de venta a las cooperativas o los contratos de compra de sus proveedores, indicó el titular de Cofemer junto con los responsables del dictamen, Julio César Rocha López, coordinador general, y Eduardo Romero Fong, director de dictaminación.

Ahora los padres son los culpables... por dar dinero para comprar porquerías en las escuelas:

El titular de la Secretaría de Salud (Ssa), José Ángel Córdova Villalobos, llamó a los padres de familia a ser la base de la solución del problema de obesidad que afecta el país, al estar más vigilantes de lo que llevan los niños para ingerir en la escuela. Luego de participar en la inauguración del segundo Encuentro Nacional de Bioética, en el Centro Médico Nacional Siglo XXI, el funcionario consideró que el combate al sobrepeso debe iniciarse en casa, donde los padres tienen que revisar qué ponen en las loncheras de sus hijos.

O por poner en la lochera, porquerías llenas de azúcar y grasa. Las escuelas se quejan de han perdido el negocio de la enfermedad crónica:

En la mayoría de los planteles de educación básica del país la comida chatarra desapareció de las tienditas, mas no de las mochilas de los estudiantes y algunos hasta la venden a escondidas entre sus compañeros. Entidades como Sonora, Sinaloa, Yucatán y Nayarit iniciaron el ciclo escolar con cambios en sus tienditas o cooperativas: en lugar de frituras hay frutas y en vez de refrescos ofrecen aguas frescas. Pese a este cambio, la mayoría de los directivos de las escuelas aseguran que las madres continúan enviando a sus hijos con comida “chatarra” en las loncheras. “La medida nos ha dejado pérdidas y no creo que se haya modificado mucho la alimentación de los niños; ahora que no vendemos papitas y refrescos, las mamás les ponen en sus loncheras a sus hijos Sabritas y Coca Cola”, dijo Luisa González, quien está a cargo de la tiendita de la primaria “Adolfo López Mateos” de Tepic, Nayarit.

En Querétaro, el congreso no se dejó hacer manita de chicharrón o sabritón:

El Congreso local aprobó prohibir en las 2 mil escuelas del estado la venta de comida chatarra, al reformar las leyes de Educación y Salud de estado. Los partidos Acción Nacional, Revolucionario Institucional, Convergencia, de la Revolución Democrática, Nueva Alianza y Verde Ecologista de México también autorizaron fomentar las actividades físicas en los planteles para disminuir la obesidad infantil en la entidad.

Los nacidos en esta época no llegarán al tricentenario, morirán más bien jóvenes gracias a la diabetes.


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