sábado, septiembre 18, 2010

la responsabilidad de educarse


Una reflexión rumbo al tricentenario. ¿Qué podemos esperar de la educación en los próximos 100 años? Quizá una de las cosas que tienen que cambiar es replantear la responsabilidad del aprendizaje de los mexicanos. ¿Es un asunto personal? ¿Es un asunto del Estado? ¿Es un asunto familiar? Es muy probable que la respuesta sea una combinación de los tres aspectos mencionados. Sin embargo, el proceso más sencillo es asumir la responsabilidad própia. Resulta muy difícil cambiar las situaciones familiares, igual de difícil cambiar los aspectos de la economía y contexto de un territorio tan extenso como el mexicano. Me gusta pensar que es la libertad de las personas el motor el aprendizaje, del propio aprendizaje. Las ideas tradicionales, de pensar sólo en el Estado o sólo en la familia no han resuelto el gusto de los mexicanos para evitar aprender:

Así como educarse es una de las primordiales responsabilidades de los individuos, educar es primordial responsabilidad del Estado. Es facultad del Estado definir los objetivos de la educación. Inherente a su naturaleza es afirmar la preeminencia de un interés sobre otro, de una cosmovisión sobre otra, de un grupo de poder sobre otro. En medio de la celebración bicentenaria, habría que empezar por aceptar que uno de los rasgos más característicos de México, de la Conquista al porfiriato, ha sido la inequidad, sustentada en el dominio que un grupo de interés ha ejercido sobre la conciencia nacional, y que se ha traducido en acumulación de poder y de riqueza sin precedente.

El secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, afirmó que es un error culpar a las autoridades educativas de las deficiencias del sistema educativo nacional. Dijo, los padres de familia también tienen que asumir su responsabilidad en la educación de sus hijos. “Hemos cometido un error histórico al considerar que la responsabilidad del sistema educativo recae en las autoridades educativas, en los docentes de México; creo que los padres deben de coadyuvar, asumir un compromiso, ser responsables, pues ningún sistema educativo va a tener éxito sin este acompañamiento”.

Si el Estado ha renunciado a la educación pública por las justificaciones que fueren y las familias persisten en permanecer en la ignorancia. Ojalá que las personas no renuncien a educarse así mismas y traten de desarrollar sus propias capacidades para aprender.



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