miércoles, agosto 18, 2010

a los mexicanos no les gusta webonear


En realidad a los mexicanos sienten tirria al usar internet. Quizá porque hay que leer, quizá porque es más cómodo ver la televisión, quizá porque no se han enterado que se pueden ver videos. Los datos nos muestran que existe un gran desinterés por utilizar y apropiarse de las herramientas de la web 2.0. Nuestra sociedad reproduce puros alfabetos disfuncionales, sean tradicionales o digitales:

El mito es que la mayoría de los mexicanos no accede a Internet por falta de recursos económicos o de una computadora. Un estudio elaborado por el World Internet Project México, del Tec de Monterrey Campus Estado de México, en colaboración con la Universidad del Sur de California, señala que el porcentaje más alto de mexicanos que no usa Internet no lo hace porque no le interesa lo que hay en la web. En el informe “Resultados del Estudio de Hábitos y Percepciones de los mexicanos sobre Internet y Tecnologías Aplicadas 2010”, se señala que sólo un 16% de la población que no utiliza Internet (cerca del 70% de los mexicanos) no lo hace porque lo considera muy caro. En cambio, un 32% refiere que no ingresa a la web porque no tiene computadora, 28% porque no tiene tiempo, 42% porque no sabe utilizarla, y en primer lugar, con un 52%, porque simplemente no le interesa lo que hay en ella.

Mientras tanto, los chinos se apropian de internet. Creo que no van a esperar 200 años para celebrar su mejor nivel de vida:

El número de usuarios chinos de Internet alcanzó los 420 millones a finales de junio, el mayor del mundo, gracias al aumento de conexiones a través de la telefonía móvil, informó el Centro de Información de Internet de China (CNNIC, por sus siglas en inglés) . El dato supone que 31.8% del país más poblado del mundo (mil 320 millones de habitantes) usa Internet, en comparación con 28.9% de finales de 2009.

La revolución digital llega a las bibliotecas, pronto la idea tradicional de biblioteca será diferente:

Google digitalizará más de 160 mil libros de dominio público de la Biblioteca Nacional de Holanda tras un acuerdo anunciado por las dos partes. Se trata del tercer convenio de este tipo que el gigante estadounidense firma en Europa, después de los alcanzados con el Ministerio italiano de Patrimonio Cultural y con la Biblioteca Nacional de Austria. Las obras, en su mayor parte de los siglos XVIII y XIX, estarán disponibles a través de Google Books, de la web de la propia biblioteca y, en el futuro, de la biblioteca virtual europea Europeana.

Una biblioteca virtual lleva un millar de documentos gratis a las universidades de Latinoamérica en un proyecto creado por un grupo de profesores de la Universidad de Málaga, que conciben internet como un medio para facilitar el aprendizaje en zonas aisladas y con dificultades económicas. A través de una pagina web (www.eumed.net) estos docentes han puesto a disposición de todos los internautas publicaciones a nivel universitario y tanto en español como en portugués sobre Ciencias Sociales, Económicas y Jurídicas hasta alcanzar un fondo de 774 libros electrónicos, 143 tesis doctorales y 155 textos clásicos. La mayor parte de los documentos se corresponden con trabajos de profesores universitarios y profesionales de Latinoamérica que no pueden publicar sus libros en papel en el mercado porque "allí sería muy caro y muy poco rentable" , afirmó a Efe el profesor fundador del proyecto "Eumed" , Juan Carlos Martínez Coll.

¿Qué ideas tiene el gobierno mexicano para impulsar la sociedad del conocimiento? ¿Para fomentar el uso creativo de la web 2.0? Nada nuevo, como todo sheriff de Nottingham, cobrar y cobrar más impuestos. Los legisladores priístas pretenden cobrar un impuesto a los dispositivos de almacenamiento como el cd, los discos duros, reproductores de música. En lugar de fomentar el uso creativo simplemente abren sus bolsillos para cobrar más cara la tecnología digital:

Desde la irrupción de Internet esta herramienta se ha convertido en un elemento imprescindible, al grado de que estudios destacan que los internautas en ocasiones prefieren renunciar al sexo o a los amigos antes que a la red. Para la industria cultural y sus creadores, resultó algo lesivo. Varios países ya aplican ciertas disposiciones legales en materia de telecomunicaciones y derechos de autor –conocidos como canon digital–, lo que levantó amplias controversias entre usuarios y proveedores de acceso a Internet. En México el debate se abrió el año pasado, cuando se informó de la intención de regular las descargas de música, películas, videos, libros y otros bienes culturales y de entretenimiento.

La propuesta del legislador priísta Armando Báez Pinal planteaba un sobreprecio al valor de venta de dispositivos de almacenamiento digital como cedés, devedés, discos duros, reproductores digitales de música y otros. Incluía una tarifa de 588 pesos de sobreprecio en cada disco duro de 120 gigabytes en adelante; 663 pesos al disco duro de 180 Gb en adelante; 800 pesos en discos duros de alta capacidad para blueray o similares; 800 pesos en computadoras multifuncionales para iPad o similares; 630 pesos en discos duros de estado sólido (SSD) de 16 Gb en adelante; 63.50 pesos en cada teléfono celular con MP3.

La fábrica de pobres que es México no podrá transformarse para crear ciudadanos con altos niveles de vida mientras no exista una sociedad que desee cambiar su forma de pensar, de trabajar y de divertirse. Las creencias actuales solamente tienen capacidad para reproducir la ignorancia y la pobreza. ¿Cómo se puede esperar que los políticos y las autoridades gubernamentales tengan respuestas creativas a los problemas de la pobreza, si son producto de la misma sociedad mexicana? Fomentar el uso de internet no se refiere a crear la expectativa de que internet es como la tele, sino en invitar a los internautas a subir contenidos, a leer contenidos, a comentar, difundir, transformar, profundizar y enriquecer los contenidos.



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