lunes, octubre 13, 2008

Del diálogo a los chipotes con sangre en Morelos

Por fin, llegaron los chipotes con sangre. En un país que le gusta controlar los problemas en lugar de resolverlos, más tarde o más temprano se usa al ejército y a la policía. En la democracia imperfecta que tenemos, los discursos del diálogo frecuentemente se trasforman en toletazos y balas de goma. Esta situación se estaba armando días antes, como una película vista en el 2007 en Oaxaca.

Veamos las declaraciones iniciales:


Al cumplirse 51 días de paro magisterial, el gobernador de Morelos, Marco Antonio Adame Castillo, dijo estar dispuesto al diálogo con los docentes pero advirtió que no revocará la Alianza por la Calidad de la Educación en la entidad y reforzará las acciones de clases extramuros. “Es preciso dejar claro que el acuerdo llamado Alianza por la Calidad Educativa es nacional, que nuestro estado no puede sustraerse unilateralmente a su aplicación, es parte de las políticas públicas que rigen al país, y la posición de mi gobierno es de absoluta apertura para tener un espacio que permita el mejor conocimiento, la adecuada comprensión y la definición de las características que permita su desarrollo, su implementación”.

Después, con el tolete en manos de la policía federal y el ejército:

El gobierno federal utilizará toda la fuerza del Estado para desalojar las vías de comunicación bloqueadas durante el conflicto magisterial en Morelos y no negociará la ley con aquellos que sean detenidos en calidad de presuntos responsables de ese tipo de acciones.

Los medios siguen las noticias del conflicto, ahora bajo los reflectores de la violencia y el poco interés en proteger los derechos humanos:

Unos 2 mil integrantes de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), así como las policías Federal Preventiva (PFP) y estatal desalojaron violentamente a padres de familia del pueblo de Xoxocotla, municipio de Puente de Ixtla, que desde hace 11 días bloqueaban la carretera federal Cuautla-Jojutla, con saldo de 10 heridos, 16 detenidos, entre ellos, la regidora perredista Rosalinda Beltrán Salgado, y automóviles y mototaxis destrozados. En el desalojo en Xoxocotla, los uniformados arremetieron contra hombres, mujeres, adolescentes y niños durante más de dos horas; los inconformes respondieron lanzando cohetes, piedras, llantas y bombas molotov.

Después de un enfrentamiento que se prolongó por varias horas, esta comunidad cedió ante los agentes federales y estatales, que ayer lograron liberar totalmente las carreteras que profesores morelenses y padres de familia habían bloqueado para exigir que se cancele la Alianza por la Calidad de la Educación (ACE).En tanto, el gobierno estatal aseguró que está confirmada la participación de extranjeros en las movilizaciones del Movimiento Magisterial de Bases, quienes se encargan, se agregó, de coordinar las acciones violentas para intimidar a la policía en los cierres carreteros y en las marchas que han organizado en los días recientes los profesores.

Un día después de los enfrentamientos entre policías y pobladores de Xoxocotla, los habitantes de esta comunidad indígena se trasladaron a la capital de Morelos, donde continuaron sus protestas. 
Mientras tanto, una tensa calma reina en Amayuca y Xoxocotla, lugares en los que se han desplegado numerosos contingentes de uniformados estatales y federales, y donde los comuneros y maestros se mantenían, hasta el cierre de esta edición, en asamblea, para decidir cuáles serán sus siguientes acciones.

Distintos actores sociales levantan la voz... una vez más... después de que se utiliza las fuerzas militares y de policía:

Maestros, pobladores, estudiantes y los principales partidos de oposición de Morelos exigieron al gobierno de la República la salida de los efectivos del Ejército y de la Policía Federal Preventiva (PFP) de Xoxocotla y Amayuca, municipios de Puente de Ixtla y Jantetelco, respectivamente, donde se mantienen apostados después de desalojar a sus pobladores de las carreteras que bloqueaban. En cada pueblo se mantienen unos 800 elementos de las fuerzas federales para impedir que sus habitantes vuelvan a cerrar las vías de comunicación; en las entradas y salidas de ambas localidades también instalaron retenes, donde interrogan a las personas que entran y salen, denunció Óscar Miranda Avilés, de la comisión negociadora del Movimiento Magisterial de Bases (MMB), quien rechazó las acciones violentas con las que el gobierno pretende terminar “nuestra inconformidad y la de los pobladores”.

Después de cuatro días del violento desalojo, todavía permanecen policías federales resguardando la carretera federal México-Oaxaca. Hacen rondines durante todo el día, lo que mantiene a la población en incertidumbre. Algunos tienen miedo, pero otros están enojados por el maltrato que sufrieron el miércoles. Amayuca pertenece al municipio de Jantetelco, Morelos, tiene poco más de 4 mil 700 habitantes que en su mayoría se dedica a la siembra de maíz, frijol, camote y amaranto, o a la alfarería, y aseguran que “no son violentos”. Este pueblo desafió a las autoridades estatales al cerrar la carretera que lleva a Oaxaca, a la altura de Amayuca, en el crucero de Cuatro Caminos. Durante tres días impidieron la circulación en apoyo a los maestros de Morelos que rechazan la Alianza por la Calidad de la Educación.

La situación aviva el conflicto en Oaxaca:

Bloqueos y marchas de maestros en protesta por la represión ejercida contra los docentes de Morelos, donde han sido replegados con la fuerza pública, se repitieron en Oaxaca y Michoacán. En Oaxaca, los integrantes de la sección 22 del SNTE colocaron piedras, sillas y pizarrones para interrumpir el paso vehicular sobre las carreteras federales, principalmente la que conduce al Istmo de Tehuantepec y a la zona de la sierra. Durante más de ocho horas, lanzaron consignas contra los actos represivos cometidos en Morelos. La protesta estuvo encabezada por trabajadores administrativos, los normalistas y algunos segmentos de la APPO. Tras los bloqueos, los inconformes realizaron una marcha que concluyó en el zócalo de la ciudad donde se realizó un mitin.

Mientras tanto, la lideresa no se preocupa demasiado ya que solamente golpearon a mujeres y niños y a unos pocos maestros:

La líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo, advirtió que pese a las protestas de la disidencia magisterial, en la Alianza por la Calidad de la Educación no habrá “ni un paso atrás”. El acuerdo surgió de congresos y de debates profundos del magisterio, además de que se trata de una propuesta del SNTE. En conferencia, Gordillo consideró “muy lamentables” los acontecimientos en Morelos; sin embargo, confió en que “no hay heridos; sólo un maestro lesionado”.

Los hechos muestran las secuelas:

Organizaciones de derechos humanos afirmaron que las fuerzas federales y estatales que realizaron operativos de desalojo en las comunidades de Xoxocotla, Amayuca y Tres Marías, en Morelos, incurrieron en torturas, tratos crueles, inhumanos y degradantes; detenciones arbitrarias, incomunicaciones y otras violaciones a las garantías fundamentales durante las detenciones de pobladores y maestros de estas regiones. “Los policías hicieron caminar (a algunos) sobre brasas y vidrios. Más de siete horas después de detenidos no habían recibido agua, alimentos ni medicamentos”; además de que a 49 detenidos “los mantuvieron hacinados” en un camión por varias horas, no se les brindó atención médica y fueron incomunicados.

Samuel Ruiz García, obispo emérito de San Cristóbal de la Casas, lamentó las acciones represivas realizadas en Morelos en contra de profesores y padres de familia que demandan solución al conflicto magisterial en la entidad.

Los partidos políticos de oposición en Morelos indicaron que solicitarán la renuncia del gobernador Marco Antonio Adame Castillo y que se le finquen responsabilidades por permitir el uso de la fuerza para solucionar el conflicto magisterial que se vive en el estado desde hace más de 50 días. Los presidentes del PRI, Guillermo del Valle Reyes; del PRD, Juan Ángel Flores Bustamante; del PVEM, Javier Estrada González, y del PT, Rigoberto Laurence López, solicitarán la intervención de sus dirigentes nacionales para que los niños del estado regresen a clases.

Tras los acontecimiento violentos en contra de pobladores y maestros de Amayuca y Xoxocotla, Morelos, diversas organizaciones de derechos humanos exigieron a los gobiernos federal y estatal “el cese inmediato de agresiones, respeto a derechos humanos y el regreso al diálogo” para solucionar las demandas de docentes. Por otro lado, la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Morelos y el Centro Digna Ochoa denunciaron que en el operativo de ayer en Xoxocotla a los heridos no se les podía brindar apoyo médico debido a que la comunidad “está sitiada por la fuerza pública”.

Los diputados del PRD emitieron una declaración pública para exigir la libertad incondicional de los maestros detenidos en Morelos y el “cese inmediato de la represión”, mientras Andrés Manuel López Obrador manifestó su repudio a la fuerza ejercida contra profesores y ciudadanos de aquella entidad.

Al “hacerse eco” de múltiples organizaciones de derechos humanos en el país, el presidente del Centro Fray Francisco de Vitoria, Miguel Concha Malo, expresó anoche su preocupación por el “abuso de la fuerza” con la que actuaron las policías Federal Preventiva (PFP) y del estado de Morelos en contra de varios poblados de esa entidad para desalojar a la disidencia magisterial.

Si bien se han tomado las carreteras, ahora en manos del ejército, el movimiento no parece disminuir su intensidad:

El Movimiento Magisterial de Bases en Morelos rechazó de manera tajante y por unanimidad la invitación que realizó la dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo, para discutir sus reclamos contra la Alianza por la Calidad de la Educación (ACE); además precisaron que cualquier representación que arribe a Sonora a nombre del movimiento morelense será “espuria y no representa a la base”.

Tras los desalojos violentos en la entidad, lo que dejó un saldo de decenas de detenidos y lesionados, “comenzó una abierta represión del Estado contra los movimientos sociales, y en particular con el magisterio”. Insistió en que “no vamos a dar marcha atrás en esta lucha, porque no se trata de intereses únicamente de los docentes, sino de la sobrevivencia de un modelo educativo público y gratuito”.

Después de los hechos violentos de esta semana, el movimiento magisterial en Morelos está tomando otro rumbo y “se está yendo de las manos”, porque ya no sólo los docentes están inconformes con las acciones del gobernador Marco Antonio Adame Castillo, sino también “el pueblo” se siente agraviado ante la “represión”, coincidieron líderes de los maestros. El miércoles y jueves se vivió una intensa jornada de violencia en Amayuca y Xoxocotla, que enfrentaron, sobre todo, los pobladores de las comunidades, en apoyo del Movimiento de Bases Magisteriales. “Quisiera decir que estos brotes en los pueblos, son meramente de los pueblos, porque ellos no permiten que intervengamos. Ellos nos dicen ‘déjennos a nosotros, esto es asunto nuestro, ustedes luchen a su modo".

Y son los padres de familia, sin apoyo, los que intentan que sus hijos no pierdan "clases":

Inseguridad y falta de maestros, así como presiones por parte del SNTE son los riesgos que enfrentan los padres de familia morelenses que decidieron tomar las escuelas. En algunas de las primarias y secundarias abiertas a instancias de padres de familia, los estudiantes tienen que tomar clases “compactadas”, es decir, juntaron los horarios vespertinos y matutinos. En contraste, el gobierno del estado impulsa la entrega de libros a través del grupo Sumax y la Asociación Nacional de Padres de Familia. En un breve recorrido por algunas de las escuelas que abrieron sus puertas, cansados por la falta de clases en un paro magisterial, se encontró que la responsabilidad ha sido asumida por la mesa directiva de padres de familia

El ejército tiene dudas de su participación, una vez más, en defender la visión estrecha de democracia que tienen las personas en el poder ejecutivo federal y estatal:

El titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Guillermo Galván Galván, expuso ante diputados federales que “es cuestión de altísimo riesgo para el Ejército” la solicitud de la Policía Federal Preventiva (PFP) para mantener las vías de comunicación abiertas en el conflicto magisterial en el estado de Morelos.

Ni en Morelos ni en el resto de las entidades en las que se realizan movilizaciones contra la Alianza por la Calidad de la Educación existe temor ante las advertencias de Gobernación. “Desde que se aprobaron las reformas a la ley de justicia el gobierno tiene el argumento para reprimir a las movilizaciones sociales, pero la dignidad de los compañeros de Morelos y en otras regiones es más grande que el miedo”. La directiva de la CNTE se sorprendió ante “el desconocimiento” de los funcionarios de Bucareli sobre el tema Elba Esther Gordillo: “En efecto, al gobierno no corresponde remover dirigentes sindicales, en decenas de ocasiones hemos dejado en claro que lo que exigimos es que el gobierno le retire su respaldo (a la dirigente) para que el millón 600 mil trabajadores de la educación nos encarguemos de ella y tomemos la determinación de las mayorías”.

Profesores de Morelos defendieron el movimiento que mantienen y aseguraron que “las autoridades no han dado a conocer a la opinión pública el contenido total de la Alianza por la Calidad de la Educación (ACE)”, por lo que “se desconocen los retrocesos” que este acuerdo traerá para el sistema educativo del país. La Asamblea Nacional Representativa de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) acordó impulsar un mayor apoyo al plantón “representativo” instalado en la sede de la Secretaría de Educación Pública (SEP), además de que el próximo 17 de octubre los maestros volverán a tomar las calles de la ciudad de México para realizar una marcha del Zócalo a Los Pinos exigiendo que se cancele ese acuerdo educativo y en rechazo a la “represión” contra el movimiento magisterial morelense.

Luego de que la secretaria de Educación Pública, Josefina Vázquez Mota, afirmara que sólo son tres mil de un millón 300 mil maestros los que se manifiestan en Morelos contra la Alianza por la Calidad de la Educación, maestros disidentes del SNTE consideraron que a la funcionaria “habría que enseñarle a contar, porque al parecer no sabe hacerlo bien, ya que somos 21 mil los docentes”.

Me parece que esta situación en un gran ejemplo de cómo los adultos mexicanos les damos una extraordinaria clase magistral a los jóvenes sobre la democracia, la solución de conflictos, el respeto de los derechos humanos. Confiemos en que estamos construyendo el país en el que deseamos vivir.

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