miércoles, febrero 03, 2010

la ley de obligatoriedad de la educación preescolar no se puede cumplir

En el 2002 se promulgó una ley para obligar a los padres a llevar a sus hijos a los centros de educación preescolar desde la edad de 3 años... sin embargo, en la realidad, no existen las condiciones, ni la infraestructura, ni el interés del gobierno federal:

La Administración Federal de Servicios Educativos en el Distrito Federal (AFSEDF) rechazó que la convocatoria para las preinscripciones en preescolar excluya a los niños de tres años que quieran ingresar a este nivel académico. Luis Ignacio Sánchez, aclaró que les darán acceso a los infantes de tres años, según el cupo que haya en las escuelas de la capital del país. No obstante, admitió que no se tienen los recursos federales para cumplir con lo que marca la Ley General de Educación en su artículo 65, fracción I, donde se estipula que “la edad mínima para ingresar a la educación básica en el nivel preescolar es de tres años”. Del dos al 15 de febrero se llevará a cabo este trámite en todos los planteles públicos de la Ciudad de México, pero en la convocatoria no se aclara si darán cupo a los que no tengan cuatro años para el primero de enero de 2011. “No se cuenta con la capacidad de salones, maestros, espacios, ni los recursos para cumplir”, reconoció el funcionario.

Esta situación no debería sorprendernos si sabemos que el territorio mexicano ofrece las peores condiciones de vida para los niños y niñas en comparación con otros miembros de la OCDE.


2 comentarios:

rockcommel dijo...

Este tipo de proyectos inconsistentes, se quedan en buenos deseos, por lo mismo que no se instrumentan para llevarlos a buen término.

Paco Martínez dijo...

Estimado, Romel:

Gracias por tu comentario, pienso que uno de los problemas con los proyectos nacionales es que nuestros políticos creen en las veladoras, la lectura del tarot, los brujos, en lugar del conocimiento científico y tecnológico. Por ello, piensan que con un poco de buena suerte de pata de conejo se cambian los problemas estructurales.

Pronto llegarán las nuevas promesas para resolver los viejos problemas.