domingo, octubre 31, 2010

los niños mexicanos ven 12 mil 400 anuncios de comida chatarra por televisión

Aparece uno de los motivos ocultos del interés del gobierno federal para invertir en televisores y no en educación y ciencia. El gobierno federal quiere venderte azúcar y grasa mientras miras sus promocionales:

Al año, los niños ven 12 mil 400 anuncios de comida chatarra en la televisión, lo que convierte a México en el país con más anuncios y campañas publicitarias en el mundo. En reunión de los diputados que dan seguimiento a la problemática de obesidad en México, con investigadores del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición-Salvador Zubirán, se reveló que México es el país con la mayor cantidad de anuncios de comida chatarra por hora en televisión. El estudio La Desnutrición Infantil y Obesidad en la Pobreza en México: El alto riesgo de perder el bono demográfico se afirma que un niño mexicano que en promedio pasa dos horas al día frente a la televisión, al cabo de un año el pequeño habrá visto más de 12 mil 400 anuncios de comida chatarra. El investigador del Instituto Nacional de Ciencias Médicas Abelardo Ávila dijo que van tres generaciones de personas con obesidad por un excesivo consumo de comida chatarra, “no es casualidad, sino causalidad que México sea un país con gran obesidad infantil”.

Una de las razones por la que la ley en contra de la comida chatarra en las escuelas no prosperó son los intereses de los legisladores por hacer negocio. Los medios ventilan que una de las principales promotoras de la obesidad infantil pertenece al partido político que espera que un copete los gobierne a todos:

Senadores de la República y un diputado local denunciaron ayer que la senadora María del Socorro García Quiroz (PRI) es la operadora de “intereses empresariales poderosos” para detener la ley antiobesidad. La iniciativa fue presentada en el Senado en abril de este año, pero desde entonces la legisladora ha utilizado tácticas dilatorias para frenarla. Ayer lo intentó de nuevo, pero se acordó dar primera lectura a la propuesta. Distintos senadores la señalaron por tener un “conflicto de intereses” por su relación con la familia Ruiz, que controla una embotelladora en Querétaro. Es señalada por haber sido asesora jurídica de la empresa refresquera. Además, Jorge García Quiroz, hermano de la senadora, es el secretario de Gobierno del gobernador priísta de Querétaro, José Calzada Rovirosa, y ella llegó al Congreso como suplente del actual mandatario local.

Las escuelas en el estado deMéxico están llenándose de niños y niñas con sobrepeso y obesidad:

Veintiséis por ciento de los niños del estado de México padecen sobrepeso u obesidad, mientras 12 por ciento presenta desnutrición en diversos grados, de acuerdo con el Quinto censo de talla y peso que realizó el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia del estado de México. El investigador Abelardo Ávila Curiel, del Instituto Nacional de Ciencias Medicas y Nutrición Salvador Zubirán, quien participó en la elaboración del censo, aplicado en todas las escuelas primarias de la entidad, dijo ayer que el problema es grave, sobre todo en las zonas metropolitanas del Valle de México y del valle de Toluca.

El problema de la obesidad se relaciona con la educación, no es un asunto genético solamente, hay factores culturales muy importantes:

El hecho de que un padre abuse de una dieta de alto contenido en grasas aumenta el riesgo de concebir hijas con propensión a la diabetes, según un estudio realizado con ratas por científicos australianos. El estudio, publicado en la revista Nature, afirma que en el desarrollo de la diabetes del tipo 2 y la obesidad pueden influir factores no genéticos. Hasta ahora se sabía que los padres obesos o diabéticos tienen un alto riesgo de transmitir esas patologías a sus hijos, pero es la primera vez que se demuestra científicamente cómo un factor no genético -el régimen alimentario paterno- puede desencadenar un proceso diabético en la descendencia. Científicos de la Universidad de Nueva Gales del Sur, en Sidney (Australia), suministraron a las ratas macho alimentos de alto contenido graso, lo que les acarreó problemas de obesidad e intolerancia a la glucosa, que transmitieron a sus crías hembras tras aparearse con ratas normales.

Si la escuela no logra que los estudiantes aprendan y tampoco para que tengan una vida saludable, entonces, ¿Para qué sirven?



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