martes, febrero 22, 2011

niños con necesidades educativas especiales: el sistema educativo mexicano, ni los ve, ni los oye


Los niños y las niñas con necesidades educativas especiales no pueden recibir una educación de buena calidad debido a que las escuelas mexicanas están diseñadas para los "niños normales". Esta idea es contraria a los derechos del niño y a la investigación científica; está comprobado que todas las personas son capaces de aprender. El diseño poco inteligente de las escuelas mexicanas deja a millones de niños y de niñas fuera del sistema escolar:

En México no se ha logrado revertir el déficit en la atención de niños con discapacidad. Con una población estimada en dos millones de menores con este problema y en edad de cursar su educación básica, sólo se atiende a 424 mil. Una baja inversión pública para garantizar la escolarización de niños con necesidades educativas especiales –discapacitados, con aptitudes sobresalientes, con problemas de lenguaje, conducta y comunicación– ha favorecido un crecimiento mínimo de la cobertura, en particular para quienes padecen discapacidad intelectual, motriz, auditiva, sordoceguera, baja visión, ciegos, sordos y autismo. A esto se suma una escasa infraestructura educativa que favorezca la integración e inclusión educativa, así como un creciente deterioro de las condiciones laborales en las que los docentes se encargan de menores con necesidades educativas especiales. Abelino Martínez, docente de USAER con 28 años de experiencia, aseguró que bajo las condiciones actuales la integración e inclusión educativa de menores con discapacidad en escuelas regulares no es una alternativa real, sino una opción demagógica. Hoy, afirmó, el panorama es desastroso. Vamos hacia la desaparición de la educación especial bajo una visión pragmática y distorsionada de lo que la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) ha denominado inclusión educativa y que se lanzó como meta internacional desde la declaración de Salamanca, en 1994.

El analfabetismo y la exclusión escolar se concentran en esta población:

De acuerdo con datos sobre la situación de las personas con discapacidad en México, elaborado por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), 46 por ciento de esta población no ha completado la educación básica. México ratificó en 2007 la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y por ese hecho asumió el compromiso de asegurar un sistema inclusivo a todos los niveles. Sin embargo, 24 por ciento de la población de seis a 29 años con discapacidad nunca ha asistido a la escuela y casi 33 por ciento de la población mayor de 15 años con discapacidad es analfabeta.

El peor lugar para estos niños y niñas es el sistema educativo:

Niza Chacón es una de las miles de madres de familia que desde hace más de una década han luchado por un proceso digno de integración e inclusión educativa para sus hijos con discapacidad en escuelas regulares de educación básica y en los Centros de Atención Múltiple (CAM) en México. Como muchos padres, tuvo que enfrentar la falta de servicios de salud y educación especializados para menores con discapacidad. Cuando los médicos me dijeron que mi hija Biani no iba a caminar ni a oír fue un golpe devastador. En unos cuantos minutos me aseguraron, sin un diagnóstico preciso, que ella no podría ser nada en la vida. Pensé que eso era lo peor, pero nunca imaginé que la batalla más difícil sería con el sistema educativo. Niza señala que en el caso de Biani, tras 14 años de terapia y asistencia al CAM 27, comienza a ser cada vez más independiente. Camina y puede ver. Cursa primaria y quiere ingresar a secundaria, pero conquistar estos logros implicó superar muchas barreras. El ingreso a una guardería, explica, fue mi primer choque con la realidad de un sistema de atención que no está preparado para recibir a niños con necesidades especiales. Me di cuenta que sólo era una maletita, un bulto encargado: nada más le daban la mamila y, si acaso, le cambiaban el pañal. La discriminación a los niños con discapacidad inicia desde la carencia de guarderías oficiales con estimulación temprana. Hace 10 años no existían y tuve que pagar una particular, y luego una primaria, donde a mi hija le otorgaron un diploma hechizo que ni siquiera tenía logos oficiales.

Son jóvenes de entre 16 y 28 años de edad. Tienen discapacidad, pero se niegan a ser considerados por sus padres y maestros como niños eternos. Karla es sorda. Cursó primaria y secundaria en escuelas públicas regulares, donde hubo profesores que ni siquiera se enteraron que era sorda. Al igual que Daniel y Javier es conductora del programa radiofónico La Pirinola, espacio dirigido por personas con alguna discapacidad. Su mayor deseo es asistir al bachillerato regular y ser chef, pero sus padres decidieron que debe asistir a una escuela especial. “Nadie me dijo hasta que me inscribieron. A mi mamá la convencieron los maestros de que no puedo ir a prepa regular, con chavos de mi edad, pero yo sé que sí puedo”.

En un país lleno de pobres, con gobiernos federales dedicados a administrar la pobreza, no podemos darnos el lujo de no potenciar la única fuente de riqueza inagotable: el cerebro y las ideas de los mexicanos.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tengo una prima que tiene un retraso de dos años de edad actualmente tiene 7 pero su comportamiento es de una niña de 5 cursa 1er año de primaria pero siento q ella necesita un sistema educativo auditivo. No se si exista pero quisiera saber si existen sistemas de aprendizaje auditivo x q tiene muy desarrollado su sistema auditivo . Podrían orientarme .

Unknown dijo...

Es un articulo interesante; 2 millones de discapacitados, de los cuales, apenas un poco más de la quinta parte en edad escolar son atendidos... es un porcentaje muy bajo y me gustaría saber cuales son tus fuentes.