lunes, agosto 15, 2011

la ciencia y su divulgación en México

La cultura humana ha desarrollado, junto con las artes, una de las prácticas que más ha impulsado la civilización: la ciencia. La ciencia nos ofrece una manera de imaginar y actuar en el mundo que nos permite comprenderlo y , a veces, cambiarlo. Hay tres aspectos muy relevantes sobre la ciencia. El primero es contar con científicos, el segundo es divulgar el conocimiento científico, y el tercero, impulsar en los niños y los jóvenes la curiosidad para comprender el universo y la cultura humana. En México, tenemos serias debilidades en estos tres temas. Tenemos pocos científicos, no se divulga la ciencia y la escuela está más interesada en erradicar la curiosidad y el interés de los niños para aprender sobre la biología, la física, la química, la sociedad:

El gasto en ciencia y tecnología en México continúa siendo muy bajo, y si desea competir en innovación y productividad deberá presupuestar diez veces más la cantidad que se eroga anualmente. En el grupo de países que conforman la OCDE, México se ubicó, en 2008, en el último lugar de inversión en ciencia y tecnología. El gobierno destinó únicamente 0.38 por ciento del PIB. En ese año, el número de investigadores inscritos en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) fue de 15 mil 565. No obstante, la Auditoria reportó que el 65.7 por ciento de los investigadores se concentró en los 14 estados con menor porcentaje de pobreza, mientras que 6.1 por ciento se ubicó en las entidades más pobres. También se reporta que los productos que más se producen, 99.1 por ciento, fueron libros, capítulos de libros y artículos, mientras que sólo 0.9 por ciento fueron patentes. Y no existen productos relacionados con desarrollos tecnológicos, innovaciones y transferencias tecnológicas.

Poco se puede hacer si no existe una cultura científica generalizada. Demasiado poco se hace por divulgar el conocimiento científico:

La divulgación del conocimiento científico es fundamental para las naciones, sobre todo en aquellas cuyo nivel académico de la población es deficiente, pues los ciudadanos con mayor preparación son quienes enfrentarán de una mejor manera el futuro, coincidieron algunos de los ganadores de la medalla de la Sociedad Astronómica de México (SAM). Señalaron además que México tiene la obligación de impulsar y apoyar la ciencia y la tecnología para desarrollarse como nación. Rodrigo Vidal Tamayo Ramírez, titular de la Dirección de Educación, Ciencia y Sociedad del Instituto de Ciencia y Tecnología del Distrito Federal, señaló que llevar el conocimiento científico de una manera sencilla a la gente, en el largo plazo redituará en mejor calidad de vida y contribuirá a que la población forme un pensamiento más crítico, con lo que exigirá a sus gobiernos tomar en cuenta la variable científica en sus proyectos. El joven divulgador subrayó que es urgente modificar la educación en el país: Hay que eliminar la tendencia a la memorización del conocimiento y hacer que los estudiantes piensen, razonen y cuestionen todo lo que se les enseña. Así se perderá el miedo a la ciencia y la gente se dará cuenta que es la mejor herramienta para resolver problemas.

Harold Walter Kroto, ganador del premio Nobel, está interesado en fomentar la creatividad infantil. Para su conferencia magistral en Lindau, Kroto no habló de ciencia. En cambio decidió dedicar sus 30 minutos a inspirar a los asistentes sobre la importancia de la creatividad. “Los niños no son los únicos que aprecian de manera instintiva la elegancia de las estructuras simétricas como la de un balón de futbol soccer. Los artistas, arquitectos, científicos, matemáticos e ingenieros también están fascinados con la elegancia de las estructuras y las utilizan para sus esfuerzos creativos”. En los últimos 15 años, Kroto ha destinado una parte considerable de su tiempo y esfuerzo a promover una mejor educación para los jóvenes. En 1995 fundó el Vega Science Trust en Gran Bretaña dedicado a crear películas de ciencia de gran calidad incluyendo conferencias, entrevistas a Premios Nobel, programas de discusión, y otros materiales que están disponibles al público desde su sitio web. Recientemente inició un nuevo proyecto denominado GEOSET (del inglés Global Educational Outreach initiative to provide outstanding Science, Engineering and Technology teaching material). La idea del proyecto es ayudar a los profesores para que puedan enseñar mejor y se realiza con un trabajo en equipo, como la Wikipedia. Para mejorar el sistema educativo, es importante reconocer a la ciencia, por ejemplo, en China e India un gran número de niños reconoce que la única forma de salir de la pobreza es a través de una buena educación en ciencia y tecnología. Luego están los gobiernos que dan incentivos a los jóvenes para que estudien carreras científicas. También es importante que les des opciones de empleo. Si no ofreces empleos para científicos, ingenieros y tecnólogos entonces, ¿cómo van los jóvenes a querer trabajar en esas áreas?

La UNAM pretende transformar el trabajo que se realiza en los laboratorios del bachillerato:

La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) emprendió la transformación de los laboratorios para la enseñanza de las ciencias en sus planteles de bachillerato. El proyecto, creado por un equipo de investigación del Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico (CCADET), usa como principal herramienta las tecnologías de la información y la comunicación para atraer la atención de los estudiantes y propiciar mayor comprensión y mejores prácticas. El instrumental clásico de laboratorio se deja a un lado para dar paso a un diseño de trabajo por grupos, en el que el docente monitorea por medio de una computadora las prácticas de cada equipo con la finalidad de señalar aciertos o errores y compartirlos con los educandos.

Un par de buenos ejemplos de la ciencia mexicana:


Científicos mexicanos desarrollan, con aceite de coco, un recubrimiento contra la corrosión de oleoductos, con el fin de sustituir los productos importados que actualmente utiliza Petróleos Mexicanos (Pemex). Este compuesto se encuentra en etapa experimental pero "ha demostrado ser competitivo" frente a los productos comerciales que existen en otros países como Inglaterra, explicó Jorge Ascencio, responsable del proyecto. La investigación se desarrolla en el Instituto de Ciencias Físicas (ICF) del estado central de Morelos con apoyo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y del gobierno de Guerrero (sur de México). El aceite de coco, fruto abundante en zonas tropicales del país, separa el agua que daña los oleoductos del petróleo, indicó el científico. Para evitar que el líquido se adhiera al metal, el compuesto se vierte en el flujo del petróleo con el fin de que rechace el agua, con lo cual los oleoductos quedan protegidos en su interior, añadió Ascencio. El físico afirma que actualmente se trabajan con cocos criollos e híbridos, dos variedades abundantes en Guerrero, en particular con los frutos del poblado de Marquelia Indicó que la última parte del trabajo consistirá en llevar a las comunidades de Guerrero la metodología y los equipos portátiles para desarrollar el proceso y obtener el aceite con valor agregado. "Se trata de que todos ganen, de incentivarlos al crecimiento". En México existe una red formada por 13,000 kilómetros de oleoductos dedicados al transporte de crudo; unos 8,300 kilómetros para transportar hidrocarburos refinados como gasolina y diesel y otros 17,000 kilómetros para gas natural y gas LP.

Una nueva patente para una biocerámica:

En el Instituto de Investigaciones en Materiales (IIM) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), María Cristina Piña Barba, junto con otros científicos, obtuvo la patente para preparar una biocerámica a partir de whitlockita-magnesio, útil para prevenir la osteoporosis. Se trata, explicó la científica, de un desarrollo mediante el cual se obtiene la molécula de whitlockita-magnesio, que el organismo asimila más fácilmente y que se transforma en el componente inorgánico del hueso (hidroxiapatita) en el momento en que llega a él, lo que permite fortalecer el esqueleto.

Hay que dar oportunidad a los científicos jóvenes y veteranos que deseen emular el prodigioso trabajo de Carl Sagan, y fortalecer una cultura mexicana basada en el conocimiento científico.




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