viernes, diciembre 03, 2010

los nuevos ninis: ni universidades nuevas ni presupuesto


Llegó el bicentenario y el centenario con más desidia que fortuna, con muchos problemas sin resolverse. Por ejemplo, la crónica falta de financiamiento a la educación superior. Este problema, sin embargo, no afecta a la cámara de diputados que consideran que la democracia se demuestra con pagar sus servicios hospitalarios (que no tienen asegurados la mayoría de los mexicanos), o sus computadoras o sus llamadas telefónicas. Este año, nuevamente, la educación superior tendrá que esperar:


El titular de la Secretaría de Educación Pública, Alonso Lujambio, se mostró satisfecho con el aumento de 8 mil millones de pesos al presupuesto del sector a su cargo. Dijo que esos recursos son suficientes para llevar a cabo los planes y programas previstos para el próximo año. Contra la posición triunfalista de Lujambio, el secretario general de la Confederación Nacional de Trabajadores Universitarios (Contu), José Enrique Levet Gorozpe, advirtió sobre severos problemas financieros en las universidades estatales, debido a que no se les autorizaron recursos adicionales.

La inversión continua siendo insuficiente:

Mientras especialistas, rectores y legisladores han señalado la necesidad de invertir mayores recursos para incorporar a las escuelas de bachillerato y licenciatura a los jóvenes que ni estudian ni trabajan, la iniciativa de presupuesto para el año 2011 que envió el Ejecutivo al Congreso de la Unión plantea un recorte de 48.5% para la creación de nuevas instituciones o diversificar las opciones de estudio en México, señala el Informe de Presupuesto para la Educación Superior, que analizaron los rectores en el Consejo de Universidades Públicas e Instituciones Afines (CUPIA). También que los recursos destinados para enfrentar los problemas estructurales de pensiones y jubilaciones de las universidades, así como el fondo que busca reconocer a los profesores, administrativos y mandos medios que han laborado hasta por 15 años en las instituciones sufrirán un recorte de 23.4% para 2011.

El presupuesto asignado a las universidades públicas para 2011 frenará a la mitad la apertura de espacios para los egresados de bachillerato o la posibilidad de reinsertar a los jóvenes que no estudian ni trabajan, llamados ninis. De acuerdo con los primeros análisis que los rectores de las instituciones de educación superior realizan al presupuesto aprobado por la Cámara de Diputados, la asignación del subsidio retomó su característica de “inequidad”, debido a que “el trato fue desigual” frente a las mismas necesidades.

Mientras sigue, la guerra que no se ganará (mientras exista el mercado norteamericano y no aumente la calidad de vida en México), los jóvenes mexicanos piensan que el narcomenudeo es una opción para ganar buen dinero. Los trabajos con bajos salarios y con pocas opciones de un mejor futuro generan más desilusión que el deseo de superarse de los jóvenes:

El Consejo para la Ley y los Derechos Humanos, A.C. (CLHD), aseguró que los jóvenes capitalinos y de la zona conurbada han buscado en el narcomenudeo una opción de empleo ante los pésimos sueldos que se ofrecen en las posibles fuentes de trabajo. En 2009 se investigaron las causas que han llevado a jóvenes a buscar en la venta de drogas una forma de vida. El estudio comprende una encuesta a tres mil 500 jóvenes del DF y área metropolitana de colonias tanto populares como de clase media y alta, que incluyó entrevistas con algunos adolescentes involucrados en actos de la delincuencia organizada. Según la organización no gubernamental, contrario a lo que se puede pensar, actualmente toda clase de jóvenes se involucra en el narcomenudeo, sin importar si cuentan con familia de buenos ingresos. Según su encuesta, el 76% de los jóvenes aceptó que está dispuesto a recurrir a la venta de droga como medio para generar ingresos, mientras que 10% lo ha considerado, 9% no se involucraría y 5% aceptó dedicarse a la venta de estupefacientes.

Y tampoco ayuda que en muchas universidades públicas, los rectores se comportan como aristócratas con privilegios heredados:

El que su institución educativa viva una situación económica crítica no es impedimento para que el rector y las altas autoridades de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) viajen en avión privado. La aeronave, propiedad de la UAT, es utilizada, entre otras cosas, para que el rector, José María Leal Gutiérrez, asista a las reuniones con sus homólogos en las que se analiza la forma de solucionar la crisis financiera por la que atraviesan la mayoría de las universidades del país por el pago de pensiones y jubilaciones para sus trabajadores. Como una “tradición”, la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) cuenta desde hace 30 años con un avión ejecutivo entre su patrimonio vehicular. Leal Gutiérrez, rector en turno de la institución, dice: “A mí me tocó casi de herencia... Haría mal en no utilizarlo para nuestros propósitos como universitarios, como transportar a conferencistas (entre los más recientes el cónsul general de EU, Michael Barkin)”, pero también en los viajes del rector y en el traslado de funcionarios a diversas partes del país para acudir a firmar convenios de venta de asesoría e investigación a las empresas públicas como Pemex y la Comisión Federal de Electricidad, de carácter privado en México.

Mientras se pueda volar en jet privado que importa que no haya dinero para el retiro de los trabajadores.



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