México ha apostado por el turismo como medio para diversificar su economía. El asunto es que los gobiernos federales han tenido una visión limitada, realizando grandes inversiones en crear zonas turísticas en la playa. Sin embargo, resulta mucho más atractivo ofrecer un turismo basado en la historia prehispánica y virreynal. Este tipo de turismo requiere más que ofrecer toallas y sonrisas a los turistas, requiere de conocer de la historia mexicana:La derrama económica que genera el turismo cultural es hasta 40 por ciento superior a la que produce el de sol y playa debido a que los viajeros visitan distintas localidades, lo que convierte a este modelo en un detonador de la economía regional, aseguró el director general de desarrollo de la cultura turística de la Secretaría de Turismo (Sectur), Fernando Olivera Rocha. Explicó que a diferencia de los paquetes convencionales, donde el visitante permanece varios días en un mismo punto y muchos de los cuales tienen todo incluido, el turista cultural visita diversos puntos, lo que genera que su derrama económica se disperse además de que la oferta es más amplia. El viajero de hoy ya no se puede quedar 7 días en sol y arena, ya se aburre porque busca experiencias, actividad, conocimiento, dijo en entrevista durante la primera feria mundial de turismo cultural, que se lleva a cabo aquí. El funcionario definió el turismo cultural como el aprovechamiento del patrimonio histórico a través del disfrute de las tradiciones y gastronomía del país, así como el convivio con las etnias indígenas y el conocimiento de los monumentos históricos.
Otra forma alternativa de mirar el turismo es respetando la ecología, en lugar de destruir el ecosistema creando piscinas y cuartos en hoteles usando tecnología del siglo XXI. Sin embargo, México en lugar de ser un modelo del turismo ecológico y respetuoso del planeta, tiene que recurrir de nuevo al conocimiento europeo para impulsar este tipo de turismo. 200 años después la rueda regresa al mismo lugar:
La Universidad de Alicante forma a indígenas de la selva mexicana de Lacandona, en Chiapas, para que gestionen por sí mismos el turismo que reciben, sin otras empresas intermediarias. Esta iniciativa es desarrollada desde hace cuatro años por el Instituto de Investigaciones Turísticas de esta institución académica en un proyecto conjunto con la Universidad Intercultural de Chiapas (UNICH) con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). La coordinadora es María José Pastor Alfonso, de la Universidad de Alicante, para Pastor, los indígenas pretenden desarrollar un turismo alternativo destinado a un público concienciado y que se desarrolla en áreas naturales protegidas donde la comunidad autóctona compagina sus cultivos tradicionales con el turismo. Además, combinan ambas facetas de manera comunitaria, es decir, compartiendo tanto trabajo como inversiones y beneficios.Apostar por el turismo no significa que podemos conformarnos con tener un sistema educativo de mala calidad. La respuesta para tener un mejor nivel de vida es simple: educación, educación, educación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario