domingo, septiembre 30, 2012

de transparencia y rectores sin título profesional en las universidades públicas mexicanas

Que una universidad pública posea autonomía no es sinónimo de secretismo y esoterismo en su funcionamiento. En 200 años las universidades públicas de México tienen la tendencia de no rendir cuentas públicas ni hacer transparente su funcionamiento. Sin embargo, la información de las universidades son un asunto público:

El pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) estableció que la información de las universidades es pública, lo que las obliga a entregar la documentación requerida, según las características que marque la legislación sobre el acceso a la información. Lo anterior, al concederle un amparo a Ulises Guillermo González García en contra de la decisión de la Unidad de Enlace de la Universidad Autónoma de Zacatecas, la cual se negó a revelar completos datos sobre sueldo, bono, primas de antigüedad y compensaciones y prestaciones que recibieron los rectores Alfredo Femat Bolaños, Virgilio Rivera Delgadillo, Rogelio Cárdenas Hernández y Eduardo Hiriart Estrada, así como el monto de sus respectivas liquidaciones y jubilaciones. Los ministros sentaron un precedente al ordenar el cumplimiento de una decisión del Instituto de Información Estatal de Zacatecas que había instruido a la referida universidad que entregara la información; y como no lo hizo, el quejoso acudió al juicio de amparo y los ministros le dieron la razón.

Uno de los grandes vicios del viejo régimen ha sido la recompensa y prebendas a amigos del presidente, del líder sindical, del gobernador, del senador, del diputado. Tal vicio provoca que muchas universidades tengan rectores que ni siquiera han terminado su formación profesional:

El mexicano Juan Miguel Ramírez Sánchez estuvo trabajando quince años en la Universidad de Guanajuato, de la que llegó a ser rector de uno de sus campus, y ahora se ha demostrado que no tenía ningún título universitario válido para ejercer, informaron fuentes del centro. "Cuando lo descubrimos hablamos con él, se le presentó el caso y él optó por renunciar no sólo al cargo, sino también a la Universidad", dijo  Luis Manuel Orozco, director de asuntos jurídicos de este centro. Aunque su dimisión se produjo en el mes de mayo, la noticia no se ha hecho pública hasta ahora porque el centro interpuso una denuncia penal ante la Procuraduría de Justicia del Estado por delitos de usurpación de profesión y estaba en proceso de averiguación. Según contó Orozco, la Universidad empezó a investigar después de que recibieran varios anónimos que acusaban a Ramírez Sánchez de que su título en Economía expedido por la Universidad de Puebla en 1981 era falso. "Se pidió el expediente a la dirección de recursos humanos, se pidieron informes a la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y a la Secretaría de Educación para verificar la autenticidad de su cédula. La BUAP contestó diciendo que en los archivos escolares no hay ningún documento que diga que estudió allí", apuntó Orozco. Ramírez Sánchez entró en la Universidad de Guanajuato (centro del país) hace quince años para trabajar como profesor y en su trayectoria llegó a ser director de la facultad de Contabilidad y Administración del campus de Celaya-Salvatierra, uno de los cuatro que tiene la Universidad, hasta que se convirtió en rector del mismo en el año 2008. Cuando se produjo su dimisión, el entonces rector era candidato a ser reelegido ya que estos puestos tienen una duración de cuatro años. "Nos duele porque tenemos personal muy valioso (...) y esto es una consecuencia muy desagradable para la institución", apuntó Orozco.

Todavía falta un gran recorrido para aspirar a tener un sistema universitario de buena calidad para los 110 millones de mexicanos.




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