Me dicen el desaparecido
Fantasma que nunca está
Me dicen el desagradecido
Pero esa no es la verdad
Yo llevo en el cuerpo un dolor
Que no me deja respirar
Llevo en el cuerpo una condena
Que siempre me echa a caminar
Manu Chao
Fantasma que nunca está
Me dicen el desagradecido
Pero esa no es la verdad
Yo llevo en el cuerpo un dolor
Que no me deja respirar
Llevo en el cuerpo una condena
Que siempre me echa a caminar
Manu Chao
México es el producto de la fusión, no siempre benévola, de europa y américa. Nuestro discurso universal y de respeto a la diversidad cultural no pasa de ser un comercial turístico. De 105 millones que habitamos el país, 13 millones pertenecen a comunidades indígenas. Actualmente se reconocen 65 grupos étnicos. Pero ni los vemos ni los escuchamos. Sus problemas no son nuestros aunque son mexicanos. Han nacido aquí. Nos apropiamos de las costumbres, palabras y creamos un nuevo significado que muchas veces pervierte el sentido original. Los estados con mayor cantidad de comunidades indígenas, Chiapas, Oaxaca y Guerrero son los que poseen los más altos índices de marginación.
En algún periódico podemos leer que algunos miembros de una comunidad indígena son encarcelados por exigir una educación bilingüe. Que no se puede crear una Universidad Intercultural en Guerrero debido a disputas con el gobierno estatal. De los 13 millones miembros de comunidades indígenas el 32% es analfabeta y la única solución que ofrece el gobierno y nuestra sociedad mestiza es algunas becas.