Lo que está ocurriendo en el Instituto Politécnico Nacional serían grandes noticias si no fuera porque la corrupción, la violencia, la desaparición de 43 estudiantes normalistas, la crisis financiera y otros tantos desastres son la nota diaria.
Después de la huelga de los estudiantes, el gobierno federal hizo todo lo posible por mantener el status quo, por ejemplo, la designación del director general sigue siendo un favor presidencial a un amigo. En este caso el sr. Enrique Fernández Fassnacht. Relataremos en otra entrada del blog la crónica de este tradicional dedazo del poder ejecutivo federal. Como resultado de este movimiento, se canceló la huelga y el IPN reanudó clases en enero del 2015. Sin embargo, han ocurrido cosas inusitadas y algunas que serían chuscas si no fuera por que muestran la falta de confianza en las instituciones mexicanas. Por ejemplo, un director tiene que salir corriendo a la calle:
Ocurrió algo no visto hasta ahora en el movimiento estudiantil del Instituto Politécnico Nacional (IPN): el rechazo a un funcionario se transformó literalmente en persecución.
Alrededor de las 14:30 horas, el director de la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería y Ciencias Sociales y Administrativas (Upiicsa), Pedro Azuara, tenía previsto encontrarse con alumnos en el auditorio de la escuela. En lugar de ello, se encontró con una abierta oposición.
El funcionario pretendía llegar al recinto que puede dar cabida a unas 300 personas, pero una valla de jóvenes le impidió el acceso. El argumento de los estudiantes fue que el diálogo debería ser público y en un espacio en el que todos los que quisieran pudieran participar. Los alumnos habían convocado a Azuara a participar en una asamblea en dicha explanada, pero el director propuso otra fecha y lugar.
Luego de que no pudo ingresar al auditorio, Pedro Azuara y otros funcionarios intentaron regresar al edificio de gobierno del plantel.
Pero los jóvenes fueron más rápidos y también les bloquearon el paso.
Ante esto, el director Azuara y los funcionarios echaron a correr hacia la salida trasera de la escuela. Tras ellos fueron los cerca de 500 jóvenes reunidos en la explanada.
Otros estudiantes, maestros y trabajadores observaban la escena. Y muchos más tal vez ni se enteraron de la persecusión, pues las clases no se suspendieron.
Una de las principales demandas del movimiento estudiantil fue la de cambiar las reglas de funcionamiento del IPN, que es una institución que sigue atrapada en el pasado y no es una institución que responda a las necesidades del siglo XXI. Para ello, plantearon la destitución de los directores de las escuelas:
Integrantes de la Asamblea General Politécnica (AGP)
informaron que han renunciado los directores de cuatro unidades académicas del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Al finalizar la sesión de esta instancia, que se efectuó ayer en la sede de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME) unidad Culhuacán, se detalló que se trata de los titulares de la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura –donde se inició el movimiento estudiantil–, Pino Durán Escamilla; de la Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía, Crisóforo Ordoñes López; de la ESIME Culhuacán, Alberto Paz Gutiérrez, y de la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería Campus Zacatecas, Isaac Guzmán Domínguez.
“Hasta el momento, 29 escuelas del IPN han solicitado la renuncia de su director, de las cuales cuatro han sido aceptadas por las autoridades correspondientes de manera oficial. Las otras solicitudes siguen en proceso de ser concretadas, dando pie a que varias instituciones se encuentren en espera de un director apto”, señalaron los integrantes de la AGP al dar a conocer un mensaje ante representantes de los medios de comunicación.
Sin embargo, el gobierno del IPN parecía dar atole con el dedo, práctica usual del viejo régimen. Pero las protestas continuaron por parte de los estudiantes:
Alumnos de la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería y Ciencias Sociales y Administrativas (UPIICSA) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) cerraron ayer el Eje 4 Sur, avenida Té, para demandar la salida del director de la escuela, Pedro Azuara.
Por tres horas los estudiantes impidieron el tránsito vehicular en esa vialidad, incluyendo el carril del Metrobús.Ayer alumnos de la UPIICSA habían convocado a la comunidad de la institución y al director Azuara a participar en una asamblea. A la una de la tarde tenían pensado pedir al funcionario que diera respuesta a los señalamientos que se le han hecho y por los cuales se exige su salida.
Azuara recibió en días pasados el documento por el cual se le citaba ayer en la explanada de la escuela, donde se celebraría el encuentro. El director hizo una contrapropuesta: celebrar la asamblea en el auditorio de la escuela, así que no se presentó en la misma explanada.
Los alumnos realizaron entonces una reunión a las afueras del auditorio de la UPIICSA –la mayor de las escuelas del Politécnico con sus 13 mil alumnos– y, junto con algunos maestros, plantearon alternativas ante la posición de Azuara, quien forma parte del grupo de 29 directivos cuya salida se demanda al titular del Politécnico, Enrique Fernández Fassnacht.
Poco después se anuncia la renuncia de más directores:
Se hizo pública la renuncia de los directores de más de la mitad de escuelas del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Fueron 12 titulares de planteles de nivel medio superior y 12 del superior los que dejaron el puesto, según informó en un comunicado Enrique Fernández Fassnacht, director general de esa casa de estudios. Dio a conocer que de las 44 escuelas del IPN, 24 dejaron de tener director.
Antes del anuncio, los estudiantes del IPN volvieron a marchar. Esta vez fueron los politécnicos más jóvenes quienes convocaron a la movilización: los del nivel medio superior.
Momentos después, desde el otro lado de las rejas un funcionario del IPN leyó el mensaje del director general en el que se les informó que se aceptó la renuncia de los directivos de las escuelas Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica, unidades Zacatenco y Culhuacán; de las escuelas Superior de Ingeniería y Arquitectura, campus Zacatenco y Ticomán; de la Unidad Profesional Interdisciplinaria en Ingeniería y Tecnologías Avanzadas; Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería, campus Zacatecas; Escuela Nacional de Ciencias Biológicas; Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía; Centro Interdisciplinario de Ciencias de la Salud, unidad Santo Tomás; Escuela Superior de Comercio y Administración, unidad Santo Tomás; Escuela Superior de Economía y Escuela Superior de Turismo.
También se aceptó la dimisión de los directores de los Centros de Estudios Científicos y Tecnológicos (Cecyt, antes vocacionales) 1, 2, 3, 4, 6, 7, 10, 11, 13, 14, 15 y 16.
El mensaje, en el que también se enumeró a los funcionarios que se harán cargo de las escuelas y de convocar al proceso para designar a los siguientes directores, no fue bien recibido por los jóvenes manifestantes, quienes exigieron que Fernández Fassnacht los antendiera y escuchara lo que tenían que decirle, pues, decían, “nosotros no pedimos que renunciaran, sino que los destituyera”.
Otra demanda del movimiento estudiantil fue la de organizar un congreso para la re-fundación del IPN con un funcionamiento más democrático y abierto. Sin embargo, el nuevo director general tiene otras ocupaciones más importantes que realizar la que le permitió llegar a tal puesto; cambiar las reglas de funcionamiento del IPN. En la tradición del viejo régimen manda a sus achichincles a tomar nota del asunto para después en su magnánima inteligencia decida que hacer, y mandar a sus achichincles a decir que ya se están haciendo:
La Asamblea General Politécnica (AGP) planteará una nueva fecha para reunirse con Enrique Fernández Fassnacht, director general del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y con ello abrir la “primera de muchas mesas de diálogo” rumbo al Congreso Nacional Politécnico y al cumplimiento de acuerdos.
Los representantes de la AGP señalaron que hasta ahora han recibido “una respuesta negativa y hasta cierto punto desalentadora” respecto a su exigencia de diálogo. La asamblea señaló que en los últimos días se ha visto un “ambiente de confrontación y en ciertas ocasiones conatos de violencia” en los planteles del Politécnico.
Por ello, los representantes estudiantiles dijeron que es urgente empezar a trabajar en conjunto con el titular del Politécnico para así resolver los problemas que se han presentado en algunas escuelas, donde las asambleas locales o ciertos sectores de la comunidad han rechazado el nombramiento de interinos para sustituir a los 24 directores renunciados.
Fernández Fassnacht descartó acudir a esta mesa de diálogo argumentando que no había sido notificado formalmente y porque desconocía la identidad de quienes la habían convocado.
Además, dijo que el procedimiento para la elección de nuevos directores se hace en el marco legal vigente del IPN.
Como las protestas continuan, el IPN publica una serie de comunicados:
A partir del 7 de enero pasado, fecha en que se reanudaron las actividades en todas las escuelas del nivel medio superior y superior del Instituto Politécnico Nacional (IPN), la Dirección General de esta casa de estudios ha respondido gradualmente a los acuerdos suscritos entre la representación del Gobierno Federal y la Asamblea General Politécnica (AGP).
En ese sentido, la Dirección General del IPN emitió la Circular 1/2015 en la que instruye a los titulares de las unidades académicas, administrativas y demás dependencias del Politécnico a garantizar a todos los integrantes de la comunidad politécnica que no habrá represalias por su participación en el movimiento de estudiantes politécnicos; emitió el acuerdo por el que se modifican los lineamientos para el funcionamiento y operación del Consejo de Ex Directores Generales del Instituto Politécnico Nacional; informó el 15 de enero pasado sobre la renuncia de 24 de 30 directores de educación media superior y superior que fueron impugnados, y designó a un Director interino de la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura (ESIA), Unidad Zacatenco, surgido de una terna propuesta por la comunidad de ese plantel. La Dirección General del Politécnico difunde en su página web
www.ipn.mx, así como en sus gacetas Semanal y Extraordinaria -como lo ha hecho en los casos anteriores-
las circulares 2, 3, 4 y 5 relativas a diversos acuerdos y compromisos adoptados en las mesas de diálogo de noviembre y diciembre pasados.
También da a conocer la cláusula que se incluirá en el contrato de prestación de servicios entre el Instituto Politécnico Nacional y la Policía Bancaria e Industrial que permitirá dar por terminados los servicios de esta empresa al momento de que un órgano interno de vigilancia y seguridad empiece a operar.
Y la cosa no anda bien, pues parece que todo se está haciendo al ahi se va tratando de mantener el status quo. Y aparecen críticas por doquier:
El secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet, no está cumpliendo con sus funciones de dirigir la educación superior, aseguró Eduardo Sánchez Anaya, presidente del Consejo Nacional de la Sociedad de Ingenieros Arquitectos del Instituto Politécnico Nacional (IPN). Sánchez Anaya acusó que Enrique Fernández Fassnacht, director del IPN, promete apego a la normatividad del Instituto, pero permite que se elijan directores de escuelas a mano alzada, “por temor a los jóvenes”. El nuevo director de la ESIA, Luis Ignacio Espino, “surgió de una terna que hicieron los estudiantes y no es legal, imagínese que en todas las escuelas se reúnan 50 gentes y convoquen en una explanada y propongan. No es posible, imagínese”. Por otra parte, el Instituto Politécnico Nacional (IPN) funciona en la ilegalidad porque no tiene integrados sus órganos de gobierno internos, los cuales no han sesionado conforme lo marca la ley por la ausencia de 23 directores de escuelas que renunciaron el 14 de enero.
Además, el único director que ha sido reemplazado, el de la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura (ESIA), fue designado por el director general del IPN, Enrique Fernández Fassnacht, con un procedimiento que viola la normatividad vigente del instituto.
Contrario a lo que marca la Ley Orgánica del IPN, Luis Ignacio Espino Márquez fue designado director interino de la ESIA, proveniente de una terna que no fue propuesta por el Consejo Técnico Consultivo del plantel, que tiene esa atribución legal, sino por la comunidad de la escuela.
Mientras tanto, el amigo del presidente siguió tratando de "nadar de muertito" enviando a sus achichincles a decir que se estaba haciendo:
El director del IPN, Enrique Fernández Fassnacht,
rechazó la propuesta de diálogo abierto de los alumnos de la Asamblea General Politécnica.
En vez de ello, les sugirió ser atendidos por el secretario académico en sus oficinas para escuchar sus demandas sobre la destitución de directores y denuncias de represalias.
Al dar respuesta a la invitación que hicieron el martes los estudiantes, el director emitió una carta en la que acepta un diálogo, pero no directamente con él, sino con el secretario académico.
Señaló que en el auditorio Alejo Peralta, donde fueron las mesas con las autoridades federales, es imposible realizar el encuentro, ya que hay "actividades de la mayor importancia", por lo que no se puede realizar ahí.
Los jóvenes aceptar el juego del amigo del presidente y platicaron con el funcionario menor. Pero nada avanzó:
Tras seis horas de sesión, la AGP y el secretario académico llegaron a un punto en el que no hubo entendimiento, puesto que los alumnos exigían que se fijara en ese momento la fecha de una nueva reunión en la que estuviera presente el titular del Politécnico, Enrique Fernández Fassnacht, pero el secretario académico insistía en que por indicaciones del propio Director General la repuesta a esa petición se les entregará hasta el martes próximo.
En las horas de diálogo, muchos asuntos fueron expuestos por los voceros de 37 escuelas del Politécnico que participaron en la sesión: el descontento con directivos, campañas de desprestigio en contra de quienes participaron activamente en el paro, amenazas contra alumnos, la falta de avances en el cumplimiento de las exigencias de sus pliegos petitorios y la reelección de los Consejos Técnicos Consultivos.
Hasta que un mes después del glorioso regreso a clases, le cierran las oficinas al director general:
Desde el 4 de febrero,
las oficinas del titular del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Enrique Fernández Fassnacht, están en posesión de estudiantes. Y no sólo esas, sino todas las de las distintas áreas que conforman la Dirección General de la casa de estudios.
La demanda de la Asamblea General Politécnica (AGP) que llevó a que ahora los funcionarios tengan que trabajar fuera de sus oficinas de Zacatenco es la misma de las últimas semanas: diálogo directo con Fernández Fassnacht.
Ayer acudieron a la Dirección General para saber si el funcionario aceptaba reunirse con ellos luego de que el sábado sostuvieron un encuentro con el secretario académico del instituto. Así que voceros de la AGP y estudiantes de varias escuelas marcharon de la Plaza Roja de Zacatenco a la zona de gobierno del Instituto. De ahí salieron unos 500 jóvenes.
Avanzaron por dentro del campus politécnico.
Al llegar a los límites de los terrenos de la Dirección General celebraron un mitin y exigieron respuesta de Fernández. A los pocos minutos un grupo de jóvenes forzó un acceso de las rejas y luego todos ingresaron por ahí a los jardines que rodean la dirección.
Un funcionario salió a atenderlos y les leyó el comunicado con la respuesta de Fernández, en la cual decía que se aceptaba el nuevo encuentro, que podría ser el 14 de febrero, y que asistirían los secretarios general, académico y administrativo del IPN, pero no el director general. Y eso no fue bien recibido por los jóvenes. Dieron un plazo breve a las autoridades para reconsiderar la propuesta, pero éste venció antes de que les dieran una nueva solución. Todo esto se desarrolló en la puerta principal del edificio de la dirección.
Así una de las principales instituciones de educación superior del país sigue en su demanda de incorporarse al siglo XXI. Mientras el viejo régimen insiste en permanecer en el siglo XVI. Pasan los días, las semanas y los meses. Y el IPN no parece moverse al futuro.