Me llaman el desaparecido
Que cuando llega ya se ha ido
Volando vengo, volando voy
Deprisa deprisa a rumbo perdido
Cuando me buscan nunca estoy
Cuando me encuentran yo no soy
Manu Chao
Que cuando llega ya se ha ido
Volando vengo, volando voy
Deprisa deprisa a rumbo perdido
Cuando me buscan nunca estoy
Cuando me encuentran yo no soy
Manu Chao
Uno de los mitos geniales de los gobernantes mexicanos del siglo xx fue el poderío que se tendría en el futuro por el hecho de tener mucha gente joven. Desde el sr. Miguel Alemán Valdéz, titular del poder ejecutivo federal de 1946-1952, el futuro de México no podía ser más promisorio, en los jóvenes estaba el brillante futuro. Pasó el siglo y tal vez, ese futuro quedó acribillado en los acontecimientos de 1968. Del dicho al hecho hubo mucho disparo.
Hoy la juventud no es sinónimo de optimismo, cada vez que escuchamos de los jóvenes aparecen negros nubarrones en la mente de los gobernantes. Los cálculos actuales nos indican que existen 22 millones de jóvenes en América Latina y el Caribe que no estudian ni trabajan. A pesar de que no existen trabajos, los datos muestran que la búsqueda de empleo aleja a los jóvenes de la educación formal.
Del optimismo del llamado "milagro mexicano" el gobierno federal y estatales han pasado a la preocupación de las adicciones juveniles. Existe una serie de programas que permiten a la policía y autoridades educativas revisar las pertenencias y cuerpos de los estudiantes. Los jerarcas de la iglesia católica consideran que sería bueno pasar por la báscula y aplicarles el antidopig a los maestros también. Esta preocupación parece hacer olvidar a las autoridades educativas que el Distrito Federal, una de las zonas con mayores niveles económicos y educativos del país, existe el 85% de la cobertura en la educación media superior y con el 43% de eficiencia terminal en las preparatorias. En el reciente examen de admisión para el bachillerato en la zona metropolitana se rechazaron a 40 mil aspirantes que tendrán que buscar otra opción para seguir estudiando. Si miramos hacia el sur tenemos que de cada 100 jóvenes que viven en el norte de Chiapas 7 de ellos pueden continuar sus estudios en alguna universidad.
Hay un nuevo experimento para mejorar la calidad educativa de las secundaria y bachillerato. La Secretaría de Educación Púbica por vez primera elige a los directores del bachillerato por examen de oposición. El 15% de los directores tienen más de 8 años en el puesto. Y establecen el 2010 como fecha final para que los directores se certifiquen. Por otra parte, varios gobernadores han firmado un pacto para fortalecer la telesecundaria y se supervisarán los bachilleratos privados (especialmente porque aumentará su cantidad debido a la falta de cobertura).
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