miércoles, octubre 05, 2011

la obesidad no se combate ni en la escuela ni en la vida pública

Después de la moda de la "guerra contra la obesidad en la escuela" no hay mucho interés en los medios. Sin embargo, es un tema de interés nacional. La obesidad es un gran problema de salud en México. Además, la sociedad mexicana sigue sin comprender lo que es respetar los derechos humanos, a pesar de todos estamos gordos, le ponemos apodos a los más gordos y se les impide conseguir empleo:

En Chihuahua, la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) presentó la Carta de Protección de los Derechos de las Niñas y Niños con Sobrepeso, con la cual se busca acabar con las humillaciones y burlas a las personas que padecen obesidad. El presidente de la CEDH, José Luis Armendáriz, informó que de 2009 a la fecha se han registrado en Chihuahua 25 casos de discriminación laboral a solicitantes de empleo que fueron rechazados por su sobrepeso. Entre los puntos de la carta destaca evitar que los niños con sobrepeso sean llamados por apodos, buscar actividades apropiadas para su integración, así como programas de atención médica y sicológica. Armendáriz solicitó denunciar y sancionar cualquier burla y acoso escolar, y exigió elaborar leyes que procuren la salud de niños con sobrepeso. Por lo que respecta a los trabajadores discriminados, explicó que no fueron contratados “o se buscó la forma de desocuparlos, aun cuando el sobrepeso y la obesidad nada tenían qué ver con sus actividades”. Indicó que los empleadores probablemente rechazan a estos trabajadores para evitar gastos y ausencias por problemas de salud.

La ciencia busca respuestas y alternativas a este problema:

El estudio de la genómica de los pueblos indígenas podría ser la clave para comprender mejor problemas nacionales de salud, como diabetes y obesidad, que afectan a la población mestiza mexicana, afirmó la doctora  Marta Alicia Menjívar Iraheta, investigadora del departamento de Biología de la Facultad de Química de la UNAM. Marta Alicia Menjívar dijo que la alta prevalencia de la diabetes en México es un signo de que nuestra población tiene una alta susceptibilidad al desarrollo de esta enfermedad. Dicha susceptibilidad, explicó, puede estar asociada al medio ambiente, como la dieta o un estilo de vida sedentario, pero, sin duda, tiene un componente genético, porque hay comunidades aisladas que presentan diferentes niveles de prevalencia de la enfermedad. Estudios publicados de genética de poblaciones indican que los mexicanos tenemos, en promedio nacional, 70% de un componente genético indígena, 25% caucásico y 5% ciento de componente africano. Dado que existe en la población mestiza mexicana un alto porcentaje de componente genético indígena, insistió, debemos dirigir esfuerzos al estudio de los 62 grupos indígenas que aún existen en México para conocer la genómica de la población mexicana, la genómica de las enfermedades y la forma cómo se deben abordar.

Y es que fomentar la cultura de la comida sana no es el fuerte de los mexicanos, los mismos legisladores que legislan a los mexicanos prefieren el azúcar y la grasa que las frutas y las verduras:

A pesar de los programas que han impulsado legisladores locales junto con la Secretaría de Salud del Distrito Federal para bajar de peso, la Asamblea Legislativa (ALDF) gastó en los últimos 20 meses cerca de 3 millones de pesos en la compra de refrescos, café, galletas y agua; por el contrario, no se ha destinado un solo peso para la adquisición de fruta durante ese mismo periodo. Según la información proporcionada por la Oficina de Transparencia de la ALDF, de enero de 2010 a agosto de 2011 se erogó casi un millón de pesos para la compra de bebidas gaseosas, sobre todo Coca-Cola, y representa el mayor gasto que se ha tenido desde 2007 para ese rubro. La relación entregada a este diario indica que el año pasado se le compraron a dos proveedores (Despensa Hogar, y FJR Distribuidora y Comercializadora) 402 mil pesos sólo en refrescos de cola en las presentaciones normal, light y zero.

Y la guerra se perdió en las tienditas escolares, que llenan de azúcar y grasa a los estudiantes mexicanos, incapaces de dejar la papa frita por una fruta:

La venta de frutas dentro y fuera de las escuelas, incluso en tiendas de barrio cercanas para contribuir a la alimentación sana de los niños, no ha cuajado. Un año después de que las secretarías de Educación Pública y de Salud emitieron las disposiciones para limitar la venta de comida industrializada en los colegios, el proyecto de 64 centrales de abasto del país, que busca incentivar el consumo de frutas por pieza o picadas entre los alumnos de enseñanza básica, sólo existe como piloto en unos cuantos planteles de tres ciudades: Morelia, Monterrey y Distrito Federal. Así lo admitió Ramón Chavira, presidente de la Confederación Nacional de Agrupaciones de Comerciantes de Centros de Abasto (Conacca), al anunciar que en este nuevo ciclo escolar retomarán el proyecto para impulsarlo con las autoridades, pero principalmente las municipales, porque son las responsables de las ventas en la vía pública.

El temor de padecer cáncer por usar edulcorantes no calóricos desaparece con la investigación científica:

Científicos y académicos de varios países coincidieron en apoyar el uso generalizado, pero no indiscriminado de edulcorantes no calóricos, siempre y cuando formen parte de un estilo de vida sano. "Podemos decir que los edulcorantes no calóricos son útiles, inocuos y están científicamente validados para su uso", señaló a modo de conclusión el vicepresidente de la Federación Mexicana de Diabetes, Fernando Lavalle. A las personas que por sus condiciones de salud se ven obligadas a tomar estos aditivos endulzantes se puede sumar cualquier consumidor, siempre que no se trate de enfermos de "cáncer, anorexia o déficit de nutrientes", según la experta canadiense en regulación alimentaria, Bernardene Magnuson. Durante las dos jornadas, una decena de expertos de la salud y la nutrición de México, Colombia, Estados Unidos, Brasil y Canadá descartaron con el soporte de estudios científicos los "mitos" que calaron entre los consumidores sobre posibles riesgos de estas sustancias. Entre las creencias más populares destaca que el consumo de algunos edulcorantes no calóricos pueden provocar cáncer, cambios metabólicos y partos prematuros, en el caso mujeres embarazadas. Asimismo, examinaron la salud pública de América Latina, y observaron que los edulcorantes no calóricos pueden ayudar a tratar la obesidad y el sobrepeso, pero siempre de la mano del ejercicio y de una dieta equilibrada.


No hay que buscarle tres pies al gato: el asunto de una vida más sana lejos de la diabetes consiste en una dieta sana y en hacer, hacer, hacer, hacer ejercicio. Y no se puede dejar a la escuela y a los políticos la salud personal, más interesados en los negocios que en tu bienestar. 



2 comentarios:

luigi dijo...

la obesidad con cultura del deporte se combate, chequen aca lo que se anda haciendo muy bueno http://bit.ly/qkDFmO

Dante A. dijo...

Exacto, lo mejor que pueden hacer es enseñarle a los niños a hacer ejericico y el balance entre distintas comidas. Esta propuesta de Coca es muy interesante en las escuelas: http://bit.ly/rnppjV