Mi patria es dulce por fuera,
y muy amarga por dentro;
mi patria es dulce por fuera,
con su verde primavera,
con su verde primavera,
y un sol de hiel por dentro.
Nicolás Guillén
y muy amarga por dentro;
mi patria es dulce por fuera,
con su verde primavera,
con su verde primavera,
y un sol de hiel por dentro.
Nicolás Guillén
Una de las características de la vida en el Congreso de México es la falta de capacidad de los legisladores para construir y llegar a acuerdos. Los acontecimientos recientes del 2006 dieron la vuelta al mundo presentando a los representantes de los mexicanos en peleas, golpes, gritos y sombrerazos. Resulta obvio que los legisladores necesitan aprender a solucionar los conflictos a través del diálogo. Una de las investigadoras más reconocidas es Betsy Evans que ha desarrollado un modelo para ayudar a los niños y niñas menores de 6 años a convertir un conflicto interpersonal en un "problema" que puede ser solucionado. Si niños y niñas menores de 6 años son capaces de resolver los conflictos interpersonales, ¿no deberían aprender los legisladores?
Para educar a los legisladores se ha decidido que participen en un taller para aprender estas habilidades sociales y desarrollar su inteligencia emocional. Esta idea no es descabellada y la investigación ofrece varios modelos efectivos, sin embargo, este taller costará a los mexicanos que pagamos impuestos la cifra de !!!20 mil dólares!!! y como todo proceso de aprendizaje es complejo, supongo que no existe garantía alguna que los legisladores desarrollen tales habilidades para mejorar la vida de los mexicanos. Este taller utiliza los juegos de roles y juegos competitivos versus cooperativos.
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