jueves, octubre 29, 2009

Escuelas en malas condiciones y los partidos políticos blindados

Un país, además de su lengua y costumbres, se define por los valores que protege y defiende. Los Estados Unidos Mexicanos es un país de muy reciente creación, sin embargo, hace 200 años se definió como un país basado en la democracia. La mayoría de los pensadores considera que uno de los pilares de la democracia es la educación pública. En nuestro país, se ha apostado por impulsar la democracia representativa (basada en partidos políticos) a costa de la educación; esta idea nos lleva a pensar que si votamos por ciertos partidos políticos se mejorará la educación pública. Quizá la ecuación está invertida, tal vez, si mejoramos la educación pública mejoren los partidos políticos. En otras palabras, mientras no cambiemos el sistema educativo seguiremos manteniendo a partidos políticos que no creen en la democracia:

La Constitución no garantiza un presupuesto para educación o salud pero sí para el financiamiento público de los partidos políticos, denunciaron organizaciones sociales e intelectuales al exigir que estos institutos recorten sus recursos alrededor de mil 700 millones de pesos en el próximo presupuesto. Estas organizaciones exigieron a los partidos cambios constitucionales para vincular la fórmula de asignación de recursos públicos a los partidos a la votación nacional emitida a su favor, y no al número de ciudadanos inscritos en el padrón electoral. Denise Dresser, académica del ITAM, denunció que mientras en México el voto cuesta 224 pesos, en Brasil y Argentina el costo es de cuatro y cinco pesos, respectivamente. Criticó que se elevara a rango constitucional la repartición de dinero a los partidos. “Partidos, y esto es más doloroso, blindados ante los costos de la crisis, blindados ante los despidos de personal, blindados ante los planes de austeridad y blindados ante los recortes presupuestales”, dijo Dresser.

Mientras los partidos políticos, gracias a la legislación actual, tienen acceso casi ilimitado al financiamiento, renta de edificios, pago extraordinario a sus funcionarios, pago de comerciales en la televisión, etc. Muchas escuelas funcionan en condiciones insalubres y peligrosas para los niños y las niñas:

En Hidalgo, Juanito tiene la escuela prácticamente a la puerta de su casa: el estacionamiento de la colonia donde vive fue habilitado para que 800 niños de primero a sexto grado de primaria tomen clases al aire libre. Una vieja carpa donada por la presidencia municipal sirve de techo para estos infantes que no alcanzaron un espacio en una “escuela regular”. A la libreta y lápiz, que deben llevar diario, los pequeños agregan a sus útiles escolares un banquito o una silla y su mesa; los más pobres deben sentarse en la banqueta a escuchar las instrucciones de la maestra. O qué, ¿tenemos que hacerle como los del SNTE (Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación), que bloquean calles, ofenden a funcionarios y se plantan en la SEP para que nos hagan caso? Porque si es esa es la solución, pues así le haremos”, advierte Miguel Arriaga. La afirmación fue secundada por una decena de vocecitas: “Queremos escuela, queremos maestros, los niños tenemos derecho a la educación”.

En Ecatepec, estado de México, mil 500 alumnos de la primaria “Emiliano Zapata” y de la secundaria “Otilio Montaño”, localizadas en la colonia La Laguna, han tomado clases prácticamente en medio de aguas negras y de lluvia porque en esa zona no hay drenaje y fueron edificadas en una zona fangosa del ex lago de Texcoco. No se han suspendido clases en los planteles.

¿Y tú votaste por tu partido político predilecto para mejorar la calidad educativa o para aumentar impuestos? ¿Alguno de tus representantes de elección popular está defendiendo el derecho de una educación de buena calidad o ya ni se asoma por tu colonia? ¿Crees que los partidos políticos están interesados en los Derechos del Niño?


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