Se ha puesto decir la palabra "bullying" en la escuelas, para definir al "acoso escolar". La situación que todos conocemos como el agandalle y violencia entre los alumnos. Este fenómeno que siempre ha existido, es por fin, del interés público. Lo que no se explica es usar un término en inglés para hablar de algo típico. El término parece confundir más el asunto y permite que siga existiendo en las escuelas:
Entre los maestros de primaria y secundaria del país suele “existir desconocimiento del bullying” y carecen de las herramientas necesarias para indentificar las agresiones ligadas al género y las prácticas de discriminación entre sus alumnos, expuso la antropóloga social Elena Azaola. La experta indicó que hay maestros que no saben del acoso escolar o bullying y confunden el término con el método de anticoncepción de Billing; añadió que esta situación nos pone en desventaja ante otros países en los cuales tienen tiempo trabajando en esto y cuentan con programas preventivos y de intervención. Advirtió que si antes de los 13 años de edad los menores que practican el bullying no son detectados y tratados para que abandonen estas conductas, el pronóstico es serio, porque con los años pueden llegar a cometer actos delictivos y a construir familias con rasgos de violencia.
Al Senado de la República se le ocurre que hay que seguir con bajas tecnologías en las escuelas tratando de prohibir los celulares en ellas. De manera ingenua insistimos en que las aulas sean celdas monásticas donde se guarda silencio y no hay absolutamente nada que distraiga la mente en..... aburrirse:
Con el fin de evitar el ciberbullying, la transmisión y emisión de imágenes pornográficas dentro de las escuelas, el Senado demandó a la Secretaría de Educación Pública emitir lineamientos generales que regulen el uso de teléfonos celulares dentro de los planteles escolares. La propuesta elaborada por la senadora del PRI María Elena Orantes establece que la telefonía móvil que incorpora el servicio de internet se ha convertido en una gran ventana para que los jóvenes interactúen con la pornografía, escenario que, por su novedad, tiene una vacío regulatorio no sólo al interior de las escuelas, sino en el marco jurídico del país. El punto de acuerdo, aprobado por la Comisión de Educación del Senado, indica que la Unión Nacional de Padres de Familia ha recibido denuncias sobre la utilización de los equipos telefónicos para la venta de drogas o pornografía. La senadora señaló que ha comenzado a detectarse cada vez con mayor frecuencia la transmisión de imágenes de contenido sexual explícito, cuyos protagonistas son los mismos alumnos.
La otra estrategia, típica, es un programa con talleres, pláticas y conferencias...
La Secretaría de Educación del Distrito Federal puso en marcha el programa Escuelas Aprendiendo a Convivir, que consiste en impartir talleres, pláticas y conferencias para hacer frente a la problemática de violencia entre estudiantes conocido como bullying. Del 31 de enero al 4 de febrero se realizarán estas actividades, dirigidas a los diferentes actores de la comunidad escolar, como docentes, padres, madres y alumnos, ya que en ellas los asistentes podrán reconocer los factores de protección a las niñas, niños y jóvenes estudiantes. El manual Escuelas aprendiendo a convivir: un proceso de intervención contra el maltrato e intimidación entre escolares (bullying), será la base de estos talleres, pláticas y conferencias, pues en él se explica de qué manera los niños deben canalizar sus emociones y con ello contribuir a erradicar este fenómeno de las escuelas.
El problema es más complejo y se debe en gran parte en el diseño monástico de las escuelas mexicanas. Lugares para callarse y escuchar sermones.... los jóvenes ya no están interesados en estas actividades.
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