El sistema de educación media superior en México tiene graves problemas. Parece que todos los males del sistema escolar se acumulan en el bachillerato que parece no tener nada que ofrecer a millones de jóvenes mexicanos. En primer lugar no existen suficientes espacios para estudiar y por ello, la única solución que imaginan los gobiernos federales y estatales es la educación a distancia:
Ante el grave rezago nacional en educación media superior, la modalidad a distancia del Instituto Politécnico Nacional (IPN) se perfila como una opción de calidad, asegura Mónica Torres León, directora de la Unidad Politécnica para la Educación Virtual (Polivirtual). Afirma que tenemos un gran nicho de oportunidad con la población que en su momento no pudo cursar el bachillerato y con quien tenemos una deuda como instituciones, que según cifras oficiales asciende a poco más de 45 millones de mexicanos.
La convocatoria para educación media superior y superior a distancia viene acompañada de una buena noticia: esta educación no tiene cuotas y ahora la aportación es voluntaria, nadie se queda sin inscripción por no dar un donativo.
Otro reto, explica, es incrementar el número de docentes para poder brindar una mayor cobertura. En la modalidad a distancia los grupos son más reducidos, son de 25 personas, porque el profesor invierte mucho tiempo en cada uno y no puede atender a una multitud. Los interesados pueden consultar sedes, requisitos y proceso de admisión en www.polivirtual.ipn.mx y www.ipn.mx
Además tiene mala calidad y a pesar de las evaluaciones sistemáticas que muestran su baja calidad de manera sistemática no parece encontrar una manera de mejorar su calidad:
A seis años de su primera aplicación en bachillerato, la Evaluación Nacional de Logro Académico en Centros Escolares (Enlace) sólo confirma que estamos a ciegas en cómo mejorar los contenidos para que los alumnos alcancen mayores conocimientos, pues es un instrumento que no sirve ni siquiera para diagnosticar, alertó Hugo Aboites, catedrático de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y experto en políticas educativas. Agregó que es utilizada como una herramienta de clasificación de alumnos en categorías de elemental e insuficiente, bueno y excelente, pero sin contexto de porqué se dan estos resultados ni tampoco de lo que debemos hacer para mejorar su aprendizaje, pues recordó que desde 2008, primer año de su aplicación, los resultados han sido sistemáticamente malos. En tanto, alumnos del tercer grado de bachillerato, a quienes la Secretaría de Educación Pública (SEP) aplica la prueba estandarizada en poco más de 14 mil planteles, señalaron que los malos resultados que obtienen muchos de sus compañeros se deben a que no todos tenemos las mismas condiciones para estudiar y que los maestros no siempre saben bien la materia que nos enseñan. Karla y Carolina, estudiantes del Colegio de Bachilleres (Colbach) plantel 20 en el Distrito Federal, afirmaron que otro de los factores que inciden en los resultados es que pocos se lo toman en serio. Es una prueba que no cuenta en nuestro promedio de calificaciones, así que la mayoría responde lo que quiere. Muchos ni siquiera leen las preguntas.
Y para colmo miles de jóvenes que alcanzan uno de los pocos lugares disponibles prefieren desertar que asistir este tipo de centros escolares:
Aunque la deserción de alumnos en bachillerato ha descendido en los últimos 10 años, entre los estudiantes de los planteles del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep) dos de cada 10 abandonan sus estudios.
Mientras a nivel nacional la tasa de deserción es de 14.4 por ciento, en los planteles del Conalep 21 por ciento de los alumnos abandona el bachillerato técnico, lo cual revela que es la institución de ese nivel académico con la deserción más alta en el país.
Lo anterior se desprende de un análisis de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), unidad Azcapotzalco, denominado La deserción de la educación media superior. El caso del Conalep, elaborado por Daniel Cuéllar Martínez, del área de Sociología.
A su vez, solamente 42 por ciento concluye su bachillerato técnico en el Conalep, lo cual representa 18 puntos porcentuales menos que el promedio nacional, mostrando que mientras en el país seis de cada 10 estudiantes terminan el bachillerato, entre los alumnos del Conalep solamente cuatro de 10 egresan de ese sistema.
Como ocurre en otros subsistemas de bachillerato, los alumnos del Conalep que desertan son jóvenes que en algún momento reprobaron, repitieron materias o presentaron una trayectoria académica con bajos o irregulares resultados.
El documento señala que el problema se agrava en la zona metropolitana de la Ciudad de México, pues el ingreso de los jóvenes a la educación media superior parte de un concurso general, donde a los aspirantes les es asignado un plantel y sistema, con base en el resultado que obtuvieron en el examen de ingreso y la selección de escuelas que presentaron.
Muy lejos nos encontramos de ofrecer a los jóvenes alguna alternativa para mejorar su calidad de vida. Muy lejos estamos de convertirnos en una sociedad democrática madura que posee ciudadanos educados e informados. Muy lejos estamos de ser una sociedad respetuosa de los derechos humanos y derechos del niño.
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