El país no da para mucho en una etapa en donde el conocimiento científico y tecnológico son las bases para del desarrollo económico y social. México sigue atrapado en la venta de materias primas y en la maquila. Este tipo de economía solo da posibilidades a un grupo reducido de familias mexicanas y a las familias de los políticos y burócratas en puestos altos. Para el resto de la población, se proponen salarios miserables y sin posibilidades reales de salir de la pobreza:
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reveló que la cúspide de la pirámide social mexicana está integrada por un millón 340 mil personas de clase alta, 1.7 por ciento del total de los habitantes del país; en tanto que su base está constituida por 66.4 millones de individuos de clase baja, que representan 59.1 por ciento de la población nacional. El organismo muestra la profunda inequidad social que priva en México, al detectar que por cada persona de clase alta en el país hay 49 de clase baja, aunque su propósito fue compartir información que se procesa sobre la magnitud de las clases medias en el país durante la primera década del siglo XXI.
Elaborada con base en 17 indicadores cualitativos de la Encuesta de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) de los años 2000 y 2010, el estudio encontró que la clase media en México está conformada por 39.2 por ciento de la población total, unos 44 millones de personas, con un aumento de 11.4 por ciento durante los 10 años considerados.
Inmerso en el debate sobre si México es o no un país de clases medias, desatado desde hace dos años, el estudio del organismo indicó que la clase baja es predominante por su magnitud en la estructura social mexicana, con una dimensión 51 por ciento superior a la de la clase media.
Buscar un trabajo profesional no es sencillo en México; la mayoría de las empresas y buena parte de la burocracia ofrece trabajos de bajo nivel de complejidad y por lo tanto solo ofrecen salarios para mantener la inflación baja. Los jóvenes mexicanos no creen en la educación como herramienta para la superación personal y el desarrollo económico y más cuando las televisoras inflan a jugadores de fútbol que ganan millones de pesos por "dar espectáculo":
El frenar la deserción escolar en bachillerato permitiría al país aprovechar el bono demográfico y convertirlo en su mayor ventaja, detonando su potencial de manera significativa, afirmó Emilio Chuayffet Chemor, quien advirtió: No queremos que nuestros jóvenes se aíslen, se encierren en sí mismos o terminen por abandonar la escuela.
El titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP) anunció, asimismo, que se pondrá en marcha un ambicioso programa de becas para fortalecer la retención escolar y se reforzará la detección temprana de los estudiantes que eventualmente podrían abandonar las aulas. Además, aseguró que se incrementará la oferta en las zonas rurales y marginadas del país.
La inequidad es clara, los estudiantes que provienen de las familias pobres simplemente no llegan al bachillerato. Los estudiantes de clase media (si crees en los números oficiales) dejan la escuela porque no le encuentran sentido y significado:
Las principales causas de deserción de estudiantes de nivel medio superior en la ciudad de México son una eventualidad familiar y el aburrimiento, señaló la directora general del Colegio de Bachilleres, Sylvia Ortega Salazar.
Aclaró que una vez que están en la prepa la pobreza no va a ser la razón por la que se vayan, porque los niños pobres no llegan a la media superior, se van antes. Afirma que los estudiantes del Colegio de Bachilleres que abandonan sus estudios dijeron en una encuesta que la primera causa fue “que tuvieron alguna eventualidad familiar, un enfermo o debieron mudarse. La segunda es porque se aburren y lo dicen tal cual. ‘Me aburro, nada de lo que enseñan me interesa y no entiendo lo que dice el maestro’”.
Tres de cada diez jóvenes que abandonan el bachillerato lo hacen porque no les gustó algo de la escuela, desde el entorno, el ambiente académico y la relación con los maestros, hasta las carencias del plantel, como falta de equipo de cómputo o poco espacio para actividades deportivas.
La Encuesta Nacional de Deserción de la Educación Media Superior detectó que si bien 47 por ciento dejó la escuela por falta de dinero, existen otros motivos que desalientan la permanencia de los estudiantes a cursar el bachillerato, entre los que sobresalen las razones escolares.
En ese sentido, Bernardo Naranjo Piñera, especialista en política pública y planeación educativa, aseveró que es un mito que los jóvenes sólo dejan el bachillerato porque los papás no tienen para pagar los estudios de sus hijos.
Si bien es cierto que la falta de dinero en el hogar es el principal motivo por el que dejan el bachillerato, aseveró que ésta sólo representa 47 por ciento de las razones, mientras que 32 por ciento se va porque no le agradó algo dentro de la escuela y 20 por ciento la dejó por cuestiones personales, como baja autoestima, embarazo o discriminación.
La SEP anuncia que transformará a los directores del bachillerato y preparatoria como líderes en contra del abandono escolar....
En un contexto en el que cada año más de 650 mil jóvenes desertan de la educación media superior, el subsecretario de este nivel, Rodolfo Tuirán, anunció que se iniciará la formación de directores de planteles públicos para convertirlos en líderes del movimiento contra el abandono escolar. También se otorgarán a los jóvenes nuevas modalidades de becas, dos de las cuales están diseñadas específicamente para favorecer la permanencia en el bachillerato. Además, se da seguimiento a estudiantes con riesgo de abandono y se apoya la integración de los alumnos de nuevo ingreso al entorno escolar.
Una vez que huyen del sistema escolar mexicano, ya no regresan; prefieren instalarse en trabajos precarios o sumergirse en la economía informal:
De cada 10 alumnos que abandonaron el bachillerato, solamente tres regresan a clases en algún momento de su vida, el resto busca colocarse en el mercado laboral, donde con mayor frecuencia se insertan en la informalidad.
“Mil 800 niños que tienen menos de 18 años de edad se van de la escuela para no volver, lo cual hay que reconocer que es un problema muy grave que las autoridades debemos evitar”, subrayó la directora general del Colegio de Bachilleres, Sylvia Ortega Salazar.
Si se fueran y regresaran, añadió, “no estaría bien”, pero se explicaría desde intereses personales, es decir, “darse un respirito en la rutina y eso no está tan mal”, pero no es así, “estos jóvenes que salen no regresan y eso pasa en una alta proporción”.
Luego de que la SEP revelara que cada año 650 mil jóvenes abandonan el bachillerato, Ortega Salazar estimó que es “un drama” que casi cuatro millones de jóvenes hayan desertado en el último sexenio, cifra casi igual a la matrícula actual de educación media superior, equivalente a 4 millones 500 mil estudiantes.
Lo más grave, alertó, es que “son personas muy jovencitas a las que están mandando, literalmente, a la calle, a transitar los caminos más difíciles, los de la transgresión, los de la criminalidad, la adicción, el embarazo temprano y las enfermedades de transmisión sexual”.
La SEP pone en marcha un sistema de "alerta temprana" para disminuir el riesgo de abandonar la escuela:
La Secretaría de Educación Pública (SEP) informó que aplica un Sistema de Alerta Temprana en planteles públicos de educación media superior para identificar y disminuir los riesgos de abandono o deserción escolar. El sistema consiste en registrar aspectos de la vida académica de los alumnos, mantener comunicación estrecha con sus padres e intervenir adecuadamente para incentivar la permanencia de los jóvenes en la escuela.
Desde el ingreso y durante los primeros tres meses de clases se registran las asistencias y calificaciones, así como el comportamiento.
La información recabada se colocará periódicamente en el sistema de gestión escolar, donde se recaban los datos de los estudiantes, y se aplicará una marca especial en los expedientes de aquellos con factores de riesgo.
De ser el caso, se activará una alerta telefónica o por correo electrónico a sus padres para que estén enterados y participen oportunamente en intervenciones adecuadas para incentivar a los alumnos a continuar sus estudios.
Sumado al desinterés de los jóvenes mexicanos de seguir en un sistema escolar poco atractivo y que no responde a sus intereses de aprendizaje, el sistema de educación media superior sigue siendo de mala calidad y con una infraestructura mala:
Con matrícula de 629 mil alumnos y 442 planteles y ante la obsolescencia de las instalaciones y equipamiento, así como por el abandono de actividades en laboratorios y talleres debido a falta de insumos, el bachillerato tecnológico se ha convertido en una educación de manual, con prácticas de pizarrón o por computadora, aseguraron profesores y ex alumnos.
Rodrigo y Diana, quienes cursaron la educación media superior en uno de los subsistemas de bachillerato más grande del país, afirman que al egresar sales con un mal sabor de boca. No cumplen con la expectativa de ofrecer una educación de calidad.
Graduados en distintas especialidades, desde técnicos en informática y comunicación, señalan que en la mayoría de sus prácticas sólo se reciben instrucciones de cómo hacer las cosas, pero nunca las podemos realizar con instrumentos o equipo.
Un profesor con más de 25 años de servicio entrevistado que solicitó el anonimato por temor a represalias, afirmó que uno de los problemas más urgentes es atender la saturación de las aulas. En el primer semestre tenemos hasta 55 alumnos y es imposible atenderlos a todos.
Y como cada año, se distribuirán recursos insuficientes:
La Secretaría de Educación Pública (SEP) distribuirá recursos por mil 200 millones de pesos del Fondo Concursable de Inversión en Infraestructura para Educación Media Superior, a mil 290 proyectos destinados a la construcción, ampliación, rehabilitación y equipamientos de planteles de bachillerato en el país, a fin decontribuir a incrementar la cobertura. La dependencia especificó en los lineamientos de operación que los fondos públicos deberán ser destinados a cuatro modalidades distintas de apoyo:
Para la construcción y equipamiento de nuevas unidades de educación media superior, tanto descentralizadas como dependientes del gobierno federal o de universidades públicas, se destinaron 213 millones 143 mil 289 pesos, que se distribuirán de forma concurrente, es decir, 50 por ciento de los recursos necesarios serán aportados por el gobierno federal y la otra mitad por las administraciones estatales.
Para "mejorar" la calidad del bachillerato se propone un nuevo programa piloto.... como los que se proponen cada sexenio de gobierno federal:
La Secretaría de Educación Pública (SEP) impulsará el programa piloto de educación dual para el bachillerato en México en planteles del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep), con el que se busca que los alumnos se formen tanto en el aula como en un espacio de trabajo, aseguró Candita Gil Jiménez, directora general de esa casa de estudios. Este modelo formativo se aplicará en 10 entidades y en al menos 21 centros escolares de la institución y podrán participar alumnos de cinco carreras en esta primera etapa. En colaboración con la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), la subsecretaria de Educación Media Superior desarrollará el modelo dual retomando el esquema de formación alemán, en donde, los estudiantes podrán formarse al menos dos años en un espacio laboral y uno en el aula.
El sistema escolar mexicano sigue atrapado en un diseño del siglo XIX y la sociedad mexicana sigue atorada en creencias del siglo XVI. No resulta extraño que los jóvenes del siglo XXI simplemente no encuentran sentido a todo ello. Con la administración de la ignorancia y sobreviviendo con trabajos en la economía informal o en trabajos precarios y de bajo nivel de complejidad: seguiremos en el tercermundismo. Es importante que las familias busquen nuevas formas de pensar el futuro y establecer relaciones cercanas con sus hijos para construir un futuro alternativo.
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