Nuestra sociedad invierte muy poco en los jóvenes, las generaciones más viejas los vemos como competencia, como enemigos. Sin embargo, para el desarrollo sustentable de una sociedad la juventud es la puerta al futuro. México no ofrece, ni le interesa ofrecer oportunidades a los jóvenes:
Para los jóvenes resulta difícil encontrar un trabajo bien pagado debido a sus carencias educativas. Y tan es así, que en América Latina, México ocupa el tercer lugar entre los peores empleadores debido al bajo nivel académico de los adolescentes, reveló el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El estudio Lecciones sobre las percepciones y la calidad de la educación, dicta que en el país 65 por ciento de los adolescentes no cuentan con un nivel educativo suficiente para obtener un empleo bien pagado. Superado sólo por Perú y Brasil, la nación carece de las condiciones laborales para ofrecer un medio de trabajo que se adapte a las condiciones competitivas mundiales.
Pero, nuestro vecino del norte piensa diferente; busca indocumentados de alto nivel:
La Universidad de Yale en Estados Unidos vendrá a la caza de estudiantes mexicanos en escuelas públicas del país, con el propósito de identificar a los talentos de niveles socioeconómicos bajos, luego de que en el vecino país del norte reconocen la alta competitividad estudiantil de los jóvenes que cursan alguna carrera en los planteles auspiciados por el gobierno. En conferencia de prensa y como parte de su gira por México, el secretario de la Oficina de Relaciones Internacionales de la Universidad de Yale, Joao Aleixo, dijo que México es el segundo país con el mayor número de extranjeros estudiando en esa universidad.
Por años, Petróleos Mexicanos (Pemex) dejó de contratar a ingenieros en ciencias de la tierra recién egresados de instituciones públicas de educación superior, hecho que ha favorecido que las trasnacionales relacionadas con la exploración y explotación de los hidrocarburos aprovechen la calidad profesional y especialización de estos estudiantes, en procesos de reclutamiento que se llevan a cabo en las propias escuelas. Recientemente estas empresas se han dedicado a enrolar a estudiantes que terminaron –o están a punto de hacerlo– las carreras de ingeniería petrolera, geofísica o geología en instituciones como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN), debido “a la buena calidad de su formación”, y se han convertido en opción real de desarrollo para los egresados de estas especialidades, ante la falta de oportunidades en la paraestatal. Directivos de la Facultad de Ingeniería (FI) de la UNAM reconocieron que empresas como Halliburton, Schlumberg, Tamsa y BJ Services, entre otras, realizan periódicamente visitas a la institución en búsqueda de alumnos con capacidad de colaborar en proyectos o estancias, muchas veces en otras ciudades e inclusive fuera del país.
Petroleras trasnacionales han otorgado importantes donativos a instituciones como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para la construcción de laboratorios o software especializado en el hidrocarburo; sin embargo, esa ayuda “no es por caridad, sino por interés”, debido a que con ello se han abierto puertas para que luego recluten jóvenes universitarios altamente capacitados en la industria. “Tienen interés en nuestros estudiantes porque a futuro serán ellos su fuerza laboral”, aseguró el jefe de la División de Ingeniería en Ciencias de la Tierra de la Facultad de Ingeniería (FI) de la UNAM, Ricardo José Padilla y Sánchez. En los años recientes compañías que dan servicios a Petróleos Mexicanos (Pemex) se han convertido, mediante convenios con la UNAM y el Instituto Politécnico Nacional, en las opciones de desarrollo laboral para estos profesionistas ante la escasez de oportunidades en la paraestatal.
También otras empresas piensan igual:
Tanya, estudiante del último semestre de la carrera de ingeniería petrolera en la Facultad de Ingeniería (FI) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), obtuvo hace dos meses una plaza de becaria en la empresa Schlumberg. “Mi objetivo es quedarme ahí por las oportunidades de desarrollo”, dice. De entrada, su salario sería de 20 mil pesos, por ser recién egresada. La estudiante ingresó el programa de evaluación y rentabilidad de la compañía francesa hace un par de meses y le faltan otros dos para concluirlo. Colabora sólo mediodía y recibe un apoyo económico mensual de 3 mil 500 pesos, así como asesorías y materiales para su proyecto de titulación.
Novartis se compromete con la detección y formación de nuevos talentos jóvenes, para lo cual ha establecido estrategias para la detección de estudiantes con cualidades competitivas para incorporarlos a sus programas de becas, no nada más en instituciones privadas, sino también en escuelas públicas. La intención de seleccionar a estos jóvenes es allegarse de nuevas ideas y aprovechar sus potenciales para mejorar la calidad de sus productos; una de las actividades para detectar a estos talentos se basa en la rotación de personal, y es ahí en donde la compañía busca ingresar talento fresco, por ejemplo en el área farmacéutica que ayuden a generar ideas y procesos orientados a la mejora de la salud de sus pacientes.
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