Un grupo de maestros entran a una iglesia... con sus protestas.... y los acusan de ser adoradores de satanás:
Una decena de maestros de la sección 19 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), que se oponen junto con miles de colegas a la Alianza por la Calidad de la Educación (ACE), irrumpieron en la homilía del obispo de Cuernavaca, Florencio Olvera Ochoa, y al finalizar la misa le gritaron: “¡Cómplice del PAN! Una de las manifestantes, la maestra Dulce Rivas, pretendió abordar al obispo al final de la misa para pedirle audiencia, pero feligreses y policías vestidos de civil se lo impidieron. Con gritos de “¡Viva Cristo Rey!” y “¡Fuera de aquí Satanás!”, los católicos reprobaron la presencia de los maestros apostados a la entrada del templo. “Vayan a las calles a manifestarse, respeten este lugar sagrado”, espetaron contra los mentores.
La autoridades eclesíasticas, simplemente los llama agitadores sociales:
La Arquidiócesis de México calificó a los profesores que realizan movilizaciones como “agitadores sociales, no son educadores de niños y jóvenes”, porque este tipo de actitudes “sólo enrarecen el ambiente social”, y demuestra la intransigencia de los actores políticos que no han sabido dialogar. En el semanario Desde la fe se llamó a la clase política al diálogo y a dejar los enfrentamientos, descréditos y divisiones, creados porque “no han sabido superar las nuevas reglas electorales”. El diálogo, señala, no ha sido una opción al interior y entre los partidos políticos, en los que se registran las pugnas por el control y el ejercicio del poder.
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