jueves, noviembre 13, 2008

Obesidad, educación y calidad de vida

La investigación médica destaca los peligros de la obesidad infantil:

Las arterias de un niño obeso estarían tan tapadas como las de un adulto de mediana edad, informó un grupo de investigadores. La acumulación de placa implica que correrían riesgo de padecer ataque cardiaco y accidente cerebrovascular (ACV) a los 30 años, según la doctora Geetha Raghuveer, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Misuri y del Hospital de Niños de la Misericordia.

Como en nuestro país todo ocurre "de pronto" y "en silencio" por no contar con datos confiables y consistentes sobre la calidad de vida. Nos encontramos con generaciones de niños y niñas obesos:

Se dispararon los niveles de obesidad y sobrepeso entre los niños de cinco a 11 años, con una afectación de 4 millones 158 mil 800 escolares en el ámbito nacional. El sobrepeso se presentó en 16.5 por ciento de los niños en edad escolar (un millón 297 mil 700) y 18.1 por ciento de las niñas (un millón 432 mil 400). La obesidad, en 9.4 por ciento de los niños (739 mil) y 8.7 por ciento de las niñas (689 mil 600).

La falta de una cultura de alimentación saludable, en donde hemos fallado para implementarla, las familias, los médicos y las escuelas, ha provocado un problema nacional:

El consumo de refrescos por año en México asciende en promedio a 160 litros por persona, reveló la especialista en orientación alimentaria Julieta Ponce Sánchez. La directora del Área de Nutrición del Centro de Orientación Alimentaria, señaló que los malos hábitos alimenticios y el sedentarismo, colocan a México en el segundo lugar mundial en obesidad. “México es uno de los primeros consumidores de refresco, 160 litros de refresco por persona, que representan más de 64 mil calorías y si lo transformamos en grasa van a ser cerca de nueve kilogramos más de grasa al año”.

A partir de la próxima generación, la esperanza de vida en nuestro país se podría reducir de 75 a 40 años, debido a que siete de cada diez mexicanos presentan obesidad y sobrepeso, advirtió Xiuh Tenorio. México es, después de Estados Unidos, la nación con mayores índices de sobrepeso y obesidad en el mundo. “Nuestro país es el paraíso de los obesos y hay que luchar desde todos los frentes contra este colosal fenómeno, pues mina la salud de millones de mexicanos, ya que provoca graves enfermedades crónico-degenerativas como la hipertensión, la diabetes y los padecimientos relacionados con el corazón”. Más de 30 años tardarán en corregirse los problemas de obesidad y sobrepeso de los capitalinos, por lo que es necesario modificar los hábitos de consumo y promover la actividad física, consideró el diputado de Nueva Alianza Xhiu Tenorio.El legislador local comentó que la obesidad no es exclusiva de personas de niveles socioeconómicos altos, a quienes les atribuían este problema por el acceso a alimentos considerados chatarra, sino que en los últimos años, según datos de la Secretaría de Salud local, hombres y mujeres de escasos recursos presentan este problema, por mala alimentación.

Apenas, comienzan a elaborarse proyectos para resolver el problema:

Ante la Secretaría de Salud (Ssa) de México y la Organización Panamericana de la Salud, 31 asociaciones de consumidores de 16 países presentaron una propuesta para que en los centros escolares públicos de educación básica apliquen programas de consumo de alimentos saludables, como una medida para corregir el problema que representa la obesidad y el sobrepeso en estos sectores poblacionales.

Algunas escuelas, pero no la mayoría, están cambiando el tipo de alimentos que consumen sus alumnos. Algo que debería ser un asunto cotidiano en cualquier institución educativa:

Extrañan las papas fritas y los refrescos que hasta el pasado ciclo escolar eran vendidos en el recreo en la secundaria a la que asisten. Fernanda Mantilla y Mónica Elizabeth Estrada consumen ahora barras de alegría y fruta picada, pero añoran la chatarra. En la secundaria 23 Juan G. Holguín, sólo para mujeres, el sobrepeso de algunas estudiantes es evidente y aunque el médico escolar, José Lucio Mendoza, lo estima entre dos y cuatro kilos, el profesor de educación física, Gilberto Durán, lo considera mayor. A partir del ciclo escolar 2008-2009, en esta escuela —ubicada en la colonia Juárez, delegación Cuauhtémoc— cambió el régimen alimenticio de las estudiantes al sustituir en la cooperativa del plantel los alimentos chatarra y dulces, por unos de mayor calidad nutrimental.

Algunos gobienos locales también impulsan algunos programas:

Al ritmo de música latina y con movimientos de “hula-hula”, la Secretaría de Salud del DF, promovió entre la ciudadanía la activación física como parte importante del bienestar físico y mental. “El ejercicio del hula-hula es para hacer cinturita y como muchos tenemos llantitas esto nos ayuda bastante”, explicó Araceli Carranza, promotora de salud de la dependencia local.
En el marco de la Semana de Salud, la dependencia colocó tres carpas a lo largo de Paseo de la Reforma en donde especialistas midieron, pesaron, calcularon el índice de masa corporal y recomendaron a la población mejores prácticas alimenticias.

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