El avance de la medicina y la economía global ha permitido que las personas vivan mucho más tiempo. La sociedad contemporánea permite aprender a lo largo de la vida. Hoy, de forma curiosa, al pensar en el futuro no se debe pensar solo en los niños, también se debe pensar en los ancianos. Las universidades deben pensar en tener alumnos de más de 60 años de edad:
Una de las tareas pendientes de la educación superior es atender a los adultos mayores. Por esto, estamos diseñando el modelo educativo y de negocios para poner en marcha el próximo año la “Universidad de la Tercera Edad”, adelanta el rector Rodrigo Guerra. Esta variante educativa, señala el ingeniero químico, quien lleva al frente de la institución más de nueve años, “tiene un trasfondo social importante: se van a dar actividades intelectuales a este sector de la población que les ayudarán a extender su vida más años, con mejor calidad y redundará en una reducción del costo de atención para las instituciones de salud o en las pensiones”. El sector de los adultos mayores cada vez crece más y será una de las prioridades en el futuro para cualquier nación. “Ese será uno de los segmentos que debemos atender las instituciones de educación superior para generales condiciones de bienestar y productividad”.
La sociedad mexicana tiene que madurar y aprovechar su capital intelectual y capital social. Por el momento, el Estado mexicano solo ha apostado por la fuerza de los jóvenes dedicados a actividades de bajo nivel cognoscitivo.
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