Los Estados Unidos Mexicanos sigue abrazando las ideas virreynales del siglo XVI, la sociedad mexicana en su conjunto se asimila como dominada e ignorante. Por ello, siempre recurre a "comprar el conocimiento externo" principalmente de los países ex-colonialistas. Nuestra sociedad no tiene el interés por aprender y desarrollar su propio conocimiento. La modernidad se atoró con el sentimiento de incapacidad de aprender de la sociedad mexicana. En pleno siglo XXI, la comunidad científica mexicana no tiene un peso importante para cambiar la realidad del país:
A pesar de contar con cerca de 20 mil científicos dentro del Sistema Nacional de Investigadores, en la actualidad la ciencia mexicana produce menos del uno por ciento del nuevo conocimiento generado a nivel mundial, reflejado través de artículos en revistas especializadas, afirmó René Asomoza Palacio, director general del Cinvestav. Precisó que la comunidad científica de México produce anualmente alrededor de 10 mil artículos en revistas especializadas y mencionó que en los últimos años no se ha trabajado adecuadamente, y quizá a eso se debe parte del rezago que tiene el país en materia de ciencia, tecnología e innovación.
Explicó que en los últimos 20 años, el porcentaje del Producto Interno Bruto del país destinado a la ciencia y la tecnología se ha mantenido entre 0.35 y 0.47 por ciento, cifra que contrasta con la de naciones como Francia que destinan el 2.5 por ciento de su PIB a estos rubros.
De acuerdo con los indicadores de productividad científica y recursos destinados a esta materia, lamentó que México registra ligeros aumentos, pero no exponenciales como sucede con otras naciones, como Brasil.
Refirió que en instancias como la UNAM, UAM, IPN y el propio Cinvestav se concentra la generación de nuevo conocimiento, al tener la mayoría de las investigaciones publicadas en revistas científicas nacionales e internacionales, lo que representa un reto para incluir nuevas instituciones en el quehacer científico.
Los mexicanos siguen sobrellevando los ciclos complejos del clima, con menos conocimientos prácticos que de las sociedades de nuestros pueblos originarios. Al no aprender de la naturaleza, seguimos resolviendo desastres en lugar de prevenirlos. Hasta hace unas semanas en Chihuahua las autoridades estaban rezando a sus dioses para que lloviera y se terminara la sequía.... y ahora, llueve a cántaros:
Las lluvias que han caído siguen causando estragos en Chihuahua. Decenas de calles y avenidas de Ciudad Juárez se inundaron y los diques que contienen los escurrimientos provenientes de la sierra están a su máxima capacidad; además, en el municipio de Rivapalacio un joven de 16 años no identificado se ahogó al ser arrastrado por un río crecido, con lo cual suman cuatro decesos a causa de las precipitaciones.
Cada año llega la temporada de huracanes, cada año hay desgracias y hay problemas graves dentro del sistema escolar. El sistema escolar colapsa por dos motivos, o se derrumban las escuelas o se utilizan como refugio de las desgracias provocadas por los huracanes:
La tormenta tropical Bárbara se convirtió hoy en el primer huracán de la temporada en el Pacífico mexicano y tocó tierra en los límites entre Chiapas y Oaxaca, donde provocó la muerte de dos personas y dejó 5 mil damnificados, informaron autoridades de ambas entidades.
La Secretaría de Educación informó que más de mil escuelas suspendieron clases y comenzaron a funcionar los Comités de Reducción de Riesgos, a fin de que padres de familia y alumnos tomen medidas de protección.
Las escuelas mexicanas no siempre están cerca de los estudiantes. Y los estudiantes tienen que vencer a los elementos para llegar a clases y cada año hay niños y jóvenes que pierden la vida en su camino a la escuela:
Dos adolescentes que intentaron cruzar un río para ir a la escuela, en la ciudad de Tapachula, Chiapas, murieron luego de ser arrastrados por la corriente crecida a causa de las fuertes lluvias. Fuentes gubernamentales informaron que las hermanas Yolanda y Sonia López, de 14 y 12 años, respectivamente, cayeron al arroyo Zaragoza la mañana del miércoles, cuando se dirigían al colegio en la zona alta de esa localidad fronteriza.
Las autoridades educativas y los gobiernos mexicanos casi siempre emplazan las escuelas en los lugares más baratos que generalmente se encuentran en zonas de riesgo. Por ello, año con año hay desgracias y la necesidad de reconstruir cientos de escuelas:
Las instituciones educativas que sufrieron daños tras las inundaciones en Piedras Negras, Coahuila, serán demolidas y reconstruidas en otra parte; las actuales serán convertidas en parque.
El gobernador del estado, Rubén Moreira, informó que serán inmuebles de absorción, equivalente a obra hidráulica.
“Sí, además pueden ser parques de absorción en algunos casos, es decir, obra hidráulica que permita absorber agua ahí, y que cuando no llueva sea usado para caminar, para tomar la sombra, y cuando llueva pues que ahí se acumule el agua y se suma.”
Las escuelas que sufrieron daños en su totalidad serán revisadas como terreno por la Subsecretaría de Protección Civil y por la Dirección del Instituto Coahuilense de la Infraestructura Física Educativa (ICIFED), el ayuntamiento de Piedras Negras y el gobierno del estado.
Un total de 69 escuelas resultaron dañadas por las lluvias en Piedras Negras y los Cinco Manantiales, de las cuales diez reportan afectación total.
El conocimiento ancestral o el conocimiento científico actual es más poderoso que la pata de conejo que siguen utilizando las autoridades y gobiernos mexicanos. La ignorancia, la soberbia y la codicia asociados a los tradicionales gobiernos del país son el caldo del cultivo para la administración del desastre, ya que los huracanes llegan de forma regular y de forma predecible:
Los huracanes categoría 5 –cuya velocidad supera 250 kilómetros por hora– no son eventos fortuitos, pues sus fases están definidas, tienen sitios específicos de origen y ocurren con cierta periodicidad (alrededor de una década), concluyó una investigación aerospacial realizada por académicos del Instituto de Geofísica (IG) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Con base en esas investigaciones, se estima que entre 2013 y 2018 ocurrirán entre cuatro y siete súper huracanes (categoría 5 en la escala de Saffir-Simpson) que afectarán el noreste y sureste de México, el sureste de Estados Unidos, así como la región del Caribe y América Central, indicó Víctor Manuel Valenzuela, investigador del IG. Desde hace cuatro años el especialista universitario se ha dedicado a la investigación del clima espacial y del cambio climático natural, centrándose en el análisis de los huracanes categoría 5, lo cual le ha permitido afirmar que no son fenómenos fortuitos, porque se ha observado que tienen fases muy definidas, y no se originan en cualquier lugar, y determinamos que ocurren en ciclos de 10 años y no de manera aleatoria.
En México no hay suficientes herramientas que ayuden a prevenir los huracanes, pues en todo el país existen 13 radares meteorológicos distintos entre sí que no brindan datos homogéneos.
Por ello propuso como opción crear un sistema nacional de alerta temprana que contemple radares doopler de polaridad dual en la banda C (4-8GHz) o S (2-4GHz), y que sea compatible con la Red NexRAD de Estados Unidos, ya que cada polaridad da una perspectiva que resulta complementaria para entender el fenómeno.
México debe preparar especialistas y tener centros de investigación en los océanos Pacífico y Atlántico, pues hasta ahora no existe ningún centro dedicado al estudio de este fenómeno.
También la ciencia contribuye a limitar los efectos de los desastres naturales. En un país que recibe huracanes por el Pacífico y por el Atlántico debe dejar la administración de los desastres y utilizar el conocimiento para prevenirlos:
Después del ciclón llega la calma…, en ocasiones tardan más los víveres y el agua potable. Hipotéticamente, después de una inundación una familia afectada podría desplegar una planta potabilizadora de “bolsillo” sobre el sitio pantanoso y purificar agua para su consumo.
Otros ejemplos: una zona semidesértica o apartada de fuentes de agua potable donde el sistema funcione como dispositivo de supervivencia o sea empleado por una comunidad rural. El invento, que se saca de una mochila compacta y se despliega sobre un terreno o sobre cuerpos líquidos, es real y tendría estas aplicaciones, entre otras. Más importante aún, fue ideado por un estudiante mexicano que incluso ya lo patentó.
Desde que tenía 18 años, Alberto Felipe Rius Vidales propuso este proyecto en una feria de ciencias de la UNAM, con el cual obtuvo, posteriormente, el segundo lugar del Premio Nacional Juvenil del Agua en 2009. Hoy está por terminar su ingeniería en mecánica en la Universidad Iberoamericana.
Su invento se trata de una planta generadora de agua potable que incluso puede desalar el líquido, el cual podría tener aplicaciones en diversos escenarios. El generador tiene forma de polígono y mide alrededor de un metro cuadrado. El joven explica su funcionamiento.
“Primero se realizaría un agujero en la tierra, donde se entierra el dispositivo el cual, con los rayos del Sol y la humedad presente en la arena o terreno comenzaría a evaporar la humedad. Después la condensa y produce agua potable”.
Después de este proceso, el agua escurre hasta un recolector ubicado en la parte superior del generador, donde se deposita en un contenedor mediante un filtro, dejando las sales y contaminantes en el mismo suelo. Hasta ahora, el sistema es capaz de producir al día 1.2 litros.
El dispositivo cuenta con una versión acuática, donde se le agregan otras herramientas para hacerlo flotar encima del agua. Éste incluye un flotador que lo transforma en una especie de boya. En un naufragio, ejemplifica, se podría utilizar para potabilizar el agua marina.
Además, se pueden aumentar o reducir las dimensiones a este sistema, dependiendo del lugar y cantidad de agua potable que se quiera obtener. Según su desarrollador, incluso podrían instalarse en tierra o mar varios generadores en serie, para crear una especie de “parque hídrico”.
¿No es tiempo de dejar la ignorancia y la soberbia tradicional? ¿No es tiempo de buscar la sabiduría?
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