Inicia la aplicación de PISA, ¿Nuevamente estaremos en el último lugar? No existen evidencias que nos permitan vislumbrar alguna esperanza:
Desde su participación en el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés), México ocupa el último lugar de entre los 30 países integrantes de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE). El representante de la OCDE en México, José Antonio Ardavín, señaló que, incluso, el Instituto Nacional de Evaluación no tiene la certeza de que con la Alianza por la Calidad de la Educación se puedan conseguir mejores resultados. Aseguró que no se tiene evidencia de que el pacto firmado garantizará el avance de México en la prueba PISA. “No tengo conocimiento si va a incidir este año. Creo que ya desde hace algunos años que se aplica PISA se han hecho cosas, que de alguna manera incidirán en los resultados (…) de cualquier forma es importante que, en la medida que los estudiantes pongan su mejor esfuerzo en aplicar una prueba en la que representan a México, habrá resultados”.
Expertos en educación consideraron que no existen razones para esperar "cambios radicales" en la próxima prueba del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (Pisa, por sus siglas en inglés) –en la que México ha obtenido los más bajos resultados–, porque no existe una reforma real que permita un avance, además de que la educación pública se ha desvirtuado por el "manejo faccioso" de una administración ineficaz y un sindicato que "roza ya el terreno de la tragicomedia". Hugo Casanova, del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (Iisue) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señaló que en México se ha impuesto una lógica de exámenes internacionales "y hasta se ha generado un modelo criollo" de pruebas bajo el modelo global, mediante el que ahora lo más importante es el resultado de las evaluaciones y no el proceso educativo en sí. “El indicador –cualquiera que éste sea– sustituye al contenido.” En ese contexto, las estrategias del régimen actual, entre ellas la Alianza por la Calidad de la Educación (ACE), "han demostrado su poca efectividad" porque las condiciones educativas del país no han cambiado.
Lo menos que han criticado los catedráticos a este plan oficial es que distrae a los alumnos, docentes y autoridades educativas de las funciones básicas y cotidianas de las escuelas, al establecer como prioridad la preparación para la prueba sobre el currículum nacional. "Es decir, nuestros niños trabajarán durante estos meses (el plan se lanzó en febrero) en torno a los contenidos de la prueba Pisa y no atendiendo a los programas de estudio vigentes".
El director de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en México, José Antonio Ardavín, garantizó que en el Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos (Pisa) no hay margen para que países pueda alterar los resultados, aunque en el caso mexicano, expresó, sólo habrá siete observadores en la aplicación de la prueba, que realizarán 52 mil estudiantes, lo cual significa que cada uno tendría que vigilar a 7 mil 428 alumnos. Cualquier desvío o sesgo, así como el incumplimiento de los estándares de calidad planteados por el organismo mundial, puede provocar la invalidación de los datos, como ya ocurrió en Gran Bretaña y en Estados Unidos, señaló por su parte la directora de Proyectos Internacionales y Especiales del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), María Antonieta Díaz Gutiérrez.
En tanto, algunos estudiantes se "fueron de pinta" en lugar de hacer el examen:
La encargada fue por cada uno de los 35 "elegidos" a sus salones, entre el edificio C y el H del CCH-Vallejo, pero en el camino hacia la sala José Vasconcelos, donde estaba por comenzar la prueba del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (Pisa, por sus siglas en inglés), se le dieron a la fuga seis, por lo que el próximo jueves "no tendrán escapatoria". Para "agradecer su participación en el examen", que ayer tendrían que haber realizado 52 mil estudiantes, la Secretaría de Educación Pública (SEP) imprimió miles de circulares dirigidas a alumnos y maestros, en algunas de las cuales, la titular de la dependencia, Josefina Vázquez Mota, olvidó poner su firma. Fue el caso del mensaje que recibieron estudiantes de escuelas públicas, mientras los de las privadas sí tuvieron la firma de la funcionaria.
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