De manera consistente, México figura en el último lugar de los indicadores educativos que utiliza la OCDE. A pesar de que cada día aparecen más evidencias de la importancia de la educación pública, nuestro país hace lo contrario:
A pesar de que la educación pública es una de las mejores inversiones en un contexto de crisis económica mundial, pues un solo año de escolarización puede incrementar el salario de un joven de 10 a 20 por ciento, el gasto internacional destinado a este rubro es de 4 mil 400 millones de dólares, frente a una demanda de 16 mil millones para concretar las metas del programa Educación para Todos (EPT), alertaron organizaciones civiles y sindicatos docentes de más de 120 países, agrupados en la Campaña Mundial por la Educación (CME).
Los datos son contundentes, nuestros indicadores muestran cifras muy bajas en comparación con nuestros socios de la OCDE:
De acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), México ocupa el último sitio en gasto por alumno de los 30 países que integran el organismo. A pesar de que en el Presupuesto de Egresos de la Federación el rubro que más gasto representa para el gobierno es el de la educación, el desembolso para ese ramo no es suficiente, debido a que por cada uno de los 27 millones de estudiantes del país se destinan al año solamente 37 mil pesos, cuando la media de las naciones que integran la OCDE es de 117 mil pesos. Un estudio de esa organización muestra que en cuanto al número de egresados de secundaria, México ocupa también la última posición, ya que sólo 41 por ciento de los inscritos concluye sus estudios. Además, apenas 39 por ciento de los mexicanos de entre 25 y 34 años ha terminado la preparatoria, lo que representa el segundo nivel más bajo de las naciones afiliadas a esta entidad de cooperación internacional.
Y es que apostar al mercado no siempre tiene efectos positivos, es más sencillo construir cantinas y bares que centros educativos:
En Tulancingo, Hgo, la Dirección de Reglamentos de esta ciudad informó que en la localidad hay registro de más de dos mil expendios con permisos para la venta de bebidas alcohólicas, mientras que, en contraste, sólo hay 231 escuelas. Blas Vargas Rosales, director de Reglamentos de este ayuntamiento, lamentó que sea “más fácil embriagarse que estudiar”. Lla venta indiscriminada de alcohol se disparó principalmente durante la administración anterior, del perredista Ricardo Bravo Delgadillo, quien dejó el cargo el pasado 16 de enero. Reveló que sólo durante 2008 se otorgaron 300 nuevos permisos para la venta de bebidas embriagantes, prácticamente uno nuevo cada día. Por eso, la nueva administración puso en marcha una cruzada contra el consumo inmoderado de alcohol, con la cual se han expedido alrededor de dos mil multas y se han clausurado por lo menos dos establecimientos donde se vendían bebidas embriagantes a menores de edad.
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