domingo, julio 26, 2009

Sin científicos y sin universitarios el territorio mexicano encara el siglo XXI

Fue el sueño de un dictador traer la ciencia y la tecnología a territorio mexicano, sentó las bases y por conservar el poder político desapareció el sueño. La revolución soñó con un país más igualitario, llegaron las devaluaciones y el sueño se convirtió en pesadilla. Hoy ya no se sueña más que ir a vivir a un país desarrollado:

Cada año, México pierde a por lo menos 5.000 científicos y profesionales que emigran al extranjero por falta de oportunidades de empleo, reconocieron autoridades académicas y oficiales. Es un fenómeno que ocurre desde 1970 pero que desde hace nueve años se ha acelerado, según datos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Secretaría de Educación Pública (SEP). Actualmente, unos 600.000 mexicanos con alto nivel académico trabajan en otros países, especialmente en Estados Unidos, indican los datos oficiales. Esta migración calificada le ha costado a México US$7.000 millones, el dinero invertido en la educación de los ausentes, de acuerdo a la SEP. Para quienes tomaron esta decisión no fue fácil abandonar el país, le explicó a BBC Mundo Eloísa Jiménez, quien con su maestría en biología emigró a Seattle, Estados Unidos, porque no encontraba empleo. "No había plazas de mi nivel, y las pocas que encontré pagaban una miseria, menos de US$1.000 al mes". Hoy, Jiménez gana seis veces lo que obtendría en México.

Pero la ciencia y la tecnología contribuyen a mejorar las condiciones de vida, y crear oportunidades económicas. En lugar de depender de los avatares del clima y la política, es posible el cultivo del pulpo para dar trabajo a cooperativas y mujeres:

Integrantes de la Unidad Multidisciplinaria de Docencia e Investigación de la Facultad de Ciencias, con sede en Sisal, Yucatán, lograron por primera vez en el mundo el cultivo del "Octopus maya", única especia de pulpo endémica de México. Carlos Rosas Vázquez, investigador a cargo del proyecto, señaló en un comunicado que el grupo desarrolló un sistema de producción a escala para alcanzar alrededor de 50 mil crías mensuales en las instalaciones de la UNAM. Y en 2010, abundó, puede construirse la primera granja comercial de pulpos, a cargo de la sociedad cooperativa de producción pesquera de mujeres "Moluscos del Mayab", que colabora con los científicos.

En tanto, muchos jóvenes no pueden entrar a una universidad:

Alrededor de 272 mil jóvenes que buscaban estudiar una licenciatura en la UNAM, el Instituto Politécnico Nacional o en la UAM se quedarán sin un espacio para continuar con sus estudios en una de estas tres instituciones. Cálculos de investigadores en educación estiman que la máxima casa de estudios sólo aceptó 6.5% de los aspirantes, mientras que el IPN admitió a 28% de los que concursaron por un lugar. “Esto es reflejo de la crisis económica, pues alumnos que estaban en bachilleratos privados tuvieron que buscar un sitio en instituciones de educación superior públicas, debido a que no podrán solventar las cuotas en universidades particulares de elite”, señaló Hugo Aboites, académico del Departamento de Educación y Comunicación de la UAM-Xochimilco. Datos recabados por el investigador indican que 170 mil jóvenes buscaron un espacio en la Universidad Nacional, pero sólo fueron aceptados 11 mil, equivalente a 6.5% del total de la demanda de 2009.

Las autoridades tratan de construir pocas, demasiado pocas universidades:

Estudiantes rechazados de las principales universidades públicas llamaron a no ser calificados como “reprobados”, porque, en todo caso, los responsables son las autoridades, las que no imparten una educación de calidad en todos los niveles. Rodolfo Tuirán, subsecretario de Educación Superior de la SEP, aseguró que en los últimos años se ha ampliado la oferta educativa. Dijo que “este año se están construyendo alrededor de 45 o 48 nuevas universidades y extensiones de universidades ya existentes”; sin embargo, reconoció que la cobertura se ubica en 27.6 por ciento y “es muy baja” si se compara con Chile (45 por ciento) o Argentina (más de 60 por ciento), niveles que México alcanzaría en 10 o 20 años.

No hay comentarios: