Una de las características de la cultura mexicana es su irrealismo mágico. De alguna manera, los mexicanos compartimos una ilusión o fantasía compartida. Creamos en nuestra imaginación, en nuestras palabras, en nuestro discursos un país que no existe. Vivimos esta ilusión y no nos permitimos mirar con detenimiento que lo que hacemos es perpetuar un sueño con poco sustento. Ni tenemos una buena democracia, tampoco una buena economía, tampoco un buen sistema educativo. En 200 años no nos hemos quitado el velo de los ojos. Según nuestra fantasía, el 81%% de la población cree que tiene un nivel económico de clase media:
Aunque 81 por ciento de la población mexicana afirma ser de clase media, sólo tres de cada 10 personas se encuentran en esa condición social, afirmó la firma de consultoría De la Riva Group. Durante la presentación del informe La Clase Media de México, la directora del área de estudios sindicados, Priscila Arámburu, explicó que la clase media del país se considera generadora de cambio y termómetro del bienestar social mexicano. La encuesta de la clase media en México destacó que seis de cada 10 personas de clase media son empleados y sólo uno de cada 10 tiene un cargo como funcionario o ejecutivo y con alguien bajo su mando. Apenas uno de cada 10 afirmó tener negocio propio. Asimismo, seis de cada 10 personas de ese estrato no se dedican a lo que estudiaron y 17 por ciento se ocupa en el sector comercio.
Parte de nuestra débil economía consiste en que trabajamos mucho y producimos poco (todo ello con bajos salarios):
Tras sostener que se requieren cinco mexicanos para producir lo mismo que un trabajador irlandés en un año, porque la productividad en el país es muy baja, el secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, aseguró que las altas tasas de desocupación juvenil se deben a la desvinculación entre educación y vida laboral, así como a la rigidez normativa. El funcionario presentó a los universitarios una lista de las carreras que tienen mayor afinidad en México y ejemplificó: derecho, contaduría, formación docente en educación primaría, sicología, medicina y diversas arquitecturas. Señaló que son las mejor pagadas, ya que tienen ingresos mensuales promedio de 9 mil a 16 mil pesos. Agregó que entre las peor pagadas están: ciencias lingüísticas y literatura, ciencias del deporte, artes plásticas, pedagogía, sociología, educación musical, diseño textil y estudios forestales, las cuales reciben ingresos promedio de 7 mil pesos mensuales.
Y se invierte mucho en educación que tiene poco efecto en mejorar la calidad de vida:
Frente a las condiciones de marginación y pobreza, cientos de padres de familia acuden a tianguis y puestos callejeros donde se ofrecen útiles y uniformes usados. Con presupuestos que no superan los 150 pesos adquieren pantalones y faldas por 20 pesos, suéteres y camisas en 10, zapatos en 40, cuadernos incompletos en tres por 10, y plumas y colores entre 50 centavos y un peso, sólo por mencionar algunos. Estos productos, que suelen ser recolectados en tiraderos u ofertados por ropavejeros, son la única opción para madres de familia como Virginia, quien con 140 pesos, obtenidos de la venta de cartón y botellas, compró uniformes, cuadernos y mochilas para sus dos hijas. ¿Cuánto quiere por el suéter? –pregunta Virginia con voz tímida. ¡Deme 15 pesos! –responde del otro lado una comerciante de la tercera edad. Empero, la madre de familia saca de entre su ropa una moneda de 10 pesos argumentando que es todo lo que trae, no sin antes medirle la prenda a una de sus hijas, que estudia en una secundaria del estado de México. Ande, lléveselo antes de que se lo ganen.
Los datos son bastante claros, la educación es cara y de baja calidad, la mayoría de los mexicanos trabaja en asuntos que nada tienen que ver con sus estudios universitarios, la mayoría de los trabajadores son empleados, la clase media es casi inexistente, los salarios son bajos y no hay prestaciones laborales, la productividad es baja. Y llegan los festejos de un nuevo aniversario de la independencia de México. No mucho cambio después de 201 años
1 comentario:
Es la triste realidad, así nos encontramos y seguimos sin unirnos.
201 años despues y los mismos problemas, bueno peores, por que ya estamos mas que super endeudados y ni para donde hacerse. Que pena Estados Unidos Mexicanos. Bueno México por que si no se enojan los gringos. (Hasta con eso!)
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