Se presentan datos sobre la reprobación y bajos niveles de adquisición de competencias escolares:
Una gran cantidad de niños “repetidores” sigue siendo uno de los problemas que mantiene “enferma” a la educación básica en México, señala el investigador de la UNAM Roberto Rodríguez Gómez. En términos de costo, es creciente en el último año para el país, pues los niños que reprobaron en primaria y secundaria le costaron a México más de 22.2 mil millones de pesos, casi 724 millones de pesos más del costo en el ciclo escolar de 2006, de acuerdo con las cifras obtenidas en el Panorama educativo de México 2007. En el estudio elaborado por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), se da a conocer que a través del presupuesto público se destinaron 10 mil 413 pesos para cubrir los costos de la educación de cada niño de primaria, y de 16 mil 100 pesos para el caso de los adolescentes de secundaria. Dicha cifra cubre el pago de los maestros, la dotación de materiales, el mantenimiento de las escuelas, el pago de los libros de texto gratuito y otros equipos con los que cuentan las escuelas.
En México, menos de 50 por ciento de estudiantes de tercero de secundaria alcanza un nivel básico de competencias curriculares, es decir, aprendizaje elemental en asignaturas como matemáticas y expresión escrita, mientras en español sólo 67 por ciento se ubica en ese rango.
El informe Panorama educativo de México 2007. Indicadores del sistema educativo nacional, elaborado por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), revela que en expresión escrita 44 por ciento de quienes cursan último grado de secundaria se encuentra “arriba de los dos niveles más bajos de logro, los cuales representan competencias por debajo del mínimo esperado en el currículo nacional”.
Un factor asociado al fenómeno, no debe extrañarnos, es la pobreza:
Para Carlos Muñoz Izquierdo, director del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación de la Universidad Iberoamericana, “el factor que más pesa en la educación está fuera de la escuela y se trata de la pobreza, de la escasa preparación de los padres o de la escasa atención a los niños”. La reprobación, confirma, “induce en esos ambientes a la temprana deserción escolar, por lo que han surgido propuestas para acabar con la reprobación en la educación básica y apoyar a los niños con programas individualizados de atención; otros en cambio plantean que la solución se puede encontrar en los programas de nivelación al término del ciclo escolar. “Sin embargo, creo que en dos meses no se puede lograr interesar al niño si no se pudo hacer en 10 meses de clases regulares”, relata el especialista en educación.
Mientras tanto, el sistema educativo intenta hacer una diferencia, pero los retos son complejos debido a la precariedad del sistema económico y político mexicano:
Más de 30 millones de personas no concluyeron o nunca cursaron la primaria o la secundaria, lo cual revela que poco más de un tercio de la población del país no ha tenido acceso a la educación básica o no ha podido terminarla. Esta cifra indica que el promedio de escolaridad en México es inferior a la secundaria terminada. El Programa Sectorial de Educación 2007-2012 de la Secretaría de Educación Pública (SEP) señala que el sistema educativo del país presenta serias deficiencias con altos índices de reprobación y deserción de alumnos, así como bajos niveles de aprovechamiento. Por si fuera poco, la formación escolar actual no ha logrado desarrollar plenamente en los estudiantes las habilidades para resolver problemas de la cotidianidad, y esto lo demostraron los resultados de la Prueba PISA presentados a finales del año pasado.
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